Mónica García anticipa que hará una “oposición férrea” frente a Ayuso
La líder de la oposición promete ser una “alternativa decente, verde y feminista” para llegar al poder en 2023
Mónica García, la estrella emergente de la izquierda madrileña, ha tenido este viernes su primer enfrentamiento como líder de la oposición con Isabel Díaz Ayuso. El tenso choque en la Asamblea de Madrid ha sido probablemente un anticipo de dos años de debate bronco entre ambas, la cuenta atrás para las elecciones de 2023.
En un discurso de 31 minutos, García ha adelantado que hará una “oposición férrea” y ha propuesto un modelo de sociedad del bienestar opuesto al liberalismo de Ayuso. “Nosotros defendemos la libertad de vivir bien. Usted la obligación de pasar por caja para conseguirlo”, le ha dicho García a la candidata a presidenta en la sesión de investidura.
La líder de Más Madrid le ha recordado a Ayuso que tres meses después se ven las caras en la Asamblea. En marzo, antes de que Ayuso disolviera la Cámara para convocar elecciones, García era la portavoz del cuarto partido de la región. Ahora es la alternativa de Gobierno y ha aprovechado ese papel para recalcar todo lo que la diferencia de la presidenta en funciones. “Voy a poner alma, corazón y cerebro para que la alternativa decente, verde y feminista llegue a Madrid en 2023″.
García ha comenzado su discurso mostrando su apoyo a Serigne Mbayé, el diputado de Podemos de origen senegalés, protagonista de la sesión por su choque contra el discurso incendiario contra la inmigración de la líder de Vox, Rocío Monasterio: “Ningún discurso de odio va a hacer movernos ni un ápice en nuestras convicciones”. También ha recordado a las víctimas de la pandemia y a los sanitarios, “los grandes olvidados” en el discurso que Ayuso dio este jueves y ha saludado a un grupo de madres del asentamiento irregular de la Cañada Real a quienes invitó su partido. Ha recordado que 1.800 niños y niñas llevan ocho meses sin luz.
Me di cuenta que la política solo merece la pena hacerla si se hace por lo que de verdad importa
La líder de la oposición ha confesado que tras la derrota de la izquierda el 4-M sintió dudas sobre la política. “Pensé incluso si merecía la pena seguir haciendo política de lo que de verdad importa”, ha dicho. Ha añadido que recuperó la fe cuando oyó el relato del periodista de la cadena SER Carles Francino en el que narraba entre lágrimas sus 47 días de lucha contra la covid y la pérdida de un ser querido. “Me di cuenta de que la política solo merece la pena hacerla si se hace por lo que de verdad importa”.
Ha relacionado la ideología liberal de Ayuso con la de líderes populistas como Silvio Berlusconi, Matteo Salvini, Jair Bolsonaro o Donald Trump. Frente a la idea de libertad de la presidenta en funciones, García ha reivindicado a una lista de activistas defensores de los derechos LGTBI, la muerte digna, el feminismo o la sanidad y educación públicas.
El núcleo de su discurso lo ha dedicado a criticar las políticas del PP en asuntos sociales como la vivienda, educación, sanidad, salud mental, desigualdad y cambio climático. Frente a la confianza en el “sacrosanto mercado” ha pedido inversiones en servicios públicos y para favorecer a los más vulnerables. Ha cuestionado los cierres de centros de salud, la escasa vivienda social o que Madrid sea la única comunidad que no ha dado ayudas a los trabajadores en ERTE.
“Hagamos políticas públicas que favorezcan una vida más lenta, más sana, más feliz y más tranquila. Huyamos de la política espectáculo, del ruido y de la burla, del bulo, del clickbait”, ha pedido.
Sobre la promesa estrella de Ayuso para aumentar la natalidad, el cheque bebé, García ha reprendido que se exija “un pedigrí chulapo” —hace falta estar empadronada 10 años— y que beneficiará a una minoría: “Su gran anuncio afecta a un 2% de las mujeres porque tienen que pasar las 12 pruebas de Asterix”.
García llega a esta segunda mitad de la legislatura madrileña en una posición muy distinta a su estreno en 2019. Entonces, era poco conocida, pero consiguió elevar su perfil gracias a los choques con Ayuso y a sus críticas por la gestión de la pandemia, que hizo que muchos la conocieran como “la sanitaria de Más Madrid”. En esta segunda etapa, la líder de Más Madrid parte con ventaja frente a Hana Jalloul, la portavoz del PSOE, que tiene aún por delante la tarea de darse a conocer.
Hoy, Ayuso y García han tenido intercambios que han ido más allá del choque por sus distintos modelos de sociedad.
“Lamento decirle que a partir de ahora va a tener el aliento de mi boca mustia, como usted la definió, un poquito más cerca. Así que le animo a que recuerde bien las siguientes palabras: si convocó estas elecciones pensando en una legislatura de rodillo y seda, váyase olvidando”.
“Su discurso me ha parecido extremadamente violento. Me da igual que esté lejos o cerca de mí. Solo quiero que no me apunte con una pistola”, le ha respondido Ayuso en su turno de réplica. La presidenta se refería a un gesto con el dedo índice que García empleó contra un consejero el año pasado.
Luego, García recogió el guante: “La echaba de menos. Ayer la vi un poco mustia, porque las medidas para los madrileños siempre son pesadas de contar”. Y continuó con altas dosis de ironía. La llamó una “crack” por ganar unas elecciones con un folio en blanco y la palabra libertad. Le dijo que es mejor candidata de Vox que Monasterio y añadió que Ayuso había sido valiente porque ataca a la izquierda con dureza pero “trata con paño de seda a unos compañeros que han venido a hacer el discurso más racista de la historia de esta cámara”.
Suscríbase aquí a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.