La potencia del cómic que vive Madrid: más lectores, más tiendas y dos eventos del sector este fin de semana
El PSOE presenta en el pleno de la Asamblea una proposición no del ley para “dignificar el noveno arte” en la región
Las paredes de la tienda Viñetas, en la calle de la Luna, en el centro de Madrid, están copadas de estanterías. Más de 10 del suelo al techo. Todas llenas de novelas gráficas, tebeos de superhéroes y mangas, un estilo de cómic japonés. Pero no son suficientes. Al fondo del local, Javier Ramos, uno de los tres propietarios, ha montado un taller improvisado donde uno de sus socios corta tablones de madera. Ya lleva tres. Necesitan más espacio porque la demanda de títulos, en especial los japoneses, no cesa. Desde que abrieron en 2015, más de 9.000 personas se han acercado a comprar al menos un ejemplar. Un boom que también perciben otras tiendas de la capital. Solo en la ciudad hay 44 establecimientos especializados en este género literario. El número asciende a 62 en toda la comunidad. El cómic se vende bien, pero el grueso de lo que se despacha lleva el sello de las grandes editoriales, y la mayoría de ellas está en Cataluña, explica Ramos.
De los 4.132 títulos que se editaron en España en 2021, 3.246 fueron en Cataluña. En la Comunidad de Madrid, la segunda que más cómics produjo, fueron 268, según el último informe de la asociación cultural Tebeosfera publicado el pasado mayo. Emilio Gonzalo, secretario de la Sectorial del Cómic, grupo formado por representantes de distintas áreas del sector de toda España, cree que Madrid tiene potencial para convertirse en un referente del género, pero que falta tejido industrial: “Tenemos el interés, la creación y la venta. No tenemos industria editorial. Solo unos cuantos valientes peleando contra viento y marea como pueden”. Esos “valientes” son las 15 editoriales de cómics que hay en la comunidad. Por eso, el PSOE presentará este jueves en la Asamblea de Madrid una proposición de ley para proteger el sector, cuyo objetivo es “promover el reconocimiento y dignificación” del “noveno arte”.
Nuevo Nueve es una de esas 15 editoriales valientes y la que más títulos edita en Madrid. En 2021 se colocó en el número 14 de la lista de la 36 editoriales que más cómics produjeron en España, publicada por Tebeosfera. Editaron 38 libros y este año serán 42. Aún así, la cifra queda lejos de los grandes sellos en Cataluña: ECC Ediciones, la editorial de DC cómics en castellano, sacó 789 títulos; Panini, que edita la saga Marvel, 729; Grupo Planeta, 462; y Norma Editorial, 430 tebeos.
Ricardo Esteban fundó Nuevo Nueve en 2019, después de abandonar Dibbuks, editorial en la que trabajó durante 15 años. También es vicepresidente de la Plataforma de Editoriales Independientes de Cómic y reivindica la importancia de impulsar los pequeños sellos. “Madrid está creciendo y tiene una cadena de librerías que ya quisiera, por ejemplo, la poesía. Pero los autores madrileños no pueden vivir solo de ello si publican aquí. O publican fuera, o trabajan para sellos como Marvel, o compaginan los cómics con otras actividades”, señala. Para Esteban, el nivel de creatividad en la capital es alto, pero no hay un mercado que lo absorba: “Lo que necesitamos es apoyo para que las editoriales madrileñas crezcan igual que las librerías”. El 83% de lo que circuló en el mercado del cómic español en 2021 viene de la traducción de obras producidas fuera, recoge el informe de Tebeosfera.
Teresa Valero, guionista y dibujante de cómics madrileña, lo sabe bien. Contrapaso (Norma Editorial), su primer trabajo como autora completa, se publicó en 2021 con el sello catalán. También vendió sus derechos a la editorial belga Dupuis. “No podemos vivir de las ventas en Madrid, o en España en general. Da la sensación de que la industria tiene una salud fabulosa, pero el autor es el que menos se beneficia. Somos muchos que vendemos muy poco”, critica. En Madrid hay, al menos, 144 autores, según la Sectorial del Cómic.
El apoyo institucional es una de las vía para que la industria editorial crezca, considera Valero. El secretario de la Sectorial del Cómic coincide. Gonzalo lleva toda la vida vinculado al sector, entre 2002 y 2016 organizó el Salón Internacional del cómic (Expocómic) en Madrid. Y es uno de los profesionales que ha colaborado en la proposición no de ley que el PSOE llevará a la Asamblea de Madrid, que sigue la estela de la ya aprobada por unanimidad en la Comisión de Cultura y Deporte del Congreso celebrada en julio de este año. “Si somos el noveno arte, es el momento de que nos reconozcan como tal”, asegura. “Para eso el sector se tiene que profesionalizar y proteger. Ya no somos un nicho”.
A esa protección se dedican en la Biblioteca Regional de la Comunidad de Madrid. Allí, en la que fuera la antigua fábrica de cervezas El Águila, se conserva todo el patrimonio cultural de la comunidad, incluidos los cómics. Desde 2014, los trabajos originales de reconocidos dibujantes madrileños, como Javier Olivares, Ana Juan o Jesús Colomina, se guardan en depósitos a 18 grados y un 45% de humedad. Belinda Yúfera, jefa de la sección donde se preserva ese material, define su labor como “una proyección a futuro” y puntualiza: “Igual que se ha hecho con otros impresos, queremos hacerlo con esta obra. Es una protección de lo contemporáneo. En ocasiones todo este material desaparecía, pero aquí le otorgamos valor. Es un arte”.
En Otaku Center, a escasos metros de Viñetas y especializada en la venta de manga desde hace 15 años, también definen los cómics como arte. Las ventas no han parado de crecer y no tienen un cliente tipo. El dueño, Daniel Coronado, atiende a unas 1.500 personas por semana. Niños, jóvenes y adultos. Su otro local, Omega Center, vende cómic americano y europeo, y también funciona bien. Lo mismo le ocurre a Generación-X, cadena especializada que abrió su primera tienda en Madrid en 1994 y ahora tiene 13 locales repartidos por la comunidad, y otros tres fuera. La última, y las más grande, ha abierto cerca de la plaza de Tirso de Molina. Luis Ángel Oliva es el encargado del local, y coincide con Gonzalo en que la visión del cómic como ocio reservado a unos pocos “se ha roto”. “Especialmente desde la última década. Hay más demanda e interés. Entre los jóvenes es imparable”, comenta. Los tres locales forman parte del bautizado como Barrio del Cómic, epicentro de las tiendas de tebeos desde los ochenta situado entre las calles de la Luna y de la Estrella, detrás de la Gran Vía, y zona próximas.
Los eventos son otro ejemplo de la potencia del cómic en Madrid, cree Oliva. Al menos una vez por semana organizan una firma de ejemplares o un encuentro con autores. Y solo este fin de semana coinciden en la capital el Japan Weekend, una de las mayores ferias de manga de España, y la segunda edición del Madrid Comic Summit, un encuentro para profesionales del sector. La primera edición se celebró en la biblioteca pública Ivan de Vargas, en el distrito Centro. El director, Pablo Quintanillas, es consciente del auge del cómic, también en la red de bibliotecas, tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad. La mayoría tiene ya una comicteca, espacio dedicado en exclusiva a todo tipo de tebeos. La de Iván de Vargas se inauguró hace dos años y cuenta con 6.639 títulos. “Cada vez se pide más, porque en ocasiones son libros caros que no todo el mundo, en especial los jóvenes, se pueden permitir”, cuenta. En 2020 se prestaron 154 cómics. El año pasado, 750, casi cinco veces más. Un hombre se acerca al mostrador de la segunda planta, donde están los cómics. Viene a por un encargo de su hijo: “¿De los dibujos japoneses, qué tenéis?”
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