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El PP de Díaz Ayuso domina en solitario la Asamblea al controlar la Mesa con cuatro de los siete integrantes

Los conservadores apoyan la entrada de Vox en el órgano para asegurar su apoyo en la legislatura

La nueva presidenta de la Asamblea, María Eugenia Carballedo, se abraza a la presidenta en funciones, Isabel Díaz Ayuso, tras la votación de la Mesa.
Juan José Mateo

El PP de Isabel Díaz Ayuso dominará en solitario la Asamblea de Madrid al lograr este martes cuatro de los siete puestos de la Mesa, entre ellos la presidencia, que ocupará María Eugenia Carballedo. En paralelo, la formación conservadora ha dado el primer paso para dar estabilidad a la legislatura con un guiño a Vox, de cuyos votos dependerá para sacar adelante cualquier ley: ha apoyado la inclusión de uno de los diputados de la extrema derecha en el órgano, y como vicepresidente segundo. Los dos puestos restantes han sido para PSOE y Más Madrid, con lo que la izquierda ha quedado en minoría, pese a que ha votado coordinadamente. Podemos no estará en la Mesa, que decide el día a día del Parlamento regional.

No obstante, el primer proyecto conjunto de PP y Vox en la nueva legislatura dependerá de los votos de la izquierda. Los dos partidos de derechas han anunciado un acuerdo para reducir el número de diputados del Parlamento (136), pese a que no tienen los votos suficientes para llevarlo a cabo. Además, Vox ha insistido en la necesidad de aprobar unos Presupuestos para 2021, aunque ya sabe que el PP no quiere. Todo esto da idea de cómo van a ser los dos años de la corta legislatura ―habrá elecciones en 2023― que ha comenzado este martes: una difícil entente entre Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, tan obligadas a entenderse (para aprobar iniciativas) como espoleadas a marcar distancias (para mantener a sus electores).

Hana Jalloul, portavoz del PSOE (izquierda) saluda a la líder de la oposición, Mónica García (Más Madrid).
Hana Jalloul, portavoz del PSOE (izquierda) saluda a la líder de la oposición, Mónica García (Más Madrid). Andrea Comas

“El PP no nos cede ningún representante en la Mesa, elige entre dárselo a la izquierda o a Vox”, ha arrancado la jornada Monasterio, recordando que el partido de Díaz Ayuso no ha renunciado a ninguno de los cuatro miembros que le corresponden en el órgano en función de los resultados electorales, y que solo ha apoyado al candidato de la extrema derecha. “Hemos acordado que en los próximos dos meses presentaremos una solicitud para votar en la Asamblea una reducción de diputados”, ha añadido sobre una iniciativa que tiene mucho de propaganda.

Sin votos suficientes para la reducción de diputados

Así, los dos partidos pueden poner en marcha la reforma, pero no aprobarla, ya que eso requiere de una reforma del estatuto de autonomía para la que les faltan 12 votos. Están, por lo tanto, en manos de la izquierda. Además, aún no se han puesto siquiera de acuerdo en el detalle fundamental: Vox quiere pasar de 136 a 69 diputados, mientras que el PP aboga porque la reducción sea a 101.

De hecho, Díaz Ayuso incluyó esa medida en su programa electoral para facilitar el entendimiento con la extrema derecha en el arranque de la legislatura. Que el acuerdo no haya sido inmediato refleja las dificultades que afrontará el Gobierno del PP durante la legislatura. Aunque Vox ha comprometido ya el apoyo de sus diputados a la investidura de la líder conservadora sin exigir nada a cambio, no hay acuerdo para la legislatura. Cada medida deberá negociarse aisladamente. Y el PP no ha conseguido generar el ambiente de cooperación y entendimiento con Vox al que aspiraba proporcionándole un integrante en la Mesa.

Con 65 diputados, el PP necesita al menos cuatro abstenciones de Vox para la mayoría de iniciativas. Eso permitirá al partido de extrema derecha marcar el paso de la legislatura, y negociar a cara de perro para dejar su sello. Las tormentas son previsibles: PP y Vox compiten por el mismo tipo de electores, lo que les une tanto como les separa, porque en dos años vuelve a haber elecciones.

La presidenta Ayuso deposita el voto en la urna, junto al consejero de Interior Enrique López.
La presidenta Ayuso deposita el voto en la urna, junto al consejero de Interior Enrique López. Andrea Comas

El primer punto de fricción han sido los Presupuestos. Tras dos años sin siquiera registrar un proyecto de cuentas autonómicas (están prorrogadas las de 2019), Díaz Ayuso también ha renunciado a presentarlo en 2021, aduciendo falta de tiempo, y la necesidad de priorizar la preparación de los de 2022. Una estrategia que Monasterio ha criticado este mismo martes, como arranque de una legislatura en la que es previsible que las dos derechas protagonicen tantos acuerdos como desencuentros.

“A nosotros nos daría tiempo de aprobar unos Presupuestos para 2021”, ha reprochado. “Si quieren, pueden sacar adelante los Presupuestos en muy breve tiempo”.

Eso ha sido antes de la votación de la Mesa, y de las protestas de la izquierda por la inclusión de Vox en el órgano. Cuando esta se ha producido, Carballedo (PP) ha sido elegida presidenta. Los vicepresidentes serán Jorge Rodrigo (PP), Ignacio Arias Moreno (Vox) y Esther Rodríguez (Más Madrid). Y los secretarios, José María Arribas (PP), Diego Cruz (PSOE) y Francisco Galeote (PP). En total, cuatro representantes del PP, uno de Vox, uno de PSOE y uno de Más Madrid, lo que permitirá a la formación conservadora dominar la Cámara y poner en marcha iniciativas como la comisión de investigación sobre los contagiados que llegan a la región a través del aeropuerto de Barajas.

“Si a esta presidencia le generase alguna duda la utilización de alguna fórmula de promesa del cargo, planteará ante la Mesa la duda sobre la validez [de la fórmula y de la adquisición de la condición de diputado]”, ha arrancado Carballedo su desempeño como presidenta, para acto seguido interrumpir a Esther Rodríguez, vicepresidenta de Más Madrid, por querer introducir la morcilla de “Por un Madrid verde y feminista, prometo” en su juramento. El PP ha recuperado el mando en la Asamblea, que tuvo Ciudadanos la pasada legislatura. Y así son los nuevos-viejos tiempos en la Cámara.

El PP estudia habilitar el mes de julio en la Asamblea

El PP estudia habilitar el mes de julio para que se trabaje en la Asamblea, según una fuente parlamentaria. En la formación conservadora se razona que ha pasado demasiado tiempo sin actividad política desde las elecciones del 4 de mayo como para que los diputados se vayan tan pronto de vacaciones. Se recuerda, también, que los senadores por designación autonómica deben ser elegidos en el plazo de un mes (el límite, por lo tanto, es el 8 de julio, y en medio hay que celebrar el debate de investidura). Y se quiere dar tiempo para intentar que eche a andar la comisión de investigación que patrocina Isabel Díaz Ayuso sobre los contagiados que llegan a través del aeropuerto de Barajas.

 

Además, Más Madrid quiere que se recupere la investigación de las muertes en las residencias, y el PSOE que se cree una comisión sobre los fondos europeos.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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