Bienvenidos a la casa de Eva Yerbabuena
Estrena esta noche la bailaora ‘Al igual que tú’, en el marco del Festival Veranos de la Villa
Ocurrió en casa, en Granada. Aquel momento en que la tía Encarnita dijo a la familia “esta niña tiene arte”, la vida de Eva Yerbabuena dio un vuelco espectacular. Tenía buen ojo Encarnita. La pequeña ni siquiera sabía que había nacido para el flamenco ni mucho menos que en 1998, con apenas 28 años, iba a fundar su propia compañía. Pero esta noche, 16 espectáculos más tarde, estrena en Madrid Al igual que tú, su décimo séptima creación. La acoge, hasta el 17 de julio, el Centro Cultural Condeduque, en el marco del Festival Veranos de la Villa, con esta obra que el pasado mayo inauguró el Festival de Jerez y en la que, nostalgia mediante, vuelve los ojos al pasado, a su casa, a momentos que marcaron su vida como ese en el que su tía vaticinó su destino.
“Me preguntan si el espectáculo es biográfico y yo les digo que es la biografía de todos”, asegura Yerbabuena. “Nos ocurre en casa lo bueno y lo malo, nos pasan cosas maravillosas y vivimos momentos duros, pero incluso aquello que nos pudo producir dolor es también enriquecedor. No importa de dónde vengas, no importa qué cultura tengas… las casas y lo que ocurre en ellas se parece en cualquier parte del mundo”.
Para edificar su nueva propuesta se rodeó de un valioso equipo encabezado por Fernando Suels, ex bailarín de Pina Bausch, Christian Lozano y ella misma al baile, más la actriz Maica Barroso y siete músicos en directo. La música es de Paco Jarana y la dramaturgia de Alfonso Zurro pero Yerbabuena destaca la importancia que ha tenido para todos la escenografía de Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán, de estuiodeDos, que quiere ser imaginativa y simbólica representación de esa casa que nos marcó la infancia a todos.
No importa qué forma y qué estilo tenga la casa, lo que la hace vibrar es la gente que vive dentro
“No importa qué forma y qué estilo tenga la casa, lo que la hace vibrar es la gente que vive dentro. No es la casa lo que te marca sino todo lo que ocurre en ella. Pasan cosas que te pueden destruir y encasillar pero también pueden darte impulso para seguir adelante, que es lo que queremos destacar”.
Flamenco y ópera
Como en todas las casas, en la recién estrenada de Yerbabuena también confluyen sentimientos encontrados. Hay alegrías y tristezas, hay sueños, hay anhelos. “Por eso, he querido una amalgama de músicas. Flamenco pero también brasilera, mexicana, clásica, ópera”. Abre y cierra el espectáculo con Casta Diva de la ópera Norma, pero entre medias hay soleás y bulerías, danza-teatro en el más auténtico estilo Pina Bausch y hasta un dueto emocionado al ritmo triste de La llorona, canción mexicana de amor y despecho.
Y es que Eva Yerbabuena siempre fue por libre. Su flamenco nunca fue tímido ni ortodoxo. “Yo nunca pensé en ser artista, fue decisión del destino. Apareció el flamenco, me gustaba, me ayudaba a superar mi timidez y me permitía expresar mis sentimientos. Me atrapó su visceralidad, me conmovió, y por esa razón seguí haciéndolo. Quizá por eso nunca he tenido el temor de ser menos o más flamenca. Nunca he sido de esos artistas que se cuidan de no salirse del flamenco, que tienen miedo. Yo no, porque creo que eso no se pierde, es una esencia que está ahí. Es verdad que la vida te hace cambiar pero si hay algo que permanece son tus creencias y principios”.
Al igual que tú es producto del parón pandémico. Buena parte se gestó en el confinamiento, en medio de la incertidumbre, tras la suspensión de una gira por Brasil de Cuentos de azúcar, su producción anterior. Pero como es usual, Yerbabuena siguió su instinto que le pedía no parar. “Siempre prefiero arrepentirme de lo hecho y no de lo que no intenté hacer”.
Por lo pronto, esta noche, el aplauso de los madrileños probablemente vuelva a darle la razón a la tía Encarnita cuando espontánea, soltó en aquella casa, quizá en la sobremesa, “esta niña tiene arte”.
Ángel de la guarda
Asegura Eva Yerbabuena que cuando habla de maestros no se refiere a los que enseñan en la escuela sino a los que enseñan en la vida. Pina Bausch, una de ellas. Invitada varias veces por la célebre coreógrafa al festival que organizaba en Alemania, hubo un proyecto conjunto que quedó frustrado tras su muerte, en 2009. No se hizo, pero quedó el vínculo con el bailarín venezolano Fernando Suels, que todavía baila las creaciones de Bausch en su compañía e iba participar en aquella obra que no vio la luz. Pero esta noche aparecerá en Al igual que tú, habitando la casa de Yerbabuena e interpretando al que la bailaora y creadora define como un ángel de la guarda. “Siempre hemos tenido muy buena relación, hay mucho feeling. Fernando Suels tiene algo que escasea: tiene paz interior y una energía que pocas veces encuentras en un bailarín. Se suele buscar el virtuosismo en los artistas invitados pero yo estoy en otro plano y hoy lo que necesito es un compañero para el camino. No intenté siquiera aproximarlo al flamenco, le dije que fuera él mismo y se marcó una soleá bellísima”.
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