Decide Madrid, la plataforma de participación ciudadana que el gobierno de Almeida dejó morir
Junio ha sido el mes con menos propuestas registradas en la web municipal premiada por la ONU y las visitas tocan su mínimo histórico en ocho años, cuando se puso en marcha la herramienta
El dibujo de una mujer con pantalones morados, gabardina salmón, camiseta rosa chicle y pendientes a juego da la bienvenida a los usuarios. Con la mano izquierda hace un gesto que sugiere “adelante” o “es por aquí”. Está señalando la descripción de la página web: “Descubre la plataforma de participación ciudadana del Ayuntamiento de Madrid”. Su nombre oficial es Decide Madrid, una herramienta digital creada por el equipo de Manuela Carmena para que los ciudadanos de la capital lanzaran propuestas, debatieran sobre la ciudad y “hablaran” con el Consistorio. El portal ―con sus más y sus menos― caló en la población. Las interacciones en la web se contaban en miles y la ONU concedió a la iniciativa el premio a mejor servicio público en 2018. Pero desde el cambio de gobierno con José Luis Martínez-Almeida al año siguiente, la página ha ido muriendo. Los datos de visitas tocaron su mínimo histórico a principios de año y junio ha sido el mes con menos propuestas registradas y votos emitidos en toda la historia de la plataforma. Los madrileños ya no proponen y tampoco votan las ideas de otros, según reflejan los datos extraídos del portal municipal.
La página de Decide Madrid se divide en varios apartados. Si uno entra en “tú propones”, puede ver todas las propuestas ciudadanas que se han registrado en los últimos años. La página está elaborada con software libre ―otras instituciones pueden utilizarlo si quieren― y al estilo de un foro. Cualquiera, tras registrarse, puede abrir un tema o participar en uno ya creado con su voto (positivo o negativo). El plan del gobierno de Carmena era que aquellas ideas que tuvieran un respaldo del 2% del censo municipal (53.726 personas) se someterían a consulta pública y, si eran refrendadas, el Ayuntamiento debería cumplirlas. Ese porcentaje bajó al 1% al año de sacar la plataforma, con 27.064 apoyos bastaría, porque ninguna de las iniciativas presentadas alcanzaba a cifra inicial.
Aun así, el tráfico en la web creció de forma constante entre 2015, cuando echó a andar la plataforma, y principios de 2019. Un gran número de propuestas ―de todo tipo, como renovar gradualmente la flota de autobuses con vehículos eléctricos― superaban los 5.000 votos. Según el portal municipal de datos abiertos, la cifra de usuarios registrados en Decide Madrid pasó de 180.000 en 2016 a los 464.654 cuatro años después: un 61% más. A partir de entonces, los número empezaron a bajar y en 2022 constan 260.000 personas inscritas. El Ayuntamiento anunció este marzo un nuevo diseño web para la página y en la nota de prensa indicaron lo siguiente: “Este portal cuenta con más de 500 mil usuarios registrados, un millón de visitas al año, más de 130 procesos participativos convocados y 30 mil propuestas recibidas”.
Pero la mayoría de esas propuestas apenas tiene apoyos o comentarios de otros ciudadanos. De las más valoradas, solo una supera los 1.000 votos y muy pocas pasan de los 100. De hecho, junio de 2023 ha sido el mes como menos votos ―167 en total―registrados en toda la historia de la plataforma. La iniciativa más reciente se publicó este martes con el título: “Renovación calle San Bernardino”. Le siguen “Bicimad en Valdebernardo”, “Paso Peatonal Rotondas M-40″ o “Dotar de aire acondicionado escuelas infantiles, colegios e institutos”. Entre las cuatro tan solo suman seis votos a favor. El Ayuntamiento no ha respondido a las preguntas de este periódico sobre cuánto gasta al año en mantener Decide Madrid o a qué achacan la bajada de interacciones.
En su época ―nada más llegar la izquierda al Ayuntamiento y en plena resaca del 15-M—, se llegaron a contabilizar entre 800 y 2.400 propuestas diarias y los madrileños sentían que tenían algo que decir sobre sus barrios. “Desde 2019 la caída de usuarios ha sido dramática y la razón es muy sencilla, no hay procesos de participación y los pocos que se han abierto son poco o nada relevantes para la ciudadanía”, critica Eduardo Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento, y recuerda que la plataforma fue “referencia mundial en materia de participación ciudadana”.
En 2018, la ONU seleccionó Decide Madrid de entre 111 proyectos de todo el mundo como ejemplo de diálogo entre instituciones y ciudadanos. El software del portal, llamado Consul, se extendió a ciudades de otros 16 países, como París, Turín (Italia) o Buenos Aires (Argentina). “El trabajo de Almeida durante el anterior mandato fue eliminar todos los avances conseguidos y con la participación fue fulminante”, considera Rubiño. Y añade: “Ya nadie habla de nosotros”.
Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm), coincide. “Puedes tener un magnífico ordenador en el cajón y eso no hace que la máquina sea mala, sino que no se le da uso. Si la participación fuera una escalera, ahora estaríamos en el peldaño más bajo”, lamenta. En su día, la federación fue crítica con algunos aspectos de la plataforma. Por ejemplo, la veían excesivamente centrada en la participación individual y no tanto en la colectiva o, al ser en línea, podía llegar a excluir a gran parte de la población.
Aun así, Villalobos reconoce que “hubo una promoción clara por parte del gobierno de Carmena de decirle a la gente que su opinión contaba, que la democracia no consistía solo en votar cada cuatro años y que entre medias la los ciudadanos podían opinar y participar”. Ahora, opina, el Ayuntamiento ha dejado de incentivar el diálogo con el ciudadano y no existe un estímulo “real” para la participación. “Se pierde una herramienta que tuvo gran utilidad dialógica, donde se incentivaba mucho el debate, aunque fuera muy difícil alcanzar el porcentaje de votos necesario para hacer las cosas”, recuerda.
Mitad de presupuesto
Otra de las formas de colaboración ciudadana alojadas en la web de Decide Madrid son los presupuestos participativos. Durante un periodo determinado del año, los madrileños pueden presentar proyectos de gasto y, tras someterse a valoración y votación, el Ayuntamiento destina parte del dinero de las arcas municipales a llevar a cabo los más apoyados.
El Gobierno de Almeida aprobó en 2021 sus primeros presupuestos participativos, con 50 millones de euros, la mitad que los últimos de Carmena en 2019. Entre las ideas ganadoras ―cuyo desarrollo está previsto para 2023 y 2024― está instalar puntos limpios de proximidad, por casi 15 millones, o que haya más bancos para sentarse en la ciudad, por 12 millones.
De las casi 2.000 propuestas que recibió el Ayuntamiento, se tumbaron alrededor de 1.700, cerca del 90%, y solo pasaron a la final algo más de 200. Además, de las iniciativas aprobadas en el pleno durante el último año de legislatura de Carmena, el Gobierno de Almeida descartó de golpe 182 de ellas. Justo un mes después, y tras de un año sin hacerlo, el Consistorio decidió lanzar de nuevo una campaña de presupuestos participativos. “Si los únicos estímulos que recibes son que no puedes participar o que no sirve, dejas de hacerlo”, lamenta Villalobos.
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