Una embajada con más de 500 años de historia
Omar Selim está al frente de la legación de Egipto en España, que se iniciaron hacia la Edad Media
El embajador de Egipto en España, Omar Selim, sobresale en todos los encuentros entre diplomáticos, como se pudo comprobar en la recepción del Rey Felipe VI celebrada a finales de enero. No se debe al peso o a la importancia de su país en el panorama internacional, sino a su altura, que ronda los dos metros. Selim está al frente de una de las legaciones con mayor tradición en España, ya que están documentadas las relaciones entre ambos países desde hace más de 500 años, a finales de la Edad Media.
Hijo y yerno de embajadores, Omar Selim (Giza, 58 años) estudió Economía y Contabilidad en la Universidad de El Cairo. Aprobó el examen de ingreso en el Ministerio de Asuntos Exteriores en 1989, lo que le ha permitido desarrollar una variada carrera con destinos muy diferentes. Le han destinado a Houston, Lisboa, Roma, Bucarest y Ghana, además de desempeñar los puestos de jefe del cuerpo diplomático y de jefe de gabinete en el Ministerio de Asuntos Exteriores, en El Cairo. Recaló en Madrid en octubre de 2017, donde permanecerá hasta el próximo octubre. “Siempre quise hacer el mismo trabajo que mi padre”, reconoce.
Domina el árabe, inglés, francés y se defiende con algo de italiano. El castellano lo entiende y se esfuerza en hablarlo, pero a veces necesita una traductora. “En cada país intento aprender el idioma porque es parte de mi trabajo como embajador y me permite también enriquecerme con esa cultura”, afirma. Tiene su despacho oficial en la calle de Velázquez, lo que le permite estar en pleno centro. “Me encanta pasear por la zona porque me gusta mucho el barrio. A menudo voy al mercado de la Paz. En realidad, en Madrid me siento como en casa. Lo siento como estar en un país hermano, en el que siempre he sido bienvenido. No hay diferencias con el mío”, destaca. Selim reconoce que le encanta la comida gallega, en especial, el marisco. “En Egipto no prolifera porque no tenemos aguas tan frías como las de España”, explica.
“Las relaciones entre ambos países son muy buenas y los reyes ya las tenían desde hacía más de 500 años. Siempre han sido muy estrechas. En los encuentros, el rey Felipe VI siempre me reconoce, dado que tenemos una buena relación. De hecho, en la última edición de Fitur visitó nuestro pabellón”, recuerda el embajador. El intercambio comercial hasta antes de la pandemia llega a los 2.000 millones de euros. España importa algodón, textiles, productos petroquímicos, frutas y legumbres, mientras que exporta automóviles y recambios y aparatos eléctricos, entre otras materias. La colonia egipcia en España es reducida. No supera las 7.000 personas, que se concentran en Madrid y, sobre todo, en Cataluña. “Seguramente será algo mayor, pero muchos no se registran en los consulados. Hay mucha gente que han venido a estudiar a España y luego han continuado trabajando. Son personas de negocio, médicos e ingenieros, además de universitarios”, añade el diplomático.
Pese a esa baja población, la Embajada de Egipto en España es de “las más importantes” en las relaciones diplomáticas del país norteafricano. “Tenemos 135 misiones diplomáticas, en las que los países árabes y africanos son nuestra prioridad, además de los de la Unión Europea”, reconoce Selim. Todos los meses se reúnen los 17 embajadores de la Liga Árabe destinados en Madrid para estudiar cómo son las relaciones con España y el resto de países.
Durante el estado de alarma, el embajador acudió todos los días a su despacho, de forma que se mantuvo la actividad diplomática. Parte de ese trabajo consistió en facilitar vuelos a Egipto para las personas que estaban desperdigadas por España en puntos distantes como Sevilla, Jaén o Madrid. Tuvieron que acudir a Barcelona, desde donde despegaban los aviones. También hubo que dar documentación temporal a algún visitante que la había perdido. Aparte, se facilitaron préstamos a las personas que venían solo de turismo y que se vieron obligadas a permanecer un mes y medio. “Solo se han contagiado siete personas de la covid. Hemos tenido que lamentar el fallecimiento de un señor mayor, pero el resto se han podido recuperar”, lamenta el diplomático.
En su país, la incidencia del coronavirus ha sido bastante baja. Con una población de 100 millones de habitantes, se han contagiado 170.000 personas, de las que han fallecido unas 10.000, según el embajador. “La estrategia ha sido distinta a las de otros países. Allí no podíamos confinar porque la gente tenía que trabajar para poder comer. Eso sí, se adelantó el toque de queda a la tarde y el Gobierno ayudó a la gente para que sobreviviera”, describe el embajador. A todo ello ayudó una extensa red de rastreadores.
Selim mantiene que el balance de estos tres años en España ha sido positivo. Se han mantenido diversos encuentros bilaterales entre los ministros de Asuntos Exteriores, además de las visitas de los responsables de Turismo, Agricultura, Educación Superior, Petróleo y Telecomunicaciones del país egipcio: “La actividad siempre es frecuente”. El objetivo para este 2021 es organizar un encuentro de empresarios de ambas naciones, de forma que se haga periódico y se alterne entre Madrid y El Cairo. “Estamos en el mejor momento para aumentar el intercambio comercial las inversiones”, añade el embajador.
El turismo, una actividad herida de muerte
Una de las principales actividades de Egipto se ha visto prácticamente paralizada con la irrupción del coronavirus. Los ingresos por el turismo han bajado un 70%, “un porcentaje similar al que ha sufrido España”, según el embajador Omar Selim. Este sector representa el 11% del producto interior bruto (PIB) del país y genera directa o indirectamente tres millones de puestos de trabajo.
Cada año, visitaban el país norteafricano unos 100.000 españoles, lo que suponía que había vuelos directos de Egypt Air o chárteres prácticamente todos los días desde distintos aeropuertos como Madrid-Barajas o Barcelona. Todo eso se ha quedado desmoronado. Al menos de momento.
La solución pasa, lógicamente, por la vacuna contra la covid y con alcanzar cierta seguridad para los turistas. Egipto ha encargado el antídoto a cuatro o cinco empresas distintas, porque una sola no tiene la capacidad para suministrar dosis para una población de 100 millones de personas a corto plazo. De momento, han empezado con la de AstraZeneca, cuyos primeros envíos se destinarán al personal sanitario. El embajador afirma que se vacunará en cuanto pueda. “Sí, desde luego. Espero que sea aquí, porque en octubre tengo que volver a mi país”, concluye.
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