Paz de la Huerta, madrileña inesperada
Tras trabajar con Martin Scorsese, Jim Jarmusch o Gaspar Noé, la actriz desarrolla varios proyectos en Madrid
Se ha enamorado de Madrid. Llegó con la idea de pasar tres días y ya lleva cinco semanas. Musa de cineastas como Martin Scorsese, Jim Jarmusch o Gaspar Noé, Paz de la Huerta no tiene intención de irse. “Estoy muy feliz aquí y he decidido que quiero quedarme a vivir”, comparte entusiasmada. Nacida en Nueva York, hija de padre español, a los 14 años ya rodaba Las normas de la casa de sidra. Icono underground, la actriz que ha sido imagen de firmas como Vivienne Westwood, tiene varios proyectos en marcha que va a desarrollar en Madrid.
De Lhardy a Club Malasaña. “En el espejo del Lhardy nos esfumamos en la eternidad”, escribió Azorín. En ese mismo espejo se mira Paz de la Huerta. “Es precioso. Amo lugares como este”. Lleva un vestido de Ana Locking, flamante Premio Nacional de Diseño de Moda. “Es una extraordinaria creadora. En Madrid estoy descubriendo a muchísima gente con enorme talento”. Entre sus hallazgos, Samantha Hudson. “La amo. Fui a ver su show y me pareció increíble”. La llevó el artista Aníbal Santaella, con el que está tramando un proyecto que no tarda en desvelar. “Estamos haciendo juntos un videoclip para Ariel Pink”. Ahí es nada. Parte del rodaje será en Club Malasaña, que ha visitado varias veces. “Se ha convertido en uno de mis sitios preferidos”. También ha ido al Cine Doré para ver películas del ciclo que la Filmoteca está dedicando a Derek Jarman y a la Academia de Cine al estreno del documental Helmut Newton: Perversión y belleza. “Me gusta vestir como sus mujeres”. Ella anda en tacones como si fuera descalza.
Memorias cinéfilas. “Recuerdo ser una adolescente y ver Jamón, jamón. Me obsesioné con esa película”, descubre María de la Paz Elizabeth Sofía Adriana de la Huerta, nacida el 3 de septiembre de 1984. Pese a sus orígenes, nunca ha trabajado con un director español. “Me encantaría. Hay cineastas que admiro profundamente, como Pedro Almodóvar. Sería un sueño trabajar con él”. La actriz solo ha rodado una película en Madrid. Fue Los límites del control, dirigida por Jim Jarmusch. “Tenía una secuencia en la que tenía que nadar desnuda en la piscina de la azotea de las Torres Blancas. Era invierno y hacía mucho frío. Iban a contratar a una doble porque el agua estaba realmente congelada, pero yo insistí en hacerla”. Es una de sus películas favoritas, como Enter The Void, de Gaspar Noé, en la que era una chica recién llegada a Tokio que se ve atrapada en una espiral de autodestrucción. “No soy el tipo de actriz que necesita ser torturada para estar delante de la cámara. He sido suficientemente torturada en mi vida”.
Chica Scorsese. Lucy Danziger, su personaje en Boardwalk Empire, ha sido quien le ha dado mayor popularidad hasta ahora. Daba vida a una chica desquiciada, amante de Nucky, al que interpretaba Steve Buscemi. Martin Scorsese, productor ejecutivo de la serie, dirigió el primer capítulo. “Ese capítulo fue el piloto más caro nunca rodado. Creo que sigue siéndolo. Tenía 18 millones de euros de presupuesto. Gracias a eso, tuvimos mucho tiempo para hacerlo y Martin nos dejó improvisar. Así siempre se encuentra la verdad”, defiende. Premiada hace unas semanas en el festival de Oldenburg por su trabajo en Puppy Love, su última película, la actriz interpreta en la ópera prima de Michael Maxxis a Carla, una prostituta adicta al crack y a la heroína.
Episodios dramáticos. Hace siete años, Paz de la Huerta sufrió una lesión vertebral al ser atropellada por una ambulancia en el rodaje de la película Nurse 3D. Estuvo entre la vida y la muerte durante mucho tiempo en un hospital. “Llegué a pensar que no iba a sobrevivir”. Fue una época que prefiere no recordar. Tampoco quiere hablar de Harvey Weinstein, al que denunció por abusos sexuales. El productor está en la cárcel, cumpliendo condena. ¿Cree en la justicia? “Creo en la justicia espiritual. De los hombres que más me han dañado en mi vida uno está en la cárcel y otro está muerto”. La actriz practica a diario meditación trascendental y kundalini yoga. “Estoy en el mejor momento de mi vida, paradójicamente cuando el mundo está peor. Siento mucho que tanta gente esté sufriendo por la pandemia. Creo que es horrible y devastador lo que está pasando”.
Caída y redención. Paz de la Huerta lleva años trabajando en Valle de lágrimas, su primer largometraje como directora. “Es una película sobre el fin del sufrimiento. Es algo autobiográfica, pasa por distintos momentos de mi vida”. Escrita, dirigida y protagonizada por ella, en la película explora la caída y la redención. Le queda muy poco para terminarla. “Me falta una secuencia. Por primera vez en mi vida, creo que estoy lista para hacerla. Seguramente la rodaré en Madrid”. También tiene pendiente de estreno una película dirigida por Sebastián Faena en la que interpreta a Rita Hayworth. “Su historia es muy inspiradora, era una mujer fascinante”. Entre otras personas a las que admira, cita dos nombres: Lord Byron y Salvador Dalí. “El primero escribió un poema que quiero que lean en mi funeral. El segundo dijo una frase que estos días recuerdo mucho: ‘Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo’”.
Señora marquesa. Tiene una cobra tatuada en una pierna y una corona en un brazo. “Vengo de una familia española de gran linaje. Mi padre es el duque de Mandas y Villanueva. Mi hermana es duquesa y yo soy marquesa”, explica. Su padre vive en Madrid. “Lo amo”. Con él va los domingos al Real Club de la Puerta de Hierro. “De pequeña nunca me habló en español. Aprendí en clases, lo olvidé y ahora lo estoy aprendiendo de nuevo”. Su madre, americana, trabajaba en países en desarrollo, en programas dedicados a las mujeres. “Viajé mucho con ella a distintos países de África”, recuerda. Tras devorar jamón y croquetas después de una larga charla, Paz de la Huerta descubre otro de sus proyectos. “Voy a participar en una película dirigida por Julia de Castro. Es una road movie en la que también colaborará mi talentosísimo amigo Jonathan Sánchez. Ya estoy escribiendo mi parte y estoy realmente inspirada. ¿Cómo me voy a querer ir de Madrid?”.
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