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Las negociaciones para reabrir el Rastro encallan

Los comerciantes hablan de “guetos”, no aceptan la oferta del Ayuntamiento de zonas separadas y valladas y piensan manifestarse de nuevo este domingo

Manifestación el pasado 5 de julio en la Plaza de Cascorro exigiendo poder instalar sus puestos en el Rastro
Manifestación el pasado 5 de julio en la Plaza de Cascorro exigiendo poder instalar sus puestos en el RastroOlmo Calvo
Luis de Vega

El Rastro, suspendido por la pandemia desde hace 19 semanas, seguirá este domingo cerrado si no hay un vuelco casi milagroso y de última hora en las negociaciones. En su lugar los vendedores ambulantes plantean volver a manifestarse para protestar en la plaza de Cascorro. Sería la tercera vez en las últimas semanas. El Ayuntamiento y las agrupaciones que concentran a la mayoría de comerciantes siguen sin llegar a un acuerdo que posibilite la reapertura del más popular de los mercadillos de Madrid.

El Consistorio ha ofrecido que la actividad vuelva de manera parcial con 497 de los puestos ambulantes, lo que supone aproximadamente la mitad de los que disponen de licencia. Lo harían en cinco sectores separados cada uno de ellos por vallas y tendrían que ir turnándose un domingo unos y otro domingo otros. Según el Ayuntamiento, serían los propios comerciantes, y no la Policía Municipal, los encargados de controlar el acceso y salida de los visitantes a cada uno de los perímetros.

Este replanteamiento del Rastro requiere ampliar su extensión. El nuevo diseño iría más allá de las calles tradicionales para poder así cumplir con el distanciamiento exigido para evitar rebrotes del virus. “Es materialmente imposible” que se reabra con los puestos ambulantes en su ubicación habitual, ha asegurado hoy jueves la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz. Este es uno de los puntos de fricción, aunque no el único.

Varias asociaciones de vendedores han expresado en una nota pública su descontento con la que supone tercera propuesta del Consistorio, anunciada en una reunión este miércoles que mantuvieron de forma telemática con el concejal responsable del distrito Centro, José Fernández, del PP. Aseguran que, una vez recibida por escrito esta misma tarde, la van a someter a votación. Respaldan esa nota de queja la Asociación El Rastro Punto Es, la Asociación Argatsana, la Asociación Asiveras y la Plataforma de Comerciantes Ambulantes de la Comunidad de Madrid.

“Lo que han hecho son guetos aislados y vallados”
Mayka Torralbo, portavoz de los comerciantes

De entrada lo consideran “inaceptable” porque creen que supone “el desmantelamiento del Rastro antiguo”, según palabras de Mayka Torralbo, portavoz de la Asociación El Rastro Punto Es y Coordinadora de la Plataforma Estatal de Comerciantes Ambulantes. Entienden que su exigencia de reabrir con la mitad de puestos, algo que en principio no aceptaba el Gobierno municipal, era con la condición de mantener sus lugares de venta salvo algunos ajustes que requieran las nuevas condiciones de seguridad. “Lo que han hecho son guetos aislados y vallados”, critica Torralbo.

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“Estamos esperando una respuesta por parte de ellos y yo espero que sea favorable”, ha señalado la portavoz municipal con un optimismo muy alejado de lo que expresan los comerciantes. El Ayuntamiento ha facilitado un resumen de la propuesta de reapertura planteada a los comerciantes. En ella aparecen cinco zonas independientes cada una con su vallado perimetral y su aforo. Cuatro en el distrito Centro (Ribera de Curtidores, con 147 puestos; Vara del Rey, con 74 puestos; Campillo con 52 puestos, y calle Gran Vía de San Francisco con 196 puestos) y una quinta zona en el tramo de Ribera de Curtidores que corresponde al distrito de Arganzuela con 28 puestos. En total, 497.

Los comerciantes ambulantes consideran que el plan del Ayuntamiento borra la historia y la cultura del Rastro así como su organización en “calle de los animales, calle de los Pintores, zona de antigüedades, zona de revistas libros, discos, artículos antiguos o de segunda mano, etc”, según denuncian en la nota las asociaciones. Critican que no vaya a haber puestos en la plaza de Cascorro, corazón del mercadillo en el que los comerciantes se han manifestado ya dos veces en las últimas semanas. También consideran excesivamente restrictivo que en Ribera de Curtidores, otra de las arterias esenciales, solo pueda haber puestos en uno de los lados de la calle.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.

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