El presidente del Ateneo, tras el señalamiento de Ayuso: “No se puede castigar a una institución por mis opiniones políticas”
Luis Arroyo responde en EL PAÍS a la decisión de la Comunidad de Madrid de retirar, por primera vez en 15 años, la principal ayuda de la Consejería de Cultura a esta institución bicentenaria
El sociólogo Luis Arroyo (Madrid, 53 años) asumió la presidencia del Ateneo de Madrid en junio de 2021. Dos años después, la institución cultural bicentenaria ha sido señalada por la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El pasado viernes, el consejero de Cultura de la región, Mariano de Paco, admitía que, por primera vez en 15 años, no recibirá ninguna subvención. Arroyo responde ahora en EL PAÍS tras la polémica generada durante el fin de semana:
Pregunta. ¿Cuándo y cómo se enteró de que la Comunidad de Madrid le había retirado la subvención de 100.000 euros?
Respuesta. El 21 de noviembre. Me lo comunica por un mensaje de WhatsApp la portavoz de Cultura del grupo socialista de la Asamblea de Madrid, Manuela Villa, mientras repasaba el proyecto de Presupuestos de 2024. No me lo podía creer, claro. Y, efectivamente, me pasa el listado de organizaciones con sus subvenciones y el Ateneo no aparece. Ahí están todas las organizaciones culturales de Madrid con una actividad estable y que merecen un apoyo estable, como el Círculo de Bellas Artes. Entonces, llamo al consejero de Cultura, Mariano de Paco, al que no conocía de nada y le pido explicaciones. A De Paco me lo habían presentado en un proyecto de la Comunidad de Madrid en el que el Ateneo participa y le dije que estaba invitado a venir al Ateneo.
P. Una portavoz de la Consejería de Cultura explicaba en EL PAÍS el pasado sábado que el motivo ha sido un cambio de “fórmula” en el sistema de concesión de las ayudas, que ahora se basará en proyectos de interés que puedan tener un encaje en la política cultural y turística de la región.
R. Es una excusa absurda. Si quieren cambiar el modelo, que lo cambien entero. Si mañana un lector se monta una academia de inglés, la puede pedir también. Pero en las subvenciones nominativas está el Círculo de Bellas Artes, la Casa Sefarad-Israel, academias de formación de toda la Comunidad de Madrid, de baile, de danza. Decenas de organizaciones de todo tipo que reciben una ayuda que les da estabilidad. Es un reconocimiento a su aportación a la cultura de la región. Es increíble que el Ateneo no esté.
P. ¿Y qué argumentos le dicen?
R. Le he preguntado al consejero de Cultura cuáles han sido los motivos y él es incapaz de responder. En algún momento me ha dicho que es una decisión del Consejo de Gobierno, pero luego lo niega y dice que es suya. Pero es una decisión del Consejo de Gobierno y, probablemente, de la presidenta [Isabel Díaz] Ayuso. Yo espero que reconsidere. No se puede castigar a una institución por mis opiniones. Por aquí ha pasado gente de todas las ideologías. Hay 27 secciones que se eligen democráticamente cada año y en cada presidencia hay gente de todas las ideologías. Es la casa de la palabra.
P. ¿Cuánto suponen esos 100.000 euros respecto al presupuesto del Ateneo?
R. Es un 7% de nuestro presupuesto, que ahora mismo es de 1,4 millones de euros. Esto no va de ideologías, esto no es la derecha y la izquierda, el PSOE y el PP. Esto es un asunto de respeto a la libertad de verdad. Nadie puede entender que por el simple hecho de que el presidente de una institución tenga determinadas ideas políticas, que además en mi caso son completamente públicas, se castigue a una institución. Nadie puede entender que piense lo que piense el presidente del Teatro Real o del Liceo se castigue a la institución.
P. En 2022 la consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid fue Marta Rivera de La Cruz y sí les dio la subvención.
R. Es más, los años que ha estado como consejera con Ayuso las ha respetado. Tanto es así, que ahora ella es la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid y va a mantener la subvención del Ayuntamiento, que, por cierto, no son 100.000 euros como en la Comunidad, son 150.000 euros.
P. ¿Cree que detrás de esta decisión existe un señalamiento ideológico?
R. (Silencio) Que cada cual interprete. Nadie puede entender que esto pase en una institución abierta, transparente e impecable en la pluralidad. Basta con ver la programación, que es pública. El 99% de los actos son abiertos. Estamos prestando un servicio. Lo digo con modestia, pero también con toda contundencia. Nadie puede entender que de pronto una ayuda así desaparezca y sea la única institución. Esto nos hace sospechar que es por mi propia adscripción política y por mis opiniones políticas. Una sociedad libre no puede permitir que porque piense lo que piense el presidente de la institución se castigue a la institución.
P. El Confidencial publicaba este fin de semana una información donde fuentes de la Comunidad deslizaban que “están hartos del sectario”, en alusión a usted, a quien acusan de “dedicarse a insultar a la presidenta” en privado.
R. No sé quiénes son esas fuentes. Se califica solo. No puedo valorar algo que es anónimo. Lo que sí puedo decir es que esta casa es impecable en la pluralidad. Mis opiniones públicas son evidentes. Opino. Escribo. Claro que sí, pero esto no quiere decir que la junta directiva no sea plural. Somos 11 personas elegidas democráticamente. Hay gente de todas las ideologías. Los socios son de derechas e izquierdas y de centro.
P. ¿Qué tiene pensado hacer en caso de que la decisión se confirme en las próximas semanas?
R. Primero, pedir que se reconsidere. Aún estamos en periodo de enmiendas y han presentado enmiendas los tres grupos de la oposición en la Asamblea de Madrid: PSOE, Más Madrid y Vox. Los tres reconocen la labor de pluralidad del Ateneo.
P. ¿Alguien del PP se ha puesto en contacto con usted en estos días?
R. No. Nadie. Ni autonómico ni nacional. He hablado con Rocío Monasterio, la portavoz de Vox, también con Juan Lobato, del PSOE, y con el representante de Cultura de Más Madrid.
P. ¿Y otras instituciones se han pronunciado?
R. Sí, el Círculo de Bellas de Artes. Y estoy recibiendo apoyo de un montón de gente. Hemos hecho 40 socios durante el fin de semana.
P. Usted colaboró con la actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, en las pasadas elecciones municipales.
R. Sí, llevo 25 años trabajando con el PSOE. Nunca lo he escondido. ¿Y qué? ¿Eso me invalida para saber lo que es una sociedad plural como esta?
P. Se puede cuestionar que sea presidente del Ateneo y, a la vez, colabore con un partido político.
R. El presidente del Círculo de Bellas Artes ha sido portavoz de Cultura en la Asamblea. El presidente del Teatro Real tiene una trayectoria vinculada a la política. El presidente del Liceo... Por no hablar del presidente del Real Madrid o del Barça. Esto no te invalida para saber cómo gestionar la pluralidad de la sociedad que preside. Es más, esta casa siempre ha tenido presidentes que han tenido una adscripción ideológica. La decisión es absurda.
P. ¿Ha invitado Ayuso al Ateneo?
R. Tres veces. La primera cuando fui elegido presidente hace dos años. La segunda con el bicentenario de la institución, este año, que vinieron los Reyes y ella no vino. Es más, debo decir que no vino y no confirmó que no venía hasta 10 minutos antes de que empezara el acto, con su silla reservada. También fue invitada para participar en los desayunos del Ateneo, que fueron muy notables porque los abrió el presidente Pedro Sánchez. Invitamos también a Alberto Núñez Feijóo y a José Luis Martínez-Almeida. Desde que yo presido el Ateneo se han hecho socios todos los presidentes del Gobierno. Esta es la casa de la palabra. La última vez que le he pedido hablar ha sido ahora y desde su equipo me han dicho que no tiene tiempo.
P. El jefe de Opinión del diario Abc, Diego S. Garrocho, escribía este lunes una columna sobre la decisión de Ayuso. “El principal enemigo del pensamiento único no es la uniformidad ideológica de signo contrario, sino el pluralismo y la libertad de ideas. Y en ese aspecto, pocas instituciones tienen mejor aval que el que puede exhibir el Ateneo”.
R. Es verdad. Por eso pienso que es estrictamente por razones personales. Y me duele. Me parece que es injusto. Puedo opinar lo que quiera, es mi derecho. Podría ser un sectario, pero francamente si uno mira la programación y mira sus estructuras, observa que el Ateneo es impecable desde el punto de vista de la pluralidad.
P. ¿Cree que la decisión va ligada a la denominada guerra cultural?
R. No quiero abrir ninguna guerra cultural. Solo espero que la presidenta Ayuso reconsidere su decisión. No estamos en guerra con nadie.
P. ¿Está ahora la cultura más señalada que nunca en España?
R. (Silencio) Si digo que sí lo vamos a asociar con el Ateneo. La cultura está muy señalada, por supuesto que sí, pero no quiero ser parte de esa guerra. Lo que no se puede decir fuera, se puede decir en el Ateneo. Se puede hablar de guerras culturales, pero no quiero meter al Ateneo en una guerra cultural.
P. ¿Por qué decidió presentarse a la presidencia del Ateneo hace ya dos años?
R. Conocía al Ateneo. Sabía que la casa estaba en un estado crítico. Primero fuimos mi pareja, Pepita Marín, (consejera de PRISA, editora de EL PAÍS), y yo mismo. Luego llamamos a 10 personas con gente de toda condición. No hay una belleza mayor que un sitio como este, legendario, se llene de gente que quiere compartir. No cobramos. Puede haber vanidad, obviamente, pero la belleza de un proyecto cultural en el que lo único que haces es abrir un espacio legendario no tiene nombre. Y si luego lo celebras con una caña, que aquí también estamos por la libertad de las cañas, se convierte en un motivo fascinante.
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