Cuando un aparcamiento es más urgente en Usera que la construcción de un instituto

A Ana Belén Blázquez le prometieron que este curso vería las puertas abiertas del primer instituto público de su barrio, el de San Fermín (Usera). Se lo prometió Coral Baéz, directora del área territorial de educación de Madrid, en una reunión en primavera de 2019 con la asociación de padres del colegio público República Brasil, donde 600 alumnos cursan infantil y primaria. Era una manera de calmar los ánimos caldeados del momento y de posponer una reivindicación por la que llevaban años luchando: la de contar con un centro de secundaria público en un barrio con 23.000 habitantes. También era época preelectoral. Y la promesa, tal como vino, se fue.

El Ayuntamiento de Madrid anunció en pleno confinamiento que el solar de 12.817 metros cuadrados donde se iba a construir el centro educativo va a dejar de ser un lugar ilegal para aparcar coches para convertirse en lugar legal donde aparcar coches. Es decir, un parking disuasorio, como se llama al aparcamiento habilitado para que los vecinos se trasladen por Madrid en transporte público. Eso sí, van a utilizar “pavimento sostenible y drenante”, pero bajo el paraguas de la provisionalidad, “hasta que la Comunidad de Madrid inicie las obras del instituto”, asegura una portavoz de Medio Ambiente. La administración regional, por su parte, ha puesto la alfombra roja a los planes del Consistorio: “Este IES no está en la planificación del año que viene”. De hecho, continúa un portavoz de la Consejería de Educación, “no prevén construirlo a corto plazo”. ¿Y se puede saber para cuándo? “No hay comunicación de fechas”. ¿Pero hay conflicto con el Ayuntamiento por el terreno? “Ningún problema”.

Mientras se dirime qué va a pasar con ese espacio que el Ayuntamiento de Madrid cedió a la Comunidad de Madrid el año pasado para la construcción del edificio, el solar sigue siendo un lugar de paso para que cualquiera aparque, un sitio donde jugar al voleibol los fines de semana o un rincón donde la oscuridad de la noche favorece el intercambio de bebidas y arrumacos.

Eran otros tiempos. Manuela Carmena, anterior regidora del Ayuntamiento, se comprometió a cumplir con los deseos de la Junta de distrito de Usera, que aprobó entonces por unanimidad que aquel espacio debía servir para la construcción del instituto. El actual gobierno municipal, encabezado por José Luis Martínez-Almeida, acabó cediendo el terreno a la Comunidad. Pero ahora quiere construir el aparcamiento.

“Pero ahora las palabras se las lleva el viento, por desgracia”, lamenta Blázquez, vicepresidenta del AMPA del colegio República Brasil y madre de dos niños, uno de 11 años, en sexto de la ESO, a las puertas de entrar en secundaria. Según los vecinos, Báez les aseguró que este curso que acaba de arrancar estaría lista la primera fase del edificio y por eso les animó a que matricularan a los alumnos que pasaban al instituto en el IES Tierno Galván, en Orcasur, el barrio de al lado, pero solo de manera temporal. “Se consideraban alumnos desplazados”.

La promesa incumplida, sin embargo, no solo quedó en aquellas cuatro paredes donde Coral Báez se ganó la confianza de los padres. La Comunidad de Madrid publicó en el boletín oficial de la administración un decreto de creación el 21 de junio en el que al nuevo instituto se le dotó oficialmente de nombre: el IES Ada Byron. Sin ladrillos, sin profesores, con alumnos desplazados y con un plazo de construcción, según el propio boletín: “entrará en funcionamiento en el curso escolar 2019-2020”.

“¿Están por encima de la ley?”, se pregunta Víctor Remes, presidente de la asociación de vecinos de San Fermín, que duda que el parking que quiere construir el Ayuntamiento vaya a ser temporal. “No hay nada más permanente que algo provisional”, argumenta. “Y si así fuera... menuda manera más tonta de tirar dinero público”. Para empezar, alega, han pedido explicaciones por carta al Gobierno municipal y al regional, ya que los vecinos quieren saber qué fechas se barajan para la construcción del aparcamiento y del instituto. Todavía no han recibido respuestas.

Más Madrid ha convocado este martes a diferentes asociaciones y Ampas en el lugar de la discordia para protestar ante los medios. “Esto es la gota que colma el vaso. Nos toman el pelo siempre a los distritos de la periferia”, se queja Félix López-Rey, concejal en Usera. CC OO, por su parte, denuncia que lleva desde 2016 pidiendo otro centro público para Usera, que cuenta con cuatro institutos para todo el distrito. “Se está contraviniendo lo que estaba acordado con Urbanismo y con la Consejería de Educación”, dice Isabel Galvín, portavoz de educación Madrid del sindicato, que recuerda que los institutos públicos del distrito están masificados. Por lo pronto, los coches tendrán un sitio legal donde aparcar.