Almeida mantiene cerradas grandes instalaciones municipales, pese a estar terminadas: “Quiere abrirlas en las elecciones”

Qué tendrán las hemerotecas. El 28 de enero de 2022, el Ayuntamiento de Madrid publicó una noticia a todo trapo en su página web: “Finalizan las obras de construcción del nuevo Centro Deportivo Municipal La Cebada, en Centro”. No hay mejor noticia para un político que una obra terminada. Más aún si se trata de una construcción demandada desde hace décadas por los vecinos de la ciudad que gobierna. La nota de prensa municipal de principios de año incluía unas imágenes de José Luis Martínez-Almeida paseando por una azotea junto a dos de sus concejales. Eran otros tiempos: la mascarilla era obligatoria, el frío de Madrid era evidente con las bufandas que portaban, las luces de navidad se recogían. Sonriente, el alcalde de Madrid dijo entonces que este inmenso pabellón de 7.720 metros cuadrados en pleno centro de la capital era, al fin, una demanda terminada después de cuatro años. “Las principales labores que tiene el Consistorio”, observaba, “se basa en dotar a todos los madrileños de los equipamientos, las infraestructuras y las soluciones necesarias que redunden en la mejora de su calidad de vida y bienestar, para así convertir día a día a Madrid en una ciudad mejor”. Ocho meses después, ningún vecino puede entrar. No es la única obra. Más Madrid denuncia hasta 11 equipamientos terminados que permanecen cerrados por distintos distritos. ¿Por qué?

El inmenso edificio de La Latina cuenta con siete plantas con dos piscinas cubiertas, una pista polideportiva de casi 1.000 metros cuadrados, un gimnasio, zona de escalada, una gigantesca terraza en la azotea… 13,4 millones de euros de inversión, sin usarse. Fuentes del Ayuntamiento explicaban en enero de 2022 que, pese a que las obras estaban terminadas, no se habían tramitado los pliegos para la empresa concesionaria. Es decir, que el equipo de Almeida no ejecutó los contratos de mantenimiento ni de personal que, según fuentes del sector, se suelen hacer paralelamente a la construcción. Ocho meses después, fuentes del área de Deportes (gestionada por Ciudadanos) dicen que, efectivamente, todo está listo, pero que, si no está abierto, es por un tema del área de Obras y del propio distrito, del PP. Fuentes del área de Obras afirman que la obra está terminada, pero que el distrito está terminando de equiparlo para ponerlo en funcionamiento en el último trimestre de este año. Más tiempo. Más demora.

Un paseo por el barrio evidencia la falta de centros deportivos municipales. Los vecinos cuentan que tienen que marcharse a otros barrios para disfrutar de estas instalaciones deportivas. “Es hora de que lo abran. No tiene más explicación que una medida electoralista”, cuenta Alberto Fernández, de 49 años y con más de 20 en el barrio. “En la zona de Vara del Rey pasa lo mismo. Terminan obras y no se inauguran”. El presidente de la asociación de vecinos es Saturnino Vera. Vera dice que han preguntado decenas de veces al Ayuntamiento desde que Almeida llegara al barrio el pasado enero. “Nos dijeron que iban a iniciar la licitación de personal con antelación para que, cuando se terminaran las obras, ya pudiéramos disfrutarlo. Pero nada. Ahí no hay obreros y la piscina está llena de agua. La obra está acabada. No hay explicación”. Otra vez le dijeron que la demora era por algún fallo eléctrico. “¡Las luces funcionan perfectamente! No hay excusa, solo es un tema electoral. ¡Quieren abrirlo en elecciones!”.

Antes de la instalación deportiva, la plaza de la Cebada era un erial con una pista de baloncesto y un huerto urbano, un espacio autogestionado por los vecinos del barrio. “Entiendo que una obra así tarde, pero lo que tenemos es una falta de información evidente. Nadie dice nada”, cuenta por teléfono Manuel Pascual, de 42 años, y uno de los encargados de aquellas actividades.

La oposición, por su parte, tiene entre ceja y ceja esta instalación municipal. No entiende cómo se puede tener cerrada una obras así por puro electoralismo. “Las obras comenzaron con Manuela Carmena y terminaron hace nueve meses”, cuenta Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento. “Esto está cerrado por culpa de la irresponsabilidad e incompetencia de Almeida.”.

Más obras terminadas sin inaugurar

Más Madrid denuncia hasta once espacios con una situación similar. Por ejemplo, la nave de Daoiz y Velarde. Ubicada en el distrito del Retiro, es un teatro listo, a estrenar. Un espacio recién restaurado, con 340 butacas aún cubiertas con plásticos, un montacargas con acceso directo a la calle y un escenario de estilo italiano. El Ayuntamiento de Madrid iba a inaugurarlo en la primavera de 2020, pero una gotera en la cubierta del centro cultural en la Nave Daoiz y Velarde ―el pabellón industrial de 6.800 metros cuadrados que alberga el teatro en la planta baja― ha dejado este enorme inmueble en desuso desde hace tres años, tras haber funcionado durante cuatro años como centro cultural.

En Chamberi destaca el antiguo Frontón Beti Jai, rehabilitado y recuperado durante el anterior mandato municipal después de décadas de abandono. Sin embargo, también permanece cerrado. Es un espacio declarado de Bien de Interés Cultural. En este distrito también se encuentra el pabellón Parque Móvil. Terminado, el concejal popular del distrito quería privatizarlo y convertirlo en un gimnasio, con el rechazo frontal de los colegios y familias de la zona. La nueva licitación aún no ha sido publicada en el portal de contratación del Ayuntamiento. En Usera, el centro juvenil Zofio abrirá sus puertas a principios de 2023, en teoría. La previsión del Ayuntamiento era a comienzos de 2022. En Vallecas, un centro de desarrollo para el empleo. Y, en San Blas, según cálculos de Más Madrid, otros tres. Las elecciones son en mayo de 2023. Una fecha que también coincide con la inauguración de la gran obra de Almeida: la nueva Puerta del Sol.

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