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Las bibliotecas retrasan su apertura hasta junio

El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no tienen mamparas ni mascarillas para abrir al público y prestar sus libros y la oposición les acusa de “improvisación” y falta de planificación

Una biblioteca pública de Comunidad Valenciana con mamparas necesarias para abrir sus puertas en desescalada.
Una biblioteca pública de Comunidad Valenciana con mamparas necesarias para abrir sus puertas en desescalada.BIEL ALIÑO (EFE)

La normalidad del 0,5 permite a las bibliotecas abrir antes de la fase 1, pero no esperaban tan pronto la “nueva normalidad”. Las 15 que gestiona la Comunidad de Madrid lo harán, posiblemente, en diez días, tal y como informa a este periódico la subdirectora general del Libro, Isabel Moyano. Los bibliometros también lo harán al tiempo, pero los bibliobuses tendrán que esperar a una normalidad más asentada. El retraso se debe, asegura la responsable, a la lista de espera del proveedor de mamparas que deben interponerse entre el lector y los trabajadores. Tampoco tienen las mascarillas para los trabajadores, porque las que tenían apartadas las donaron a la sanidad pública al comienzo de la crisis sanitaria. Los geles hidroalcohólicos han empezado a llegar. “No podemos abrir hasta que no esté garantizada la seguridad de los trabajadores y del público”, explica Moyano, que conoce las medidas aprobadas y publicadas por el Ministerio de Sanidad y el de Cultura desde el pasado día 9 de mayo.

El protocolo en fase cero y uno no permite las actividades culturales, ni el estudio en sala, ni el uso de ordenadores, ni de medios informáticos de acceso para los ciudadanos. Tampoco se podrá consultar en sala el catálogo de los fondos bibliotecarios. Así que la Comunidad de Madrid solo trabajará con cita previa. El Ayuntamiento, también. Es decir, no se podrá deambular por las estanterías de las salas buscando qué leer. El interesado en el préstamo mirará primero el catálogo online, elegirá lo que quiere leer, se lo comunicará a la biblioteca y le contestarán con una cita para recoger el ejemplar demandando. A la entrada del edificio encontrará el protocolo a seguir: desde la puerta de acceso al mostrador y vuelta a la calle. Ese será el único recorrido que podrá hacer el lector que acuda a devolver o recoger sus libros. Habrá una mampara de metacrilato de separación. En estos momentos cada una de las bibliotecas es analizada para la ubicación específica de estos dispositivos transparentes, pero infranqueables.

Isabel Moyano no cree que les haya sorprendido el avance y con los deberes a medio hacer. “Llevábamos días creando el protocolo”, indica, aunque la Comunidad de Madrid ha adoptado las medidas aprobadas y publicadas por el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Cultura hace diez días. Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, dijo el lunes pasado que están “trabajando a contrarreloj” para adaptarse a los códigos sanitarios. Prefirió no “aventurar” una fecha de reapertura para estos centros y justificó el retraso con órdenes sobrevenidas: “Acabamos de recibir las indicaciones del Gobierno central”. La portavoz de cultura de Más Madrid en la Asamblea es Jazmín Beirak y concede la duda de la imprevisibilidad en tiempos de coronavirus, pero no la improvisación de la gestión que es de lo que acusa a Rivera de la Cruz. “Podrían haber preparado los escenarios de la recuperación, pero no son capaces de materializar los cambios de fases, a pesar de que lo piden”, añade.

Test para trabajadores

Las 40 bibliotecas del Ayuntamiento de Madrid también podrían haber abierto ya, pero hasta la primera semana de junio no estarán capacitadas para hacerlo, por las mismas razones, según explica Emilio del Río, director de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento. “Hay que dar los pasos con seguridad, sin prisas”, asegura el responsable. Los casi 400 trabajadores de las bibliotecas del consistorio tendrán que realizar el test del Covid-19 para volver a su trabajo. Están pendientes de someterse a la prueba. En estos momentos, la Comunidad de Madrid está elaborando una lista de personal laboral de riesgo, entre sus más de 500 empleados, para aclarar quién puede incorporarse a sus puestos. Esto también retrasará la reapertura de los centros.

Mar Espinar, concejala del grupo municipal socialista de Madrid y portavoz, se pregunta en qué ha estado trabajando el Ayuntamiento en estos dos meses. “Tienen mucha prisa en pasar de fase como sea y cuando se abre la mano demuestran que no estamos preparados, que Madrid no puede pasar a fase 1 con esta gestión. Lo de las mamparas lo sabíamos desde hace más de un mes”, asegura Espinar. Emilio del Río asegura que las mamparas fueron encargadas hace un mes y que siguen esperándolas, y han calculado que cuando abran pasará por cada biblioteca unas 50 personas al día.

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Necesidad de lectura

Entre las medidas de la “nueva normalidad” bibliotecaria llama la atención la cuarentena por la que pasarán los libros consultados. “Una vez consultados, se depositarán en un lugar apartado y separados entre sí durante, al menos, 14 días”, dicta el Ministerio de Sanidad. Esas dos semanas de clausura tendrán que pasarlas los más de 100.000 ejemplares prestados por alguna de las bibliotecas de la Comunidad de Madrid, que están pendientes de devolución. “Son muchos. Habrá un pequeño patrón hasta que vuelvan a circular. Pero también están llegando libros nuevos”, cuenta Moyano. Han incrementado en 1,2 millones de euros extraordinarios en compras de libros para las bibliotecas, a sumar a los 2 millones presupuestados. Las bibliotecas del Ayuntamiento tiene casi 60.000 ejemplares pendientes de devolución.

El cierre de las bibliotecas ha provocado una avalancha digital. La Comunidad de Madrid ha incrementado en abril un 150% más de préstamos, y el Ayuntamiento un 300%. El equipo de Rivera de la Cruz ordenó una compra extraordinaria de licencias de títulos de novedades por valor de 400.000 euros. “Debíamos aumentar los ejemplares a prestar para evitar el colapso del préstamo. En estos meses hemos descubierto las actividades en las redes sociales, como los clubes de lectura. La biblioteca es una institución fundamental para la sociedad y de esta crisis saldremos reforzados como sector imprescindible para la sociedad contemporánea”, sostiene Isabel Moyano. Jazmín Beirak cree que el confinamiento ha disparado el consumo digital para quien pueda permitírselo. La brecha digital es un límite al ciudadano. “Garantizar el acceso depende del Gobierno, ¿lo hace? No”, dice Beirak en referencia al ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, dado que las competencias están transferidas.

Más lecturas, más digital

La Federación del Gremio de Editores (FGEE) asegura que durante este período los lectores han crecido del 50% al 54%, y han pasado de leer 47 minutos de media a 71 minutos. Según este estudio, los españoles preguntados (unos 600 individuos) “valoran y reconocen los beneficios que la lectura les ha ofrecido en esta estancia en sus hogares”. “Después de ver la tele y atender llamadas telefónicas, consideran que es la tercera actividad que más les ha ayudado”, explican los autores del informe. También subrayan que el libro en papel ha sido el que ha elegido la mayoría, sobre todo, en la población entre los 18 y 24 años. El 84% de los consultados ha leído libros en papel. A pesar de ello, el estudio señala un importante incremento en soporte digital de diez puntos: frente al 29% que leía en su ebook, smartphone o tablet en febrero pasado, ahora un 39% reconocen haberlo hecho en este formato.

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