Bergoglio, estás en su lista

El Papa es un populista y alguien tenía que decirlo. Es el mensaje de Isabel Díaz Ayuso que más recorrido ha tenido hasta ahora en su gira americana.

Mientras el tren de la convención del PP hacía escala en Madrid, su presidenta respondía desde Washington, con la Casa Blanca de fondo, a la enviada especial de Telemadrid. Preguntó la periodista por las declaraciones de Francisco “en las que pedía perdón a México por los pecados cometidos en la conquista española” e Isabel Díaz Ayuso consiguió meter Papa, nacionalistas y comunistas en la misma frase.

“Me sorprende”, aseguró la presidenta madrileña, “que una persona católica, de habla hispana, español [nació en Buenos Aires] piense y manifieste esto, y por otro lado, lamento que siempre se critica a España, a la empresa española, el legado español, a la historia de España. Lo critican los nacionalistas, los comunistas, los populistas. Todo el mundo critica todo el rato los intereses de España. Digo yo que alguien tendrá que decir algo al respecto. ¿Vamos a permitir que uno de los mejores países del mundo tenga siempre encima estas leyendas negras? Los que tenemos responsabilidades de gobierno tenemos que defender la verdad y reivindicar lo que somos, uno de los mejores países en todos los aspectos. Siempre estamos sometidos a lo mismo por los mismos enemigos. Ahí, desde luego, no me puedo quedar callada”.

Bergoglio, estás en su lista.

Unas horas antes ya le había caído al presidente de México, López Obrador, por “promover el indigenismo, que es el nuevo comunismo”. Las palabras de Ayuso provocaron reacciones curiosas en España. Vox se alió con la presidenta madrileña y contra el Papa comunista y Mónica García, de Más Madrid, hizo un hilo en redes sociales recomendando la encíclica de 2020.

Preguntada por si iba a reunirse con algún miembro de la Administración del presidente Joe Biden, demócrata, Ayuso aclaró que no: “No lo estamos buscando”. Durante sus comparecencias, denunció los riesgos del “revisionismo histórico y maniqueo”, pese a que su partido cuestiona en España que la Guerra Civil empezó con un golpe de Estado. Y atacó a quienes critican a España cuando el objetivo de su viaje, además de “estrechar lazos”, es presentar Madrid como la aldea gala de Astérix, un refugio liberal en el reino de la burocracia y los impuestos “confiscatorios”.

Le recordó un periodista que en Madrid hay muchos inmigrantes latinoamericanos, y le preguntó cómo casaba su defensa de lo hispano y del mestizaje con “un socio con un discurso antiinmigrante”, en alusión a Vox. Ayuso respondió: “Su mensaje va sobre todo encaminado a hablar de materias de seguridad. Yo no busco ni la unión ni la discrepancia en ese sentido. Cada uno defiende sus políticas. Yo creo en la integración. Ahora buscamos sobre todo puntos de unión en otras cuestiones y la relación es buena”.

Mientras, en casa, los barones del PP tratan de marcar distancias con Vox y aprovechar la convención para “ensanchar” el partido.

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