El excandidato de Podemos en Madrid rompe su silencio tras su dimisión: “El partido se ha convertido en el brazo político de Canal Red”
Roberto Sotomayor habla en EL PAÍS sobre la “falta de autocrítica” y “los grandes males” del partido 24 horas después de darse de baja
Roberto Sotomayor (Madrid, 45 años) fue el primer candidato de Podemos en presentarse al Ayuntamiento de Madrid. Seis meses después, ha anunciado que se marcha del partido con unas duras críticas a la formación. No ha sido el único, pero sí el primero en hablar ante la prensa. 24 horas después, Sotomayor ha concedido a EL PAÍS su primera entrevista tras abandonar Podemos.
Pregunta. ¿Quién fue el primer dirigente de Podemos que le llamó tras comunicar su marcha?
Respuesta. (Silencio). Pablo Fernández (el portavoz nacional del partido). Fue él quien me trajo a Podemos.
P. ¿Y de Sumar?
R. Nadie. No tengo contacto con nadie de Sumar.
P. ¿Se ha marchado alguien más de Podemos Madrid en estas últimas 24 horas?
R. Sí, cinco personas, prácticamente el consejo de coordinación en su mayoría, más luego los enlaces de algunos círculos de la militancia que no están de acuerdo con la línea política del partido.
P. ¿Por qué se marcha?
R. No ha sido una decisión fácil. Llevaba tiempo madurándola. No renunciar al frente amplio ha sido una línea que siempre he defendido. La doble militancia, precisamente, construye unidad. Pero la ruptura con Sumar y la marcha al Grupo Mixto del Congreso sin consultar con el órgano de dirección estatal [del que forma parte] y enterándome, previamente, por un medio de comunicación [Canal Red, que dirige Pablo Iglesias] me ha hecho decidirme. Esas decisiones se tienen que consensuar antes.
P. ¿No le avisó nadie antes?
R. No, ni a mí, ni a nadie. Nos enteramos por Canal Red. Creo que fue una decisión que sí se habló en el secretariado del partido, pero creo que una decisión tan importante y de estas características se tendría que haber hablado en el órgano de decisión política, que es el Consejo Ciudadano Estatal, y esto no se trató. Y a mí me parece que una decisión tan relevante merecía un debate.
P. ¿Por qué cree que no se trató?
R. La relación con Sumar estaba deteriorada desde el principio. No ha sido nunca buena. Me queda la sensación de que ya había una intencionalidad de salirse al Grupo Mixto. Por tanto, creo que se ha roto el acuerdo de legislatura con el que habíamos llegado. Si se rompe un acuerdo como este, de alguna manera estás defraudando a la gente que te votó. Esta decisión se debería haber votado. El partido habla de autonomía en la hoja de ruta, pero una cosa es la autonomía y otra la independencia.
P. En su texto de dimisión dice que no comparte el “atrincheramiento y la bunkerización” del partido. ¿Cómo funciona esa bunkerización?
R. Hay una toma de decisiones en el núcleo duro y da la sensación de que esas decisiones ya están tomadas cuando se intenta abrir un debate. El ejemplo claro fue Magariños [el acto del nacimiento de Sumar]. La decisión de no ir ya estaba tomada antes. Esa falta de democracia interna es una dinámica que llevamos arrastrando desde hace tiempo. Creo que el atrincheramiento y la bunkerización no son buenas para atraer a la gente al espacio político en un momento de desafección. Cerrarnos es un grave error.
P. Cuando habla del búnker, ¿quién forma ese búnker?
R. Las personas fuertes del partido, pero más allá de quiénes sean, me da la sensación de que el partido se ha convertido en el brazo político de un medio de comunicación privado que es Canal Red. Es una especie de somos nosotros o contra nosotros. Tengo la sensación de que dentro del órgano de dirección política hay otro órgano que es el que decide previamente lo que vamos a hablar en el órgano estatal.
P. ¿Y quién estaría ahí?
R. Las cabezas fuertes del partido.
P. ¿Ione Belarra, Irene Montero…?
R. Las cabezas fuertes del partido.
P. ¿Pablo Iglesias sigue teniendo peso en Podemos?
R. Creo que da la sensación de que Pablo marca la dinámica de la línea política del partido. Dos semanas antes de irnos al Grupo Mixto, él ya hablaba de eso como opción.
P. ¿La dirección de Podemos debería renovarse?
R. Tiene que haber una regeneración de dirigentes políticos que no estén tan emocionalmente implicados con ese pasado. Eso es lo que hace que nuestro espacio sea más amable porque es verdad que se nos ve con rechazo. Yo pedí después del 28 de mayo una Asamblea Estatal porque perdimos un 48% de votos y se ha señalado a algunos territorios de la debacle. Me ha faltado esa reflexión interna. La estrategia política ha sido incorrecta en los últimos años porque hemos perdido apoyo año tras año. Tendríamos que haber cambiado la estrategia y no parecer un pitufo gruñón de cara a la ciudadanía.
P. ¿Estas reflexiones las ha dicho en voz alta dentro de la formación?
R. Tanto Carolina Alonso como yo, que estoy en el órgano de dirección, siempre hemos intentado abrir el debate, pero siempre se ha tapado. Yo he hablado durante muchos meses del destrozo que se estaba haciendo en Madrid y de que los círculos se nos estaban desinflando, de la preocupación que yo tenía de que se nos fuera la gente valiosa en el partido, de esa marcha de perfiles técnicos, profesionales, de gente que ha contribuido a este partido político y que ha sido importante. Hemos aceptado como una rueda normal que la gente se nos vaya. Lo he puesto en conocimiento, pero evidentemente, no se me ha hecho mucho caso.
P. Hace un mes, tras la dimisión de Luis Nieto como portavoz de Madrid, decidió presentarse a las primarias de Podemos en la capital. Ahora se marcha. ¿Tantas cosas han pasado?
R. Después del 28-M decidí hacer una ruta por la militancia madrileña para motivar a la gente y fortalecer la organización. No sentí el apoyo estatal. Bueno, pues dimitió Luis Nieto y, según los estatutos actuales, se abre el proceso de primarias en el transcurso de un mes, pero no se ha abierto, se está dilatando. Es sensato pensar que si en un espacio no te quieren pues tienes que renunciar.
P. ¿Existe un bloqueo por parte de la dirección?
R. No tenía el apoyo de la dirección para que me hiciera cargo del partido en Madrid e intentar levantar el proyecto.
P. ¿Esto pasa en otros territorios?
R. La realidad es la que es. Tenemos cuatro gestoras montadas por el país y Madrid desestructurado. Evidentemente, tenemos un problema y por eso ese atrincheramiento y no querer ver esa realidad que se impone. Cuando esto ocurre y no queremos analizar y no queremos reflexionar sobre nuestra situación en la organización a nivel general, pues es que estamos mirando para otro lado o no queremos ver la realidad.
P. Nacho Álvarez, Jesús Santos, Carolina Alonso, Jaume Asens, usted. La mayoría dice que anunció su marcha previamente en el chat interno de la organización. Cuando alguien anuncia que se marcha, ¿no se abre un debate interno?, ¿nadie dice nada?
R. A mí me ha faltado mucha autocrítica en Podemos. Ese es uno de nuestros grandes males.
P. Decía que se enteró por Canal Red de la ruptura. ¿Del veto de Sumar a Irene Montero se enteró también por ese canal?
R. Me enteré por la prensa, pero este tema se ha hablado mucho en la dirección estatal. A mí me parece un veto injusto, pero creo que hemos estado hablando un año de sillones y a la ciudadanía lo que le importa es que solucionemos sus problemas.
P. En Sumar dicen que se planteó otro ministerio para Podemos. ¿No había otro perfil para ser ministro o ministra?
R. Yo lamento profundamente que Sumar no haya hecho las cosas de otra manera. Creo que dejar a Podemos sin portavocía y dejar a Podemos un poco al margen ha sido un error. Pero también creo que nosotros no hemos sido audaces. A mí lo que me queda de todo esto es que se ha ido Nacho Álvarez, el mejor perfil económico del partido. ¿Que no me gusta que Irene Montero no sea ministra? Pues no me gusta, pero lamento más que en este nuevo ciclo político no tengamos a un ministro como Nacho Álvarez.
P. ¿Se hizo autocrítica con la ley del solo sí es sí?
R. Nos pasó factura en la campaña municipal del 28 de mayo. Los medios se centraron en eso y no hablábamos de los problemas de Madrid.
P. ¿Cuándo empezó a caerse Podemos? Un fundador decía el otro día en un reportaje en este periódico que tras la votación y la compra del chalé de Iglesias y Montero.
R. Que se haya votado para saber dónde tienen que vivir Irene o Pablo y que no se haya votado abiertamente si queríamos salir al Grupo Mixto, que es una decisión que me parece más trascendental... Ellos pueden vivir donde les dé la gana, pero esta decisión era importante.
P. ¿Fue un error que Sumar y Podemos fueran en alianza para las generales?
R. Era lo necesario. La gente pedía unidad. Yo hice campaña electoral con Sumar porque, para mí, primero está el país, y luego están los partidos políticos. Probablemente por eso me han puesto una cruz, por haber hecho campaña por Sumar. La lección que tenemos que sacar de esto es que cuando existe unidad se puede parar a la extrema derecha.
P. Sin embargo, no fue a Magariños, al acto del nacimiento Sumar.
R. Yo quería ir a Magariños con Ione Belarra, con Alejandra Jacinto, con Jesús Santos y con Carolina Alonso. Me hubiese gustado mucho haber estado allí y haber ocupado el espacio que Podemos tenía que tener. Se decidió no ir porque, una vez más, las pugnas internas prevalecían sobre las candidaturas municipales. Para mí fue una fecha clave. No haber ido a Magariños fue uno de los errores estratégicos más grandes que hemos cometido en los últimos meses.
P. Juan Carlos Monedero, cuando anuncia su marcha en redes, escribió un mensaje en su perfil que decía “hay idiotas que lo celebran porque así piensan que se salva la pureza cuando es una amputación”. ¿Hay gente que se alegra en Podemos con la marcha de miembros del partido?
R. Yo he recibido un acoso sistemático en redes sociales en los últimos meses porque se me situaba como un traidor, un desleal a la organización. El acoso existió, una especie de guerra de guerrillas que supongo que estarán organizadas para denostar a los perfiles que hicimos campaña por Sumar para que, entre otras cosas, nuestras diputadas estén sentadas ahora mismo en el Congreso. Hice campaña por Sumar porque estábamos dentro de Sumar.
P. ¿Los cinco diputados de Podemos son tránsfugas por haberse ido al Grupo Mixto?
R. Más que hablar de transfuguismo, me centraría en la vulneración del pacto de legislatura que se firmó con Sumar. Ahí es donde está para mí el quid de la cuestión. Nosotros firmamos un pacto que se ha incumplido y a mí personalmente no me gusta ver a mis diputadas en un gallinero en el Congreso de Diputados. Es una decepción para mucha gente que votó Sumar. Ver esta división lleva a una decepción y genera abstención.
P. ¿Hay más pluralidad en Sumar?
R. No lo sé. Lo que sí sé es que necesitamos tender puentes. La gente progresista nos dio una señal. Nos quieren unidos.
P. Ahora mismo en Podemos Madrid no está ni su portavoz, ni el candidato, ni el líder autonómico. ¿Quién manda en Podemos Madrid?
R. No lo sé. Yo me he ido. Hasta ayer había una estructura orgánica que ya no existe.
P. Por cierto… ha salido pocas veces en Canal Red.
R. Bueno, las veces que tocaba en las elecciones municipales.
P. ¿Y ahora?
R. Yo no salgo en Canal Red desde el 29 de mayo.
P. ¿Le gustaría volver a la política?
R. Nunca me he ido. La política la hacemos todos los días. Desde el momento en que visito una asociación vecinal o un colectivo o cuando voy a una manifestación para que no se talen los árboles en Madrid o una manifestación para que se respire aire limpio.
P. ¿Se integrará en Sumar?
R. No hablo de integrarme en Sumar. Madrid lo que necesita es un frente amplio con todas las fuerzas progresistas y con movimientos sociales para que tenga fuerza donde estén todos. Ojalá esté Podemos el día de mañana, aunque hoy renuncie a ello y yo, por eso, me voy.
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