La policía investiga el asesinato de un chico de cuatro puñaladas en un túnel de Madrid como ajuste de cuentas
El joven de 18 años murió desangrado la noche de este miércoles, tras ser perseguido y atacado por la espalda por un grupo de personas, según el relato de varios testigos a los agentes
Al joven asesinado este miércoles por la noche en el túnel de la calle Comercio le dio tiempo a hacer una última llamada. Cuando huía de “tres o cuatro personas” por el pasaje subterráneo que conecta la calle de Téllez con la de Méndez Álvaro llevaba el móvil en la mano. Hasta que sus perseguidores le dieron alcance y asestaron al chico, de 18 años y nacionalidad española, cuatro puñaladas por la espalda. A pesar del intento de reanimación de dos médicos que no se conocían entre sí y que pasaban por la zona por casualidad, no se pudo hacer nada por salvar su vida. La policía trabaja con la hipótesis de que el crimen puede ser fruto de una venganza o un ajuste de cuentas.
Según el relato de varios testigos a los agentes, sobre las nueve de la noche vieron a la víctima correr durante varios metros delante de un grupo de “tres o cuatro personas”, según las diferentes versiones. Por eso, el Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, cree que el joven conocía a sus atacantes. Hay varias hipótesis abiertas, pero se descarta el robo como móvil del crimen.
El chico vivía muy cerca de la zona en la que fue asesinado, por lo que su madre y su novia bajaron a los pocos minutos hasta el lugar de los hechos. Todavía no se sabe si fueron alertadas por la propia víctima en esa última llamada o bien les avisó la persona con la que consiguió contactar la víctima. Al lugar acudió también una psicóloga para atender a las familiares del fallecido.
Los dos facultativos que pasaban por allí y se encontraron al chico tirado en el suelo en posición fetal trataron de salvar su vida, pero fue imposible. Dos de las heridas fueron fatales, especialmente una que afectó a la arteria aorta. Los médicos avisaron al Samur, que prosiguió con las tareas de reanimación durante más de media hora, aunque todos los esfuerzos fueron en vano. Hubo que cortar el tráfico en sentido Retiro durante el despliegue en la calzada. “A nuestra llegada ya estaba en parada cardiorrespiratoria y la situación nos pareció excesivamente crítica. Hemos intentado técnicas agresivas de reanimación, incluyendo el drenaje de hemorragias internas pero hemos llegado a la conclusión de que una de las heridas ha alcanzado la arteria aorta”, ha informado un portavoz de Emergencias de Madrid que participó en el dispositivo.
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