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Bobby Deglané y otras caras de radio

Una exposición virtual de la Comunidad reúne 164 fotografías sobre el medio y sus protagonistas más destacados

La ‘Orquesta Pasapoga’ en los estudios de la Red Nacional de Radiodifusión.
La ‘Orquesta Pasapoga’ en los estudios de la Red Nacional de Radiodifusión.Martín Santos Yubero

La fama entre los españoles de Bobby Deglané, un showman venido de Chile a mediados de los años 30, fue tan grande en su momento que llegó a recibir 35.000 cartas diarias, hasta el punto de ser definido por la revista Correos como el Usuario Número Uno del Correo Español. Esa popularidad se la debía a la radio, durante décadas el gran medio de comunicación de masas del país. Ya ha pasado casi un siglo desde que los primeros radioaficionados empezaron a retransmitir sonido en los años 20 a través de onda corta. Para conocer su historia, la Comunidad de Madrid ha creado La radio en Madrid y sus protagonistas, 1940-1980, una exposición virtual conformada por 164 imágenes pertenecientes a los archivos de los fotógrafos Martín Santos Yubero, Gerardo Contreras y Cristobal Portillo, entre otros. Este viaje, que comienza tras el final de la Guerra Civil española, puede verse a través del portal Madrid.org de la mano de las primeras estrellas de las ondas y de sus grandes programas.

La periodista Ángeles Afuera explica en su reciente libro Aquí, Unión Radio los orígenes de este medio. Según cuenta, la primera cadena en Madrid que dio el salto a las masas fue Radio Ibérica, que comenzó sus emisiones regulares en 1924: “La creó un fabricante de estos aparatos, Antonio Castilla López. Lo que pasa es que el audio no era muy bueno y tampoco tenía una programación como tal”, puntualiza la autora. No fue la primera emisora en adquirir una licencia. Durante la dictadura de Primo de Rivera se aprobó el primer decreto ley sobre la radiodifusión. Radio Barcelona fue la primera en sonar. “Un poco después, en Madrid se unen grandes compañías extranjeras y españolas que forman Unión Radio Sociedad, que será la primera cadena oficial. Empieza a comprar emisoras por España y funda otra emisora en Madrid, llamada Unión Radio”, indica Afuera. Lorenzo Díaz, autor del libro La radio en España 1923-1995, considera que este medio fue un invento de la burguesía catalana residente en Madrid. Estaba muy bien hecha porque se cuidaba bien el sonido.

El acontecimiento que marcó la historia de la radio fue la Guerra Civil. Cuando esta acaba los vencedores de la guerra ocuparon las emisoras y controlaron el medio. “Quitaron lo de unión por las connotaciones que tenía esa palabra y para borrar el pasado”, señala la escritora. De esta manera, Unión Radio Sociedad pasa a llamarse Sociedad Española de Radiodifusión (Cadena SER), y a su emisora Unión Radio le cambiaron el nombre por Radio Madrid. La exposición virtual muestra cómo eran estos estudios en los años 40, en los que encontramos a los componentes de su cuadro artístico y a la orquesta y coros de sus principales programas.

El locutor Bobby Deglané ante el micrófono.
El locutor Bobby Deglané ante el micrófono.Santos Yubero

Afuera destaca que después de la guerra, la radio quedó marcada por el monopolio informativo de Radio Nacional de España: “Ellos son los que emitían en ese momento información, mientras que el resto de las privadas, como la SER, tenían que conectar con sus informativos llenos de propaganda”. Al no poder informar, en la década de los 40 las emisoras más comerciales se dedicaron a entretener. Así aparecieron los concursos, programas en directo o las radionovelas, donde se utilizaban temas cotidianos, románticos o dramas como Lo que nunca muere o El derecho de los hijos. Díaz afirma que se paraba toda la ciudad y muchos comercios cerraban porque las familias se sentaban alrededor de la radio para escucharlas.

La muestra virtual también reúne a los rostros de la radio con imágenes de los principales protagonistas como Pedro Llabres, Carmen de Icaza, Encarna Sánchez o Luis del Olmo. Bobby Deglané ocupa un papel destacado, gracias entre otros a su programa Cabalgata Fin de Semana, que fue uno de los precursores de Carrusel Deportivo en 1954. Para Afuera, el chileno era un auténtico showman, ya que hacía retransmisiones desde el exterior, reportajes y entrevistas, curtido en el reporterismo durante los años de conflicto bélico . Por su parte, Díaz lo califica como un genio de la palabra: “Era capaz de hablar durante horas sin parar”.

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Recepción de la Escuela de Radio Fernando Maymó de Madrid en 1946..
Recepción de la Escuela de Radio Fernando Maymó de Madrid en 1946..Cristóbal Portillo

Los dúos humorísticos también tuvieron gran éxito en la radio del momento. Entre ellos destacan Pototo y Boliche (Eduardo Ruiz de Velasco y Manolo Bermúdez) o Tip y Top formado por Luis Sánchez Polack y Joaquín Portillo. “Rayaban lo censurable a través de un humor absurdo, cercano al surrealismo”, recuerda Afuera. Cuando se disolvió el dúo por problemas personales de Portillo, Polack llevó esa impronta de la radio a la televisión creando a los famosos Tip y Coll, junto a José Luis Coll.

Otro apartado de la muestra virtual presenta cómo eran los aparatos de radio más frecuentes en los hogares españoles, y también algunas curiosidades como el trabajo de los técnicos de sonido en Radio Madrid a finales de los años 40. El ruido de la tormenta de algunas telenovelas se hacía a través de varios pitos, soplar un vaso de agua con una caña, restregar papel cebolla y remover un balón con las manos.


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