Ángel Garrido: “Pediría liderazgos desde la moderación; lo otro es caudillismo”
“Los lunes son un momento crítico, porque tenemos una idea de cuánta gente se puede incorporar al sistema”, explica el consejero de Transportes de la Comunidad
Ángel Garrido (Madrid, 56 años), consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras por elección de Cs en su Gobierno de coalición con el PP, y expresidente de la Comunidad con la formación conservadora, reconoce el vértigo de enfrentarse a la gestión de la pandemia del coronavirus, una crisis que ha dejado miles de muertos en la región. No se anda con paños calientes. Da igual que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso esté en minoría: rechaza el apoyo de Vox. No le importa que el Gobierno del que forma parte esté en una confrontación constante con el de Pedro Sánchez: expresa su desacuerdo con esa estrategia. Y no le importa que el PP se oponga frontalmente a negociar unos presupuestos de reconstrucción con el PSOE: reclama que se abran conversaciones entre los tres partidos cuanto antes.
Pregunta. Durante semanas, la Comunidad ha insistido en avanzar de fase apoyándose en el criterio de los técnicos de la consejería de Sanidad, opuesto al del colegio de médicos y al de los especialistas del ministerio. ¿Da vértigo sabiendo las consecuencias que podría haber tenido un error?
Respuesta. Cualquier decisión del Gobierno que afecta a los ciudadanos siempre da vértigo. Y las que tienen que ver con la salud, mucho más que el resto. Parto de la base de que hay honestidad por todas las partes. Les dará tanto vértigo a ellos como a nosotros porque las decisiones son muy trascendentes en este caso. Hablamos de la salud de las personas. Ni el colegio de médicos, ni yo, que soy consejero, tenemos capacidad de decisión en esto. Para eso están las personas del Ministerio y la Consejería, que son los que tienen que entenderse, y según los parámetros, claros y transparentes, decidir.
P. Gestiona usted un sistema de transportes por el que se mueve a diario el equivalente a la población de muchas capitales de provincia. ¿Cuál ha sido el peor momento de la pandemia?
R. Hemos tenido varios, sobre todo al principio, cuando se producían rupturas de la distancia de seguridad, sobre todo en estaciones con conexión con Cercanías. Ver eso cuando no había mascarillas era complicado. Se pasó mal. Y todos los lunes. Son un momento crítico, porque tenemos una idea de cuánta gente se puede incorporar al sistema, pero no lo sabemos, esa es la realidad. Son cálculos. De alguna manera, ha habido mínimas desescaladas. Luego, a partir del martes, se estabiliza.
P. Tras meses de mensajes pidiendo distanciamiento físico para evitar la expansión de la pandemia, ¿qué le parece que Isabel Díaz Ayuso aliente a manifestarse contra el Gobierno, o que Rocío Monasterio, líder del único apoyo del Ejecutivo (Vox), participe de esas protestas?
R. La presidenta ha defendido el derecho de las personas que se quieran manifestar a hacerlo, y siempre ha estado en medio esa coletilla, que es importante, de que se haga con respeto a las normas que Sanidad tenga previstas. Yo también lo hago así. Y Rocío Monasterio no presta apoyo al Gobierno, afortunadamente. Ni lo queremos, sinceramente. Prestó su apoyo a la investidura de Isabel Díaz Ayuso y ahí se acabó todo. Yo tampoco lo quiero (su apoyo), porque no creo que sea un apoyo que ni nos venga bien ni nos sea útil. Es importante que los políticos demos ejemplo. Decir, proteste usted si quiere, pero con precaución, seguramente sea más ejemplar que participar en algo que al final se puede desmandar, y convertirse en algo peligroso. Y tú estás ahí.
Si en el Ayuntamiento se puede hacer con pacto con el PSOE, y lo propone el propio alcalde, es la prueba de que nosotros lo podemos intentar en la Comunidad
P. No quiere el apoyo de Vox, pero el Gobierno está en minoría, dividido internamente, no ha logrado aprobar ninguna ley, tiene los presupuestos prorrogados, y le necesita. Si no, ¿cuánto tiempo puede aguantar así?
R. Quien espere que este Gobierno se trunque se va a quedar con las ganas. Nosotros tenemos un acuerdo firmado para cuatro años, y ese acuerdo se va a mantener. La ley de rebaja de impuestos se frustró por Vox, no por el Gobierno. Es importante resaltar estar cosas. Cs es un partido de centro. Moderado. Está para hacer que la derecha sea menos derecha y la izquierda menos izquierda, allá donde gobernemos. Un Gobierno solo de PP con Vox sería muy malo y desastroso para la Comunidad. Retrocederíamos 60 años en materia social y de libertades civiles. Volveríamos a una época un poquito en blanco y negro.
P. ¿El PP de Díaz Ayuso está más cerca de Vox o de Cs?
R. Tampoco quiero opinar de eso.
P. José Luis Martínez-Almeida, alcalde de la capital, quiere negociar un pacto para la reconstrucción con el PSOE. Ángel Gabilondo le ha ofrecido lo mismo a Díaz Ayuso en la Comunidad, y ha sido rechazado. ¿A qué se debe?
R. Habría que preguntárselo a ella. El PSOE del Ayuntamiento no es ni distinto ni peor que el PSOE de la Asamblea. No creo que sean muy distintos Pepu Hernández de Ángel Gabilondo. Si en el Ayuntamiento se puede hacer, y lo propone el propio alcalde, es la prueba de que nosotros lo podemos intentar. Nosotros (por Cs) queremos como mínimo explorar esa posibilidad. Si te sientas y quien rompe la baraja con propuestas fuera de lugar son ellos, quien habrá quedado mal será el PSOE. Pero nuestra obligación es, mínimo, sentarnos. Llegar a acuerdos con los míos es muy fácil, hay que llegar a acuerdos con quienes no piensan como tú. Nadie pensará que Ángel Gabilondo es un radical.
P. ¿Qué aporta confrontar continuamente con el Ejecutivo central de PSOE y Podemos, como hace el regional?
R. No voy a entrar a valorar lo que hace cualquier compañero de Gobierno, ni por supuesto la presidenta. Doy mi opinión. Hay que tratar siempre de llegar a puntos de acuerdo. La cooperación siempre es buena. Hablamos de decenas de miles de muertos que no tienen ideología, ni sus familiares la tienen para esto. Nuestro ejemplo debe ser el contrario, el decir ‘cooperemos’. Pediría que los liderazgos, por parte de todos, se ejerzan convenientemente. Los liderazgos solo se ejercen desde la moderación. Los liderazgos ejercidos desde la radicalidad ya son caudillismo, y eso ya son dos cosas distintas. Pediría a todos que ejerzamos los liderazgos desde la moderación, desde el sentido de Estado, y la altura de miras, y pensando en los ciudadanos y no en nosotros mismos.
P. ¿Díaz Ayuso lo ejerce así, o aplica el caudillismo?
R. No voy a comentar la forma de actuar de la presidenta ni de ningún compañero de Gobierno. Digo lo que creo que hay que hacer.
P. Tras los intentos frustrados de Madrid por pasar a la fase 1, ¿recurrir ante el Supremo para reclamarle al Gobierno central los criterios e informes de la desescalada es necesario, o una sobreactuación?
R. Desdramatizaría. Hemos visto una cierta opacidad. Más allá de que unos digan que hay o no arbitrariedad en la decisión del Gobierno, creo que no ha funcionado con transparencia. Y eso crea una sensación de inseguridad y de inquietud. Teníamos la obligación de pedir que se nos informe con claridad.
P. Si pasar a la fase 1 es tan urgente, ¿qué le parece que la presidenta retrasara el debate al respecto para irse a un acto en Móstoles?
R. En aquel momento la presidenta tenía un acto al que consideró que tenía que asistir. Los demás no podemos entrar en el grado de importancia de cada acto, eso lo tiene que valorar ella con su gabinete. Es un tema tan importante que ese debate tiene que producirse estando presentes todos los miembros del Gobierno. Si, no tiene ningún sentido. Y así se hizo.
P. ¿Es cierto que todos los consejeros de Cs abandonaron la reunión justo después de la presidenta porque usted, entre otros, se negó a seguir el debate sin ella?
R. Soy de la vieja escuela. No comento los debates del consejo de Gobierno. Tengo un juramento de secreto, y lo mantengo. Hablo de lo que decidimos, no de cómo se decidió. Sería muy injusto y no está permitido. Lo que importa es lo que se decide.
P. Hay silencios que hablan por sí solos, ¿no?
R. Es su interpretación.
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