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El Madrid más irreal

Zero Latency, Los Secretos de Lola y el Hotel Akeah son tres negocios muy originales que proponen experiencias más allá de lo esperable

Una de las mesas del restaurante Secretos de Lola, en el barrio La Latina, Madrid.
Una de las mesas del restaurante Secretos de Lola, en el barrio La Latina, Madrid.Lucía Franco
Lucía Franco

Ningún lugar es solo un lugar. Las nuevas tecnologías permiten mezclar épocas, sitios y ambientes. Incluso otorgan la capacidad de ver lo que no está ahí. También en ciudades que aparentemente lo tienen todo, como Madrid. Uno puede pasar de estar en la piscina de una gran azotea en el centro de Madrid a comer después entre peluches en un restaurante de fantasía o pasar el rato matando zombis con amigos. Todo es cuestión de proponérselo y de creer en lo que el ojo no alcanza a ver.

Un día de brunch y piscina

Un mar de tejas gobernado por el inmenso edificio de Plaza España, desde donde se pueden contar todas las estatuas de los techos de la Gran Vía, que escudriñan el panorama como vigilantes centinelas. Esto es lo que se ve desde la azotea del Hotel Akeah, en la calle de San Bernardo 48, que acompaña la visión con los mejores éxitos de ayer y anteayer: desde David Bisbal a Los del Río, pasando por Michael Jackson y Karol G.

Akeah acaba de inaugurar un day pass para estar todo el día en la piscina de su azotea. Durante la semana, es posible disfrutar del acceso con desayuno, mientras que los sábados y domingos es con brunch. El precio para acceder a este pequeño paraíso es de 45 euros por persona y con reserva en la plataforma Hotel Break.

La experiencia incluye acceso a la piscina, toalla y el susodicho brunch para compartir, con variedad de panes y quesos. Para el plato principal se puede elegir entre huevos rotos con jamón ibérico, hamburguesa con beicon y queso o un bocadillo de calamares o de costilla. Y para terminar, no puede faltar un buen gofre con helado de vainilla y sirope de chocolate.

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Una inmersión en otra realidad

En el mayor centro de realidad virtual de Europa, Zero Latency, en la calle de Londres número 25, ofrece una experiencia fuera de este mundo. Durante una hora, los asistentes pueden moverse libremente por más de 10.000 metros cuadrados con unas gafas y un arma virtual para defenderse.

En concreto, todos podrán elegir entre siete experiencias con las que viajar a una nueva realidad y con las que descargar una buena dosis de adrenalina. Estas permiten explorar el universo en Sol Raiders, luchar contra un ejército de zombis vivientes en Undead Arena y convertirse en el protagonista de una de las mayores sagas de la industria de los videojuegos en Far Cry VR: Dive to Insanity. La experiencia se puede vivir desde los 20 euros.

“La apertura de este nuevo centro en Madrid confirma el buen momento de la realidad virtual y la gran apuesta que se está llevando a cabo por esta tecnología, que será la base de todo lo que está por llegar con el metaverso”, comenta Alberto Marcos, business development manager de la empresa en Europa.

Una cena entre peluches y castillos de Disney

Los secretos de Lola se encuentran en la calle de la Cava Baja número 2. Es un restaurante lleno de fantasía en el barrio de la Latina. Su fachada está adornada con decenas de osos de peluche, lo que ya desde el primer momento da una pequeña idea de cómo será la experiencia.

Su dueña y fundadora, Patricia Pereira, explica que la idea de decorar su restaurante con dibujos animados de Disney surgió no para atraer más clientes, sino porque ella es una gran amante de las películas de la casa del ratón. En cada mesa, los platos y las copas son diferentes. Cada una cuenta con un personaje mítico como Mickey Mouse, Simba, Dormilón o Dumbo.

Pero que nadie se confunda: a Secretos de Lola hay que ir a comer o cenar. “Aquí no aceptamos gente que solo venga por la foto para sus redes”, asegura Pereira y añade que la especialidad de la casa son las carnes argentinas a la brasa y las paellas.

Para terminar la noche, un cóctel en un vaso con la cara de la película favorita de cada uno. La cuenta media por persona es de 30 euros y hay que reservar con 10 días de antelación. “Quería crear un mundo donde los adultos conectaran con su niño interior”, asegura su dueña.

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Sobre la firma

Lucía Franco
Es periodista de la edición de El PAÍS en Colombia. Anteriormente colaboró en EL PAÍS Madrid y El Confidencial en España. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Javeriana de Bogotá y máster de periodismo UAM-EL PAÍS. Ha recibido el Premio APM al Periodista Joven del Año 2021.

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