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Vox se planta ante Almeida y no aprobará los Presupuestos de Madrid: “Su política es rastrera”

El alcalde de la capital de España intentará ahora pactar las cuentas con el Grupo Mixto: “Javier Ortega Smith ha faltado el respeto a los madrileños. Ha hecho un paripé”

Manuel Viejo
Javier Ortega Smith y José Luis Martínez-Almeida, este jueves.
Javier Ortega Smith y José Luis Martínez-Almeida, este jueves.Madrid

Pues no. No ha sido una cita de éxito. Siete minutos después de la ocho de la mañana de este jueves, el alcalde de Madrid compartió un vídeo de 48 segundos desde su cuenta oficial de Twitter. Era un montaje de su entrevista en El hormiguero de hace más de un año mezclado con una mujer que acudió al programa de Cuatro First Dates hace unos meses. Una cena en busca del amor en toda regla, vaya. “Técnica de conquista infalible”, escribió Almeida en su tuit subrayando sus dotes. En el vídeo, el político dictaba a toda velocidad algunos artículos de la Constitución, un método, implacable a su juicio, del que presumió con Pablo Motos. Bien. Ocho minutos después de lanzar este consejo a sus miles de seguidores, se ha sentado a desayunar con dos vasos de agua con el portavoz de Vox en la capital, Javier Ortega Smith, en el Palacio de Cibeles. Su verdadera cita clave de la semana y, probablemente, del año. En una sala contigua al despacho del mandatario, Almeida ha tratado de ronear a la extrema derecha de nuevo para que aprobara sus Presupuestos de 2022, sin éxito.

El PP había logrado sentar al emisario de Santiago Abascal en la capital, tras seis semanas clamando por una cita con declaraciones públicas en medios, entrevistas y ruedas de prensa. Una hora después del encuentro, no ha servido de nada. Vox se ha plantado. Un no rotundo a sus cuentas. Un movimiento político que, aunque los ciudadanos no notarán demasiado, sí cambia el rumbo del discurso del PP de Almeida en la ciudad y del modo de entender de sus propios votantes. Vox sí aprueba las cuentas de la presidenta Isabel Díaz Ayuso y no dará el sí a las de Almeida. Y eso que el alcalde siempre ha dicho que Smith y la extrema derecha eran su socio prioritario. A fin de cuentas, comparten votantes. Sin embargo, sus acuerdos con los cuatro ediles del Grupo Mixto tras el verano―los cuatro concejales que se marcharon de Más Madrid en abril de este año por desavenencias con el rumbo que estaba tomando el partido― propició que aprobara su nuevo Madrid Central. Una jugada que no ha sido tolerada nunca por la formación ultra. “No vamos a aprobar los Presupuestos. No cumple sus promesas. Su política es rastrera”, ha dicho el edil tras la cita matutina.

El Grupo Mixto entra en escena

Smith ha argumentado su negativa recordando el pasado de los ediles del Grupo Mixto, sobre el que todo apunta que recaerá el apoyo para las próximas cuentas. “Las políticas de Carmena han venido para quedarse. Lo vimos con la aprobación de Madrid Central y lo vamos a ver en la aprobación de estos Presupuestos”, ha dicho el portavoz de Vox con un tono muy serio. “[Almeida] ha quebrado el equilibrio que había en el Ayuntamiento para que las políticas de la izquierda no prosperaran. Vamos a votar en contra. Hoy vamos a presentar una enmienda a la totalidad de las cuentas. ¡No podemos aprobar unos Presupuestos aprobados por la izquierda!”.

Almeida ha guardado silencio tras el encuentro. Salió rápidamente hacia el barrio madrileño de Tetuán, donde tenía convocado a sus concejales para anunciar los acuerdos de su Junta de Gobierno de los jueves, con su socio Ciudadanos. Al concluir, sí atendió a la prensa: “Muy buenos días”, observó, “permítanme que comience diciendo que Javier Ortega Smith ha faltado el respeto a los madrileños. Ha hecho un paripé”.

El alcalde fue con todo contra su socio estrella, tras clamar que se sentara, pensó que la cita matutina serviría para cerrar su ansiado acuerdo con la extrema derecha. “La reunión ha sido un frontón”, siguió. “Yo le decía: ‘¿Y los presupuestos?’, y él me contestaba con Madrid Central. ‘¿Qué propuestas tiene?’ Y Madrid Central. ¡Que no venga a tomar el pelo a los madrileños!”. Tras el portazo, la respuesta del equipo de Almeida fue poner a Vox ante la tesitura de ser los culpables de que no haya nuevas cuentas en la capital: “Todo se resume a que Javier Ortega circule con su vehículo por la Gran Vía. Me he llevado una profunda decepción. El portazo no es a Almeida, que no mienta”.

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Vox ha entrado de lleno en la crisis interna del PP. Ya mira al horizonte las elecciones municipales de 2023. Almeida, molesto ante esta jugada de la extrema derecha que divide a sus votantes, quiere hacerles ver que él sí que mira por los madrileños. “Sé que esto [el posible acuerdo con el Grupo Mixto] algunos [votantes] puede que no lo entiendan. Sé que Vox hace política con esto, pero yo estoy aquí para hacer que a los madrileños les vaya mejor. Por delante de mí están los tres millones de ciudadanos. Eso es lo que me va a guiar”.

Durante seis semanas, Vox no había contestado a ninguna llamada del PP. En el círculo de alcalde no entendían este tipo de movimiento. “¡Todas las veces nos dicen que no!, ¡hay que ser…!”, bramó la edil popular de Hacienda, Engracia Hidalgo, hace 10 días. El plazo de las enmiendas de los partidos a las cuentas concluía este martes. Sin embargo, una llamada de Hidalgo al Grupo Mixto pasadas las diez de la noche, propició que se alargaran 48 horas más, el límite permitido. La jugada sirvió para que Smith, al enterarse de este telefonazo entre el PP y el Grupo Mixto, enviara inmediatamente un correo electrónico al alcalde diciéndole que sí, que esta vez se sentaba con él este jueves, al límite del horario.

Más allá del sí o no a los Presupuestos, también estaba en juego el relato a sus votantes. El no de Vox, sin sentarse, difícilmente se entendería entre su militancia. ¿Una negativa sin, al menos, una cita?, ¿por qué no se sienta nuestro concejal con Almeida?, pensarían. Vox, finalmente, se ha sentado. “Nunca hemos dicho que no a sentarnos”, ha explicado Smith. “Pero nosotros somos un partido de fiar y no jugamos con el oportunismo político. Lo que decimos en campaña, lo cumplimos”. Y así se solapaba el posible discurso de Almeida de un hipotético nuevo pacto con los ediles de la izquierda para aprobar sus cuentas. O dicho de otra manera. Lo hacemos con el Grupo Mixto porque Vox no quiere.

Vox quiere ahora aprovechar este río revuelto popular para dividir como sea y a toda costa al votante madrileño del PP. “No sentimos la traición con Ayuso, nos fiamos de ella y por eso hemos firmado un acuerdo”, ha explicado Smith tras su desayuno con Almeida. “No me fio ya de este equipo de Gobierno [en referencia al alcalde y su equipo] y no podemos apoyar a quién está engañando a los madrileños. Es una política rastrera”.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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