Ninguna iniciativa ciudadana alcanza el umbral del 1% del censo en dos años
Desde octubre de 2015, ninguna iniciativa ciudadana ha alcanzado los 27.064 votos necesarios para realizar un referéndum al respecto
Desde octubre de 2015, poco después de que el Ayuntamiento creara su plataforma para promover la democracia directa a través de Internet (Decide Madrid), ninguna iniciativa ciudadana ha alcanzado los 27.064 votos —el 1% del censo de Madrid— necesarios para que se eleve la consulta a toda la ciudad. Desde su inicio, se han presentado casi 16.700 iniciativas, pero de momento ninguna ha logrado superar esa barrera del 1% de apoyos. El innovador mecanismo también tarda en despegar, en cuanto a propuestas ciudadanas se refiere. A pesar de ello, el concejal de Participación, Pablo Soto, describe la herramienta como un “éxito”.
El portal Decide Madrid, que también sirve para que los ciudadanos voten las ordenanzas municipales, tiene la ambición de promover la democracia directa en la capital. Es uno de los pilares ideológicos del equipo de Ahora Madrid, formado por partido como Podemos, IU, Equo y Ganemos. Sin embargo, tras dos años y medio de funcionamiento, surgen algunas voces críticas. Fuentes de estos partidos reconocen que el portal es una “gran autovía de participación”, pero creen que tiene que mejorarse en cuanto a eficacia.
Desde su fundación, las propuestas depositadas en el portal son variadas (en ocasiones se repiten las demandas). Los ciudadanos pueden proponer todo tipo de iniciativas y las que obtienen los votos del 1% del censo de 2,7 millones de electores (27.064 apoyos), se elevan automáticamente a consulta. Por ahora, las que están teniendo más éxito aparecen “sancionar a aquellas personas que no recojan las heces de sus mascotas” (con 7.700 apoyos) o “eliminar los coches oficiales y privilegios de saltarse las normas de tráfico” (con más de 5.000 votos).
De las casi 16.700 iniciativas presentadas desde octubre de 2015, ninguna ha alcanzado el umbral del 1%. Asimismo se aprecia una bajada en el número de propuestas planteadas: en los últimos dos años han descendido un 32%. Así, entre enero de 2016 y mediados de diciembre de 2017, el número de iniciativas registradas ha pasado de 7.242 a 4.955. Algo que podría leerse como una caída del interés de los ciudadanos en estos mecanismos de democracia directa.
El concejal de Participación y Transparencia cree lo contrario. Soto recuerda que la posibilidad de presentar iniciativas ciudadanas es un mecanismo legal ya existente, y que la plataforma simplemente ofrece una vía más sencilla para ejercer ese derecho. Por otro lado, descarta que estos datos demuestren el bajo interés de los ciudadanos por la democracia directa. “El umbral del 1% es razonable, aunque se puede bajar. Pero las propuestas alcanzan estos umbrales cuando se trata de iniciativas que van en líneas distintas de las políticas que hace el gobierno; porque se genera un movimiento que quiere impulsar algo y el gobierno no le hace caso”, explica.
En este sentido, Soto señala directamente a los partidos de la oposición (PP, PSOE y Ciudadanos). En su opinión, estas formaciones no aprovechan como podrían esta herramienta. “Al no estar en el gobierno no pueden decidir las políticas públicas, pero sí pueden promover estas iniciativas en Decide Madrid. Esto todavía no ha ocurrido, pero terminará ocurriendo”, asume.
Desactivar una protesta
Soto señala, además, que a o largo de estos dos años y medio de mandato el equipo de Carmena se ha sentado con los vecinos de varios distritos para hablar sobre algunas iniciativas que estaban teniendo éxito en la plataforma. Prefiere no comentar casos concretos, aunque sí explica que se refieren a nuevos proyectos que no despertaban la confianza de la ciudadanía. De esta manera, Soto cree que se desactivó una posible protesta en su fase embrionaria.
Decide Madrid entró en funcionamiento en septiembre de 2015 y despertó un notable interés: se registraron miles de iniciativas, y dos superaron rápidamente el umbral. Una de ellas reclamaba la creación de un billete único para el transporte público (algo que se hizo, pero cuyas competencias no eran exclusivas del Ayuntamiento sino que también estaba implicado el Consorcio Regional de Transportes). La otra hablaba sobre medidas para avanzar hacia un modelo de ciudad “100% sostenible”. A partir de entonces, miles de iniciativa se han perdido en la web: o bien han caducado (cada propuesta tiene un año para superar el umbral), o bien siguen a la espera de obtener los votos necesarios para ser votadas en referéndum ciudadano.
Soto defiende que Decide Madrid es un instrumento que muchas otras ciudades están copiando. Recuerda que la capital ha sido invitada a la ONU para hablar de su sistema de participación ciudadana. Y subraya que todo tipo de dato tiene que leerse en clave comparativa; es decir, midiéndose con experiencias parecidas.
“En Madrid se ha facilitado mucho el mecanismo para presentar y votar las propuestas. Así, en dos años se han presentado 20.000 iniciativas, cuando en Suiza lo normal son 4.000 o 6.000 al año. Esto genera que haya muchísimas más propuestas a las que las personas pueden apoyar con su firma”, explica. Reconoce el problema de que muchas se repiten y se solapan entre sí, lo que afecta a su eficacia: “El gobierno no puede filtrar las iniciativas, porque perdería su neutralidad”, remarca.
“En Madrid es donde más participan los ciudadanos”
El concejal de Transparencia y Participación, Pablo Soto, explica que su “esperanza” es que de aquí a mayo de 2019 el equipo de Manuela Carmena (Ahora Madrid) convoque otra consulta ciudadana como la del pasado febrero. “Creo y espero que así ocurrirá”, señala el edil, que remarca que, además de las propuestas ciudadanas depositadas en la web Decide Madrid, el Gobierno también puede someter libremente a referéndum alguna iniciativa. Así ocurrió, por ejemplo, el pasado mes de febrero, cuando el Consistorio convocó a los ciudadanos a votar en una gran consulta el renombramiento de vías y parques, además de la remodelación de la plaza de España y el rediseño de la Gran Vía.
En esa ocasión, la oposición criticó que las preguntas sobre la Gran Vía estaban “teledirigidas” para obtener un voto favorable. “¿Estás de acuerdo con mejorar el espacio peatonal de la Gran Vía mediante la ampliación de sus acera?”, era una de las cuestiones. Soto contesta que él propuso a los ediles del PP pactar las preguntas: “Ellos no quisieron”.
El pasado mes de octubre, el Ayuntamiento celebró su última consulta ciudadana. Los madrileños votaron sobre la reforma de 11 plazas en barrios como Hortaleza, Tetuán o San Blas. La participación llegó al 1,7% de censo: 45.727 personas. Soto recordó que esos datos tenían que interpretarse como parte de un proceso de participación, y no de unas elecciones. “Es un éxito que a lo mejor aquí no se percibe”, explica, “pero el relato que se hace en el mundo de lo que ocurre en Madrid es que es increíble: es la ciudad donde más participan los ciudadanos en este tipo de consultas”.
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