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Noche de luto y llanto alrededor de la furgoneta en la que fue tiroteada Natalia en Puente de Vallecas

La mujer asesinada en el distrito madrileño este lunes es familiar de un conocido alunicero y fue abordada por un hombre cuando iba en una furgoneta

Miembros de Emergencias Madrid atienden a la mujer tiroteada, el lunes en Vallecas.Foto: EFE / Emergencias Madrid | Vídeo: EPV
Patricia Peiró

Una mujer rompe en llanto frente al cordón policial que acota el cruce en el que ha sido asesinada Natalia S., de 42 años, en Madrid. “¡Levántate, por favor!”, repite una y otra vez. Grita en dirección al lugar en el que hace escasas horas ha sido tiroteada su tía. Su cuerpo reposa sobre la helada calzada a la espera de que el coche de la funeraria se lo lleve. “¿Qué van a hacer mis hijos sin ti?”, se pregunta la mujer, mientras otras familiares le insisten en que se vaya a casa. Ella se niega con rotundidad. A su alrededor, solo reina el silencio de los familiares y amigos de Natalia, tiroteada este lunes cerca de su casa, en el distrito de Puente de Vallecas, cuando estaba dentro de su furgoneta.

Sobre las diez de la noche, la víctima regresaba a su casa en un vehículo gris claro por la calle del Lago Maracaibo. Iba ella sola en el vehículo, explican fuentes policiales. Según cuentan algunos de los allegados que se concentraban la madrugada de este martes en torno al lugar de la ejecución, Natalia había pasado el día con su hermana, la acababa de acercar a su domicilio y se disponía a regresar al suyo. El relato de estos familiares apunta a que la víctima estaba hablando por teléfono, su interlocutor ha escuchado al otro lado de la línea a alguien que le preguntaba si era Natalia y en ese momento se ha cortado la conexión.

Varios testigos aseguran que llegaron a oír hasta ocho detonaciones. El Samur contaría después al menos tres impactos de bala en el hemitórax izquierdo. En el vehículo quedaron marcados al menos dos agujeros en la chapa de la puerta del conductor, también había un balazo en la luna delantera y el cristal del asiento del copiloto estaba hecho añicos. Los atacantes huyeron en un coche oscuro de grandes dimensiones, apuntan varios vecinos.

La grúa retira la furgoneta en la que fue asesinada una mujer este lunes en Puente de Vallecas.
La grúa retira la furgoneta en la que fue asesinada una mujer este lunes en Puente de Vallecas.

Tras recibir los disparos, un familiar la sacó de la furgoneta gris metalizada a la calzada y allí es donde la encontraron los sanitarios que trataron de recuperarla, sin éxito, había perdido demasiada sangre y fue imposible revertir la parada cardiorrespiratoria. Falleció a escasos metros de su casa. Un psicólogo del Samur atendió a varios familiares que se encontraban en la zona, ante el impacto de lo que acababan de presenciar.

Unas horas después del crimen, decenas de familiares velaban el cadáver desde la distancia y con la separación de un equipo de agentes destinados a evitar disturbios. Un luto instantáneo en una noche que se enfriaba por momentos en la que casi todo el que podía se echó una manta sobre los hombros. En una esquina al final de la calle, algo apartado de la multitud, el hijo de la mujer asesinada está rodeado de allegados. El silencio solo se rompe por algún leve susurro. Unos que cuentan las cámaras de vigilancia que se ven en los alrededores y que podrán ser de ayuda para identificar a los autores del asesinato. Otro cuelga rápido una videollamada con su hijo que le pregunta cuándo volverá a casa.

Y, en medio de este luto, el zumbido constante del motor de la decena de coches aparcados junto al cordón policial. Los familiares y vecinos se acurrucaban dentro de los vehículos con la calefacción a tope. De uno de ellos emerge una figura de autoridad en el clan. Ataviado con sobrero y bastón, el hombre recomienda a un grupo de mujeres que se vaya a casa a descansar. “A esto le queda mucho...”, les recuerda, y no se refiere solo a esta madrugada. Es él quien conduce a los investigadores policiales al hijo de la víctima cuando quieren hablar con él.

El Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional se ha hecho cargo de las pesquisas, en las que están abiertos todas las hipótesis. Los agentes del grupo de Delitos Violentos de la policía científica se han afanado en tomas muestras. Todavía les queda el análisis más completo de la furgoneta, que una grúa ha remolcado sobre las tres de la mañana.

Dos agentes controlan el acceso al lugar en el que este lunes ha sido tiroteada una mujer en Puente de Vallecas.
Dos agentes controlan el acceso al lugar en el que este lunes ha sido tiroteada una mujer en Puente de Vallecas.

La víctima es familiar de un conocido alunicero, el Gordo Maya, un cliente habitual de la policía con decenas de detenciones a sus espaldas. El pasado 15 de julio, el sobrino de la fallecida resultó herido de bala cuando se encontraba en plena calle, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. De 24 años, es miembro de la banda del Goyito, una organización dedicada a cometer robos por el método del alunizaje, que consiste en estrellar vehículos contra las lunas de los escaparates de comercios para acceder a los establecimientos y llevarse el botín.

Después, en octubre, el alunicero fue detenido por homicidio en grado de tentativa por agredir de forma tan brutal a un hombre en Seseña (Toledo), que le provocó daños irreversibles. Su arresto fue posible gracias a que había aparcado mal su coche en la calle Sierra de Meira, a escasos siete minutos del tiroteo mortal de este lunes.

Una lluvia fina caía cuando, a las dos y nueve minutos de la madrugada, ha llegado el coche fúnebre a recoger el cuerpo, que hasta ese momento había permanecido cubierto por una sábana blanca. Otra mujer se ha puesto a sollozar mientras clamaba: “¡Contigo se van mi paz y mi tranquilidad!”.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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