Un segundo jurado declara de nuevo culpable de asesinato al marido de una mujer asfixiada en Collado Villalba, pero le exonera de la violación
La decisión se ha alcanzado por unanimidad. El juicio tuvo que repetirse este mes por una irregularidad en el veredicto de hace tres años
Un jurado popular declaró este martes por la tarde culpable a David A. del asesinato de su mujer Valentina C., ocurrido en la localidad madrileña de Collado Villalba en 2017. El veredicto, sin embargo, lo exonera de la violación, de la que también se le acusaba al haber encontrado las forenses unas marcas muy características de las agresiones sexuales en las piernas de la víctima. Para los miembros del jurado no han representado un indicio suficiente como para considerar probada la agresión. Esta es la segunda vez que el acusado escucha este veredicto porque el juicio ha tenido que repetirse este mes después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anulara el de hace tres años por irregularidades en la votación.
En septiembre de 2020, la primera vez que se juzgó este crimen, David A. fue encontrado culpable por mayoría y no por unanimidad, como en esta ocasión. El voto decisivo para inclinar la balanza lo emitió un portavoz del jurado, quien, al bajar las escaleras de la Audiencia Provincial de Madrid, contó que había cambiado su parecer para evitar dormir una noche más en el hotel para seguir con las deliberaciones. Otro de los miembros del jurado lo escuchó y lo denunció, lo que provocó que el TSJM estimara el recurso de la defensa y ordenara repetir la vista oral. El acusado salió de prisión en 2021 al agotarse el tiempo máximo que se puede estar en la cárcel sin condena.
El crimen se produjo en mayo de 2017. El matrimonio regresó a casa después de una cena con amigos y al día siguiente el hombre alertó a los servicios de emergencias de que había encontrado muerta en el chalet a su mujer cuando volvió de un circuito de motos al que había ido temprano por la mañana. Según su versión, alguien había entrado a robar a la casa y había acabado con la vida de su esposa, con la que tenía una hija que ese día durmió en casa de una amiga. La Guardia Civil, sin embargo, sospechó desde el principio de las explicaciones de David A. y le detuvo dos días después. Para los investigadores, todo el periplo que realizó esa mañana antes de avisar a emergencias constituyó una estratagema para estar fuera de casa y construir su versión de un posible robo. La mujer fue asfixiada y maniatada con cinta adhesiva.
Sobre la mesa han pesado los argumentos de la fiscalía y las acusaciones que señalaron que no había signos de que ninguna entrada al chalet hubiese sido forzada, señalaron que Valentina había requerido a la Guardia Civil en un par de ocasiones, aunque nunca había presentado una denuncia contra su marido y destacaron los restos de ADN del acusado hallados bajo las uñas de la víctima.
Al no considerar probada la agresión sexual, se elimina de la baraja de posibles condenas la de la prisión permanente revisable, algo que solicitaba la Fiscalía y la acusación particular.
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