Acuerdo para que la joven que mató a su bebé cumpla ocho años en un psiquiátrico
El abogado defensor y la fiscal asumen que la acusada sufre un trastorno psicótico, aunque dependerá de la decisión del jurado popular
La Fiscalía y la defensa han acordado este miércoles que la joven que mató a puñaladas a su hija recién nacida en Alcalá de Henares (Madrid) cumpla una pena de ocho años de cárcel en un centro psiquiátrico. El abogado defensor de la mujer, Sonia B. A., y la fiscal han asumido que esta sufre un trastorno psicótico, aunque todo está pendiente de la decisión del jurado popular. En la última vista del juicio, celebrado en la Audiencia de Madrid, la fiscal ha hecho suyo el criterio del letrado defensor para pedir una eximente incompleta por depresión grave y amnesia. Cuando la asistencia psiquiátrica no sea necesaria, la chica, de 20 años, cumplirá el resto de la condena entre rejas, y se le descontarán los dos que ya ha pasado en prisión preventiva.
La Fiscalía solicitaba al inicio 22 años de cárcel por un delito de asesinato con la agravante de parentesco, unos hechos que para la defensa merecían la absolución al entender que se cometieron durante un episodio psicótico. El crimen se produjo a las cinco de la madrugada del 20 de febrero de 2018 en el baño de la vivienda de los padres de su entonces pareja tras dar a luz de forma inesperada. Luego se separó del feto cortando el cordón umbilical, limpió los restos de sangre, se duchó, guardó el cadáver en una mochila y se metió en la cama.
Tanto la pareja de Sonia B.A. como sus familiares desconocían el embarazo y una prueba de paternidad descartó que quien fuera su novio —con un hijo en común— fuera el padre de la bebé fallecida. La fiscal ha mantenido que los hechos responden a un asesinato con alevosía porque el bebé no pudo defenderse. “Su madre la mató y la única víctima es la niña”, ha resaltado. Para la representante del Ministerio Público, la acusada sufría un trastorno provocado durante el parto que “comprometió sus facultades sin anularlas”, a la vez que ha considerado que la joven tuvo la voluntad de matar al bebé y ocultarlo en una mochila.
“No cabe ninguna duda”, ha continuado, de que la chica acabó con la vida del feto nada más dar a luz a sabiendas de que “lo estaba haciendo y aprovechó que estaba sola”. La fiscal ha dicho estar segura de que “ocultó el embarazo porque sabía que no era fruto de la relación con su pareja” y ha agregado que la asesinó “a toda costa” de 12 puñaladas, nueve penetrantes. Para el letrado de la defensa, la joven tenía “gravemente” afectadas sus facultades mentales con anterioridad a los hechos, según los testimonios de psiquiatras de los hospitales donde estuvo ingresada y de acuerdo con el diagnóstico del médico de la cárcel. Ha calificado los hechos de asesinato y ha reconocido la autoría de la muerte, como hizo la acusada entre lágrimas y con la voz entrecortada en su declaración ante el tribunal del jurado.
“Causar la muerte de un bebé siempre es un asesinato, da igual que quieras o no. En el momento en el que clavas el arma aceptas el resultado”, ha concluido.Antes de los alegatos de las partes, el psiquiatra de la prisión de Alcalá-Meco, donde la acusada permanece en prisión preventiva, ha declarado que cuando ingresó tenía un cuadro depresivo grave con alucinaciones de una voz que le decía que se lesionara.Ha explicado que la acusada se sometió a un protocolo antisuicidio debido al “riesgo potencial” que existía y ha corroborado que además del trastorno depresivo, padecía una amnesia de origen traumático que le alteró la memoria y le hizo perder el contacto con la realidad.
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