El Hayedo de Montejo cambia el sistema de visitas

Las visitas al Hayedo de Montejo, un espacio natural protegido que se encuentra en las faldas de la sierra de Ayllón y que pertenece al municipio madrileño de Montejo de la Sierra, en el norte de la Comunidad de Madrid, están restringidas desde mediados de los años ochenta para garantizar su preservación, ya que se considera “muy sensible”. Si se quiere recorrer este bosque, compuesto por unas 250 hectáreas de hayas y que en 2017 la Unesco lo declaró Patrimonio Natural de la Humanidad, hay que obtener obligatoriamente una acreditación e ir acompañado de un guía. La demanda para ver el que se considera el hayedo más septentrional de Europa es muy alta, dado que el cupo es muy limitado ―unas 740 personas al mes― y hasta ahora había que hacer la reserva on line o presencial para obtener una reserva de plaza, que en muchos casos se lograba a uno o dos meses vista. Pero este sistema de visitas, que son gratuitas y que se distribuían en 270 plazas telemáticas y 470 presenciales al mes, ha cambiado esta semana.

Para la primera quincena de este mes de noviembre, aún quedan plazas disponibles, que se pueden pedir de manera presencial en el centro de información de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón (calle del Real, 64 de Montejo de la Sierra). Las entradas disponibles a partir de la segunda quincena de noviembre se sortearán entre los que las soliciten entre el 2 y el 6 de noviembre. Este plazo en concreto es excepcional, ya que los siguientes meses las fechas para participar en el sorteo de plazas para la segunda quincena de cada mes será del 1 al 5. Para reservar para la primera quincena de diciembre se abrirá el sorteo del día 16 al 20 de noviembre, y así sucesivamente. Por cada solicitud se puede pedir plaza para cinco personas, según lo que indican en la página web del Ayuntamiento de Montejo. Los niños también cuentan a la hora de hacer la reserva, a no ser que sean bebés y vayan en mochila.

Unas 25.000 personas visitan este bosque al año y fuentes de la Consejería de Medio Ambiente explican que el centro de visitantes recibe un aluvión de llamadas sobre todo otoño, el momento de mayor afluencia. Las hayas, protagonistas de este bosque junto a los robles y acebos, crecen en una ladera de umbría que finaliza en el río Jarama, cuyo paso dibuja la frontera con Guadalajara. Su árbol más emblemático, con 250 años y 15 metros de altura, es conocido como haya de la roca. En el bosque conviven diversos mamíferos como gatos monteses y corzos con aves como águilas y gavilanes.

Según describe el Ayuntamiento, hay tres rutas. La del río es una senda de dificultad baja de 2,4 kilómetros de longitud y 10 metros de desnivel y es accesible en silla de ruedas o con un carrito de bebé. Esta senda “hace un recorrido lineal que discurre paralelo al río Jarama” y permite la observación de la mayoría de los ambientes del hayedo: un bosque adehesado de melojo, bosque mixto de melojo y haya, vegetación asociada al río, fustal de hayedo y matorrales. Concluye en una explanada con abundantes álamos temblones.

La senda de la ladera coincide en parte con el itinerario del río, pero asciende por la ladera en un tramo circular. Atraviesa también manchas de fustal de hayedo, de bosque de melojo y hayedo y laderas de solana con abundante matorral y una de sus señas de identidad es el pino silvestre. Es “recomendable para personas que acudan por primera vez al Hayedo de Montejo, siempre que no tengan problemas de motricidad”, dice la web municipal. Dura 1.45 horas a lo largo de 3.200 metros y su dificultad es media. Por último, la senda del Mirador “atraviesa los diferentes tipos de manchas de vegetación que configuran el hayedo” e incluye panorámicas de la cuenca alta del Jarama. “Resulta especialmente interesante para personas que ya hayan visitado el Hayedo, ya que su trazado y temática difieren del resto, de carácter más general”, explica la web. Se tarda en recorrerla 1.45 horas, son 3.200 metros y la dificultad es media.

El bosque se encuentra a unos 100 kilómetros de la capital. Es recomendable acudir en coche, ya que no hay conexión en transporte público entre Montejo, de 374 habitantes, y el bosque, a 7,7 kilómetros del pueblo. No está permitido salirse de las sendas marcadas ni recolectar cualquier elemento vegetal como plantas, flores, hojas, setas o frutos durante el recorrido. Tampoco está permitido fumar, comer ni introducir ningún tipo de animal doméstico en el interior del bosque. Hay un área recreativa en la entrada del bosque con mesas, fuentes y contenedores.

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