Miles de personas claman en defensa del gallego y contra la “emergencia lingüística extrema”

El pasado 11 de octubre, el Instituto Galego de Estatística (IGE) hizo saltar todas las alarmas al publicar los peores datos oficiales resultantes de una encuesta sobre el uso del gallego. Más del 6% de los habitantes no entienden su idioma, y solo el 7% de los niños de 5 a 14 años usa habitualmente la lengua propia de Galicia. La última Encuesta estructural a hogares que chequea la salud del idioma gallego se publica cada lustro desde 2004, con entrevistas del año anterior, y nunca hasta ahora había constatado un retroceso tal que situase a la lengua oficial de la comunidad autónoma por debajo del castellano. Las personas que reconocen saber “poco o nada” de gallego crecieron en 2023 en todas las franjas de edad, pero sobre todo entre quienes pueden garantizar el futuro de la lengua, los menores de 15 años, entre los que la cifra de analfabetos funcionales ha pasado en cinco años del 23,90% al 32,44%.

Los partidos de la oposición, sindicatos y unos 600 colectivos culturales y sociales agrupados bajo la plataforma Queremos Galego señalan directamente a las políticas lingüísticas y educativas del PP gallego, 15 años seguidos en el poder. Y especialmente al polémico Decreto para o Plurilingüismo no Ensino, del año 2010, tras la llegada a la Xunta de Alberto Núñez Feijóo, que precipitó un enfrentamiento social por el idioma desconocido en la democracia hasta el momento. Miles de personas salieron ayer a la Praza da Quintana, en Santiago de Compostela, para mostrar su rechazo a esta situación y anunciar que el clamor ciudadano no va a decaer: el 23 de febrero, día del nacimiento de Rosalía de Castro en el año 1837, anuncian una movilización todavía más grande, con la que aspiran a llenar el Obradoiro y hacerse oír por el gobierno de Alfonso Rueda.

El acto de este domingo, en busca de “un cambio de rumbo en el uso social del gallego”, fue convocado por Queremos Galego. La periodista Tareixa Navaza y el músico Xurxo Souto fueron los encargados de capitanear la celebración, con la lectura de una declaración firmada por 167 colectivos ciudadanos “de muy diferente índole” y el cierre musical a cargo del trío Tanxugueiras. Marcos Maceira, portavoz de Queremos Galego, criticó el anuncio de Rueda, a raíz de la demoledora estadística oficial, sobre un “gran pacto por la lengua”. Maceira dijo que no se puede tener “ninguna confianza” en el actual presidente de la Xunta (partícipe, por otra parte, de una multitudinaria manifestación en pro del castellano cuando era el número dos de Feijóo), porque el Gobierno popular “lleva 15 años actuando en contra de los acuerdos del Parlamento de Galicia”.

La concentración ha llenado la Praza da Quintana y ha alertado sobre la “emergencia lingüística extrema” que vive el gallego. Pese a los pésimos datos, Maceira cree que “es posible revertir la situación con implicación de toda la sociedad gallega”. Y ha cargado contra la Xunta: “Al gobierno gallego no le preocupa saber que menos de un 1% de la programación audiovisual que pueden ver los niños y niñas está en gallego, o que el uso en la Justicia es inferior al 1%, o los problemas que tenemos para desarrollar la vida en gallego quienes queremos hacerlo”. Para la líder de la oposición, Ana Pontón (BNG), “el decreto de la vergüenza [el del “plurilingüismo” en la enseñanza impusado por Feijóo] convirtió el gallego en una lengua de segunda”.

Del 40% al 16,19% de niños gallegohablantes

La encuesta del IGE reveló en octubre que el uso oral del gallego retrocedió de forma generalizada en todas las franjas de edad. Y, en conjunto, por primera vez el porcentaje de hablantes en la lengua de Galicia bajó de la mitad para situarse en el 45,51%, frente al 51,88% de la entrega anterior, en 2018. Por su parte, el monolingüismo en castellano ha pasado en 20 años del 19,56% al 29,20%, unos datos que, nada más saltar a la opinión pública, la Xunta trató de justificar con el aumento de migrantes hispanos.

Los encuestados de más de 65 años usan mayoritariamente el gallego en el 67,92% de los casos, pero las cifras dan la vuelta en los gallegos que aún no han llegado a la edad de jubilación, y sobre todo en los adolescentes y niños. Los gallegohablantes habituales de entre cinco y 14 años eran en 2018 el 26,12%, y en 2023, 10 puntos menos: el 16,19%. Hace 20 años, cuando aún gobernaba Manuel Fraga, este dato era del 40%. El monolingüismo en castellano de niños y adolescentes subió del 34,17% hasta el 53,67% desde 2004.