La Generación Z en redes sociales

Un móvil de última generación preside la sala, decorada con una gran pantalla en la que se proyectan imágenes futuristas. Los jóvenes de la Generación Z, aquellos nacidos a partir de 1995, son los protagonistas de esta función inmersiva por las redes sociales. Los cuatro personajes de We are in the army now (Ahora estamos en el ejército, en inglés) se sumergen en un mundo de emoticonos, memes y cultura pop que convive con un activismo disidente en los Teatros del Canal.

La función ahonda en problemáticas sociales que atormentan a los jóvenes. “En esta obra vamos a hablar de proyectos”, avanza uno de ellos. Asuntos como la discriminación por identidad de género, la precariedad laboral, la crisis climática y el sexismo se sentencian a través de un diálogo disruptivo entre los personajes. “Hay veces que estamos muy deprimidos porque no nos imaginamos alternativas. Yo lo llamo depresión política”, declara su director, Elias Adam. El creador elaboró la obra durante en confinamiento, influenciado por los sentimientos de desasosiego y soledad que se replicaban en las personas de su entorno más cercano, como los cuatro amigos que participan con él en el proyecto.

Se trata de una autobiografía mezclada con elementos de ficción que incluye diferentes disciplinas: palabra, baile, música y moda. Los protagonistas son parte de un videojuego en el que las pajitas de plástico y los boomers se convierten en sus enemigos. Ellos inventan un universo en el que se presentan como superhéroes, parecidos a los personajes televisivos de los años noventa conocidos como Power Rangers y figuras de la saga de videojuegos de Pokémon.

El dramaturgo se inspira en su experiencia y la de sus compañeros, de entre 20 y 30 años, para desarrollar su creación. La actriz Styliana Ioannou encuentra similitudes con su personaje, que atraviesa una crisis por la ausencia de su figura paterna: “Para mí ha sido complicado compartir esa relación en el escenario, pero a la vez me ha ayudado a sentirme mejor”. La joven deleita con un número atrevido en el que defiende su libertad, tras una imagen galáctica que representa el escenario del videojuego de Los Sims.

Sus historias abordan la urgencia colectiva de la generación con toques de sarcasmo en materias de medio ambiente y justicia social. El actor Kristof, que interpreta a Gary, cuenta que las redes sociales son un vehículo para denunciar agresiones como la homofobia: “Es un lugar donde podemos compartir experiencias propias o de conocidos en modo de advertencia”.

El relato aborda la situación de dos chicos que se han conocido por una aplicación móvil de citas. Kristof y su compañero, Jeo Pakitsas, inician una coreografía de vogue en forma de liberación, bajo luces de colores que inundan la pista de baile. “¡Somos las reinas guerreras!” es el estribillo de la canción con la que se presentan con guiños a iconos de la música pop, como la bola que pende del techo que utilizaba Miley Cyrus en su videoclip de Wrecking Ball.

La música vertebra el espectáculo con teclados, guitarras eléctricas y micrófonos dispuestos en el escenario. El estilo inconformista de la propuesta se aprecia en los vestuarios de los artistas. Sus botas extravagantes, pelucas de colores, pantalones ceñidos y camisetas cortas armonizan una puesta en escena cósmica con coreografías de Tik Tok.

Reflexiones sobre cómo encontrar el equilibrio entre la intimidad y las redes sociales se llevan a escena en esta propuesta artística. “¿Acaso las redes sociales no forman parte de nuestra vida privada?”, se plantean. La exposición en redes sociales deriva en un juego de cartas en el que se puntúa la personalidad de los personajes a partir de sus puntos fuertes y sus debilidades. “Hemos creado un perfil de Instagram especialmente para el espectáculo. Hay partes de la función que se pueden seguir en directo a través de la pantalla”, explica el dramaturgo.

El autor griego debuta por primera vez en la capital. El joven, de 30 años, estudió Arte Dramático y Derecho en Atenas y ha mostrado sus obras en escenarios de Grecia, Chipre y Alemania. Desde que en 2016 escribió Gamlet, ha dirigido varias producciones como Eyolf Machine y Father help us.

La compañía estrenó el espectáculo en línea debido a las restricciones derivadas de la pandemia. Los artistas cuentan que fue una nueva experiencia que los llevó adquirir nuevas habilidades interpretativas. “Fue algo diferente a lo que estábamos acostumbrados porque actuábamos para una cámara que nos grababa en directo”, recuerda el actor Jeo Pakitsas. Un año después, se encuentran por primera vez con el público en Madrid.

Esta producción supone un escalón más en el acercamiento al teatro del país heleno, después de los montajes de los coreógrafos y dramaturgos Dimitris Papaioannou y Christos Papadopoulos durante el pasado Festival de Otoño en los Teatros del Canal. Alejado de las influencias de la mitología y el simbolismo de las obras anteriores, el espectáculo de Adam zambulle al espectador en el mundo de la tecnología, las redes sociales, los videojuegos y los teléfonos móviles desde una visión crítica de la realidad de los jóvenes de la generación posmilenial.

La función no dejará indiferente al público que, como avanza su director, “seguramente se sentirá confuso, enfadado y algo incómodo”. El joven pretende poner a prueba la comodidad del espectador de manera sutil en We are in the army now, que se representa en griego y en inglés con sobretítulos en español, con coreografías de Panos Malactos y una escenografía digital diseñada por Sita Messer.

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