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El mítico cine Paz reabre sus puertas el viernes 17 de septiembre

El local de la calle de Fuencarral, con proyecciones desde 1943, reanuda el 17 de septiembre sus sesiones coaligado con la cadena de exhibición mk2

Cine Paz
El cine Paz, en la calle de Fuencarral, ayer martes a la espera de su reapertura el viernes 17.Kike Para
Gregorio Belinchón

El cine Paz, la mítica sala con cinco pantallas en la calle de Fuencarral, en mitad del tramo entre las glorietas de Quevedo y Bilbao, reabrirá sus puertas el próximo viernes. Pero con más músculo: activo desde 1943 y propiedad de la familia Góngora desde 1978, ahora contará con “una alianza estratégica” con la cadena de exhibición mk2, que cuenta en España con 125 pantallas en 10 complejos situados en cuatro comunidades autónomas. “Somos dos familias”, asegura Álvaro Postigo, director general de mk2 en España. “Y ante problemas similares nos unimos para apoyarnos”. ¿Qué más comparten? “Pasión por un arte que creemos tiene una misión social y cultural para su público”, explica Carolina Góngora, que dirige el Paz junto a su hermano Mariano.

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En España había, según datos de abril de 2019, 3.593 pantallas pertenecientes a unos 500 complejos cinematográficos. La pandemia ha hecho mucho daño a un sector industrial que además está siendo duramente golpeado por el alto precio de la electricidad y la guerra entre las plataformas digitales, que ha convertido el cierre de salas en daños colaterales. Cuando se acabó el confinamiento, el Paz fue de los primeros en reanudar las proyecciones. “Abrimos el 26 de junio y cerramos de nuevo el 30 de septiembre, así que llevamos casi un año parados”, recuerda Góngora.

El cine Paz, en concreto su público, es un referente en la industria, que muchas veces se hacía esta pregunta: ¿les gustará a las señoras del Paz? Así se referían a su grupo mayoritario de espectadores: mujeres ilustradas, de más de 50 años, público fiel a un tipo de cine independiente en versión doblada. “Recibimos muchos mensajes digitales de nuestros espectadores, porque no proceden solo del barrio. Nos llaman y nos echan de menos desde El Escorial, Las Rozas... Están esperando que su Paz abra” cuenta Góngora, que pone cifras económicas a la crisis del coronavirus: “Durante el confinamiento, perdimos más de 1.000 euros diarios. Multiplica eso por 100 días. Cuando abrimos en verano de 2000 tuvimos un 70% de pérdidas en la taquilla. Hemos acabado con nuestras reservas. Y estas semanas aún vemos cómo la taquilla no recupera brío”. Sin embargo, el pasado fin de semana los resultados mejoraron, gracias a los estrenos de Shang-chi y la leyenda de los 10 anillos; After. Almas perdidas y Maligno, las 20 películas con más público sumaron una recaudación de 4,5 millones de euros, “aunque esa cantidad solo es el 58% del mismo fin de semana de 2019″.

El cine Paz entra así en el circuito mk2. Sus cinco salas seguirán igual (la más pequeña con 99 butacas, la mayor con 333; recién reformadas justo antes del cierre obligado por el estado de alarma). “En las conversaciones que empezamos en Navidades hemos hablado de todo”, comenta Postigo. “Nosotros le damos un nuevo impulso al Paz, de la mano de la familia Góngora, que quiere que su sala siga existiendo”, remata, recordando que justo al lado del Paz estaban los dos Roxy y enfrente el Proyecciones, el Bilbao y los Minicines. Hoy ya solo queda el Proyecciones, convertido en un complejo cinematográfico de la cadena Cinesa. “Unimos fuerzas porque ahora mismo se abre una ventana de ilusión”.

Mk2 no es precisamente una empresa recién llegada: su fundador no tiene parangón en el cine europeo. El francés Marin Karmitz, de 83 años, fundó mk2 como productora en 1967; después, como distribuidora, y, desde 1974, como empresa de exhibición. Como pocas salas proyectaban los filmes que mk2 producía, Karmitz decidió hacerlo él mismo. Como productor, ha levantado más de 100 películas de cineastas como Krzysztof Kieslowski (la trilogía Tres colores es la obra de la que más se enorgullece), Claude Chabrol, Jean-Luc Godard, Agnès Varda (fue amigo íntimo de ambos), Alain Resnais, Louis Malle, los hermanos Taviani, Theo Angelopoulos, Ken Loach, Abbas Kiarostami, Hong Sang-soo o Michael Haneke, por mencionar a algunos. En Madrid poseen los cines Palacio de Hielo. “Para nosotros”, confiesa Postigo, “debido al perfil de nuestra empresa, tener un cine en el centro de la ciudad es una ilusión añadida”. Porque la cadena de exhibición apuesta por esas salas, las urbanas, hoy de capa caída en España... que no en otros países como Francia.

Cambios de programación

La programación sufrirá algunos cambios. “No queremos perder a su clientela de toda la vida”, explica el responsable de mk2. “pero queremos atraer a un público nuevo”. Para ello, en unos cines especializados en cine de autor en versión doblada, añaden sesiones matinales diarias —las de fin de semana aumentarán los filmes para audiencia infantil—, a partir de las 19.30 habrá proyecciones en versión original subtitulada (VOS) en todas las salas, “reservando las dos primeras sesiones para el público fiel del Paz”. Los Góngora apostaron siempre por proyecciones de conciertos de música clásica, óperas o espectáculos de ballet, y en mk2 comparten esa política: “Es uno de los cines de Madrid que más contenidos alternativos maneja y eso nos apasiona; añadiremos eventos para público joven urbano”.

Según Carolina Góngora, “esta alianza es una obligación autoimpuesta, y tras más de cuatro décadas dedicados al cine, queremos que este local se mantenga como sala cinematográfica. Y con mk2 el Paz tendrá más vida de la que los Góngora podríamos darle solos”. Cuando abran el viernes 17, el público podrá ver Dune, de Denis Villeneuve; la italiana Lazos, de Daniele Luchetti... “Aún no está cerrada toda la cartelera, la rematamos en pocos días”, explica Postigo. “Seguramente recuperamos alguna película estrenada la semana anterior”. Y Góngora insiste: “Estamos para todos los públicos”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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