La hipótesis principal del asesinato de Natalia en Puente de Vallecas es la del ajuste de cuentas

La policía nacional mantiene un amplio dispositivo en la zona en la que este lunes por la noche fue asesinada Natalia S., una vecina de Puente de Vallecas que fue tiroteada en su furgoneta. El objetivo de los agentes es que no estallen disturbios como conscuencia de este crimen y que nadie trate de buscar la justicia por su mano. Los investigadores mantienen dos hipótesis en este momento, pero la que cobra más fuerza es que la mujer haya sido objetivo de un ajuste de cuentas por asuntos relacionados con actividades delictivas de su marido, en prisión por narcotráfico y robos. Esta es, sin embargo, una de las posibilidades abiertas, aunque también se consideran otras, como una discusión familiar previa de la que hablan algunos testigos.

Fuentes policiales afirman que la víctima tenía una posición activa en los asuntos de su esposo. La mujer contaba con numerosos antecedentes principalmente por delitos contra la propiedad. En lo que coinciden los vecinos que en la noche del lunes se congregaron en torno al lugar del crimen, en la calle de Lago Maracaibo, es que la mujer fue atacada por dos hombres de complexión contundente que salieron de un coche de gran tamaño oscuro cuando la mujer estaba al volante de su furgoneta gris metalizada. Algunos de estos testigos, familiares de la víctima, relataban pocas horas después del asesinato que la mujer, de 42 años, iba al teléfono y que su interlocutora escuchó a alguien que le preguntaba: “¿Eres Natalia?”. Después de eso ella colgó o se cortó, según estos mismos testimonios del entorno de la fallecida.

Según Emergencias, la mujer presentaba al menos tres impactos de bala en el hemitórax izquierdo, lo que indica que recibió los disparos desde la ventanilla del copiloto. La furgoneta, que anoche retiró la grúa para ser analizada por la policía científica, presentaba agujeros de bala en la puerta del conductor, pero la ventanilla del copiloto estaba completamente destrozada. También había un agujero en la luna delantera. Los testigos hablan de que escucharon, al menos, siete u ocho detonaciones. Cuando los sanitarios llegaron al lugar, la mujer estaba tumbada en la calzada porque algunos familiares la habían sacado del vehículo. Los efectivos de emergencias trataron de reanimarla durante más de media hora pero fue imposible revertir la parada cardiorrespiratoria. Otras fuentes policiales hablan de otro herido por bala a unas calles del lugar del crimen, que huyó cuando oyó a los miembros del Samur pedir presencia policial.

La víctima es tía de un conocido alunicero, el Gordo Maya, en prisión desde octubre por el intento de homicidio de un hombre en Seseña (Toledo), al que dejó con daños irreversibles. No era la primera vez que atacaba a alguien con tanta brutalidad. En 2020 apuñaló a un conductor tras una discusión de tráfico. Fue detenido después de haber aparcado mal su coche en una calle a apenas siete minutos de donde se produjo ayer el crimen de su tía.

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