Toni Cantó abandona la Oficina del Español de Ayuso por “un nuevo proyecto profesional”

Toni Cantó, exdiputado de UPyD y Cs, ha anunciado este jueves en un tuit que abandona el cargo de director de la Oficina del Español en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso (PP). Fichado directamente por Pablo Casado y Teodoro García-Egea para las listas electorales de la baronesa en 2021, el actor deja su puesto solo unos meses después de que sus valedores abandonaran la presidencia del partido, y su secretaría general, respectivamente, precisamente por su choque contra la líder conservadora. La razón oficial es “un nuevo proyecto profesional”.

“He comunicado a la Presidenta Díaz Ayuso mi intención de iniciar en breve un nuevo proyecto profesional”, ha escrito Cantó en sus redes sociales. “Quiero agradecerle a ella y a todo su equipo haberme permitido formar parte de su gobierno”, ha añadido. “Ha sido una experiencia inolvidable que recordaré con orgullo”.

El fichaje de Cantó para las listas electorales de Ayuso dejó boquiabierto al PP de Madrid. Fue una idea de Casado y García Egea, que vieron en el exdiputado de UPyD y Cs un símbolo para unificar en las siglas del PP los votos de los antiguos electores de esos dos partidos. Su llegada provocó un terremoto. Génova impuso que fuera el número cinco de la lista, adelantando a los consejeros que habían gestionado lo peor de la pandemia con la presidenta regional, que los quería premiar con una posición a la altura de sus desvelos. Tras días de tensas negociaciones, en las que Ayuso dejó pasar el tiempo sin confirmar el fichaje para subrayar su sorpresa, la baronesa finalmente aceptó su inclusión en las listas electorales. Luego, incluso lo defendió. Sin embargo, la Justicia evitó que su nombre apareciera en las papeletas, porque no cumplía los requisitos: no se había empadronado a tiempo en la Comunidad de Madrid.

Aquello fue un fiasco, porque constituyó el único momento de desafinación en una campaña sin errores de Díaz Ayuso camino de la victoria electoral del 4-M. Y todas las miradas se dirigieron a la sede nacional de Génova. No obstante, Díaz Ayuso rescató a Cantó tras ganar los comicios, y lo eligió para un proyecto polémico desde su mismo nacimiento: dirigir la Oficina del Español, un organismo unipersonal en el que Cantó ganaba más de 75.000 euros al año por reunirse con representantes de las embajadas americanas en Madrid, escuchar a empresas especializadas en traer a Madrid estudiantes extranjeros para estudiar español, y organizar el festival de la Hispanidad alrededor de la fiesta nacional del 12 de Octubre.

“El chiringuito soy yo”, dijo él, creyendo que ironizaba, ante la polémica que generó su nombramiento. Desde entonces, Cantó mantuvo un perfil bajo, muy distinto del que tenía cuando era diputado, y cultivó la relación con Díaz Ayuso todo lo que pudo. Coincidieron en múltiples actos culturales posibles. La alabó en cada intervención pública. E incluso se dejó ver este mismo martes en el estrambótico acto que sirvió para designar a la presidenta de Madrid como presidenta de Tabarnia.

Este jueves, sin embargo, todo ha terminado. También la participación de Cantó en los preparativos para la segunda edición del Festival de la Hispanidad. En ella, la Comunidad aportará más de 150.000 euros para lograr que el cantante Camilo actúe frente a la Puerta de Alcalá, según información publicada por el Gobierno en el portal de Transparencia. Cantó ya no estará allí para escucharlo como director de la Oficina del Español. Así, Marta Rivera de la Cruz, titular de la Consejería de Cultura, asumirá sus funciones en la organización del festival, cuyos actos comienzan el 4 de octubre.

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