El Ayuntamiento mantendrá el protocolo de cierre de El Retiro: “Está funcionando de manera adecuada”

Este verano, en el que las temperaturas han estado 2,5°C y 3,5°C por encima de lo normal en la Comunidad de Madrid y que ha sido entre muy seco y extremadamente seco, lo que han llovido han sido las críticas al Ayuntamiento de la capital por cerrar total o parcialmente el parque del Retiro y los otros ocho grandes parques en los días de calor más sofocante. Sin embargo, lejos de considerar la posibilidad de revisar el llamado protocolo de situaciones meteorológicas excepcionalmente adversas que determina dichas restricciones, como le pide la oposición y gran parte de los ciudadanos, el Ayuntamiento de Madrid ha anunciado este lunes que se mantendrá tal cual. “El protocolo está funcionando de manera adecuada”, ha zanjado el responsable de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.

En aplicación de dicho protocolo, El Retiro ―junto con los jardines de El Capricho, Sabatini, la rosaleda del parque del Oeste, Juan Carlos I, Juan Pablo II y las quintas de Fuente del Berro, los Molinos y Torre de Arias― se cierra cuando se esperan rachas de viento 55 kilómetros por hora si la previsión es que haga más de 35° y de 65 kilómetros si la temperatura es menor. El primer plan data de mayo de 2016, cuando hacían falta vientos de más de 85 kilómetros para cerrar los parques, pero se endureció en junio de 2019, con el Gobierno de Manuela Carmena en funciones.

En la comisión de Medio Ambiente y Movilidad celebrada este lunes en el Ayuntamiento de Madrid, el delegado del área, Borja Carabante, ha defendido que se trata de la aplicación de una “cuestión técnica, elaborada por los técnicos tras el fatal accidente de 2018″, cuando una rama del parque mató a un niño de tres años, y bajo unos principios de “prudencia y seguridad” ciudadana. “Respetando el criterio de los expertos, no vamos a cambiar el protocolo y solo lo cambiaríamos si los técnicos justificasen cambiarlo”, ha subrayado el delegado, que ha animado a la oposición a proponer el cambio oficialmente en el pleno municipal y a dejar de hacer “ruido en redes”, en referencia a mensajes como el que publicó Rita Maestre, la portavoz de Más Madrid, el pasado julio. “Tenemos un alcalde que desafía la lógica. Los árboles dan sombra y bajan la temperatura, pero Almeida parece no entenderlo y sigue cerrando parques”, tuiteó.

Al respecto, Carabante ha señalado que en la Mesa del Árbol celebrada en julio, Más Madrid pidió explicaciones por los cierres, pero “nadie propuso modificar el protocolo de actuación”.

El concejal de Medio Ambiente ha argumentado que “hasta ahora los técnicos piensan que el protocolo está funcionando de manera adecuada” y ha revelado que en lo que va de 2022 ha habido 10 alertas rojas, es decir, que se han cerrado totalmente los nueve parques en 10 ocasiones, durante las cuales han caído 76 ramas y cinco árboles. A su juicio, estas caídas “hubieran podido provocar situaciones de riesgo y peligro para los madrileños y turistas que visitaran en ese momento el parque del Retiro”. El delegado ha pedido a los grupos que imaginen qué hubiera podido ocurrir en un parque visitado por 100.000 personas a diario y 150.000 los fines de semana y ha añadido que él no está “dispuesto a lamentar daños personales”.

El delegado no ha especificado si estos accidentes se han producido todos en el Retiro o si se refería al conjunto de los nueve parques en los que se aplica la medida, matiz que está a la espera que aclare la concejalía, a la que también se ha solicitado el promedio de árboles y ramas que se caen a diario para poder comparar ambas cifras. “Los servicios técnicos han establecido el protocolo y los indicadores de riesgo y este equipo de Gobierno va a poner siempre prioritariamente la seguridad de los madrileños por encima de cualquier cuestión política, y, por tanto, haremos caso a los técnicos, que consideran que este protocolo es adecuado para evitar y minimizar el riesgo de los madrileños”, ha subrayado Carabante.

El socialista Ignacio Benito ha advertido durante la comisión de que este verano “ha sido el más fresco” de los venideros. “En Madrid los parques son los grandes refugios, pero el Retiro ha estado cerrado como refugio climático cuando ha sido más necesario. Se ha impedido el acceso a nueve parques cuando el mayor número de árboles está en la Casa de Campo y en el arbolado de alineación, que no se pueden cerrar”, ha replicado el edil del PSOE al delegado. “Esto nos lleva a un futuro Retiro cerrado de junio a septiembre”, ha vaticinado, después de apuntar que no ha habido que lamentar este verano en Madrid muertes por caídas de ramas o árboles pero sí “500 personas muertas por el calor extremo”, altas temperaturas que se combaten “refugiándose en zonas verdes”.

En declaraciones a este diario, Esther Gómez, concejal de Más Madrid, ha afirmado que su grupo ya ha pedido la revisión del protocolo. “No puede ser que en la ola de calor más grande los parques de Madrid estén cerrados. Muchos de estos cierres además no se justifican con los datos en la mano y se está haciendo lo contrario que en las grandes ciudades de nuestro entorno, así que hay que revisarlo”, ha sostenido.

El foco, a su juicio, “hay que ponerlo en cuidar nuestros árboles”. “Vienen veranos muy duros, la emergencia climática ya está aquí, y nuestra ciudad tiene que estar preparada, con árboles cuidados, y, garantizando la seguridad, los parques abiertos. Pero a Almeida ni le gustan los árboles ni sabe de árboles, por eso este verano ha dejado morir casi 60.000, ejemplares que el Ayuntamiento plantó tarde y mal y que no regó lo suficiente, por eso tampoco ha repuesto los dañados por Filomena y por eso no tenemos información sobre los árboles de los parques que cierra”, ha añadido.

El climatólogo Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona y uno de los mayores expertos en cambio climático de España, considera razonable cerrar El Retiro “en días ventosos de invierno”, con unos 70 kilómetros por hora, “pero no en días de calor”. Para otros expertos, tras el protocolo planea el miedo. “Cerrar los parques es una idea pésima”, afirma Luciano Labajos, jardinero y miembro de Ecologistas en Acción, que recuerda que “en Madrid hay 300.000 árboles de calle de los que también pueden caer ramas, ¿y qué hacemos, cerramos las calles?”.

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