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Xosé Fortes, el coronel leído y feminista: “¿Para qué competir por más armas si ya hay una que destruye el mundo?”

Con casi 90 años, el gallego que movilizó a los militares demócratas contra la dictadura repasa su trepidante vida a las puertas del homenaje que le preparan sus compañeros de tertulia en Vigo

Xosé Fortes, en su casa de Pontevedra el 27 de mayo.
Xosé Fortes, en su casa de Pontevedra el 27 de mayo.ÓSCAR CORRAL
Sonia Vizoso

Dentro y fuera del cuartel, Xosé Fortes ha sido un militar de avanzadilla. A mediados del siglo pasado, armado hasta los dientes con su temprano e invencible amor a la lectura, fue el primer niño de familia campesina que consiguió superar en notas a los hijos de los ricos que estudiaban en su instituto de Pontevedra. Coronel retirado e historiador, organizó conferencias literarias en los campamentos militares, combatió la dictadura del general Franco desde dentro de su Ejército y, cuando lo echaron, se adentró en la política luchando contra los desmanes urbanísticos y en defensa del medio ambiente. Este 2024 es especial para él. Cumple 90 años y se conmemora el 50º aniversario de la Unión Militar Democrática (UMD), la organización antifascista que cofundó y por la que acabó en la cárcel. “Es uno de los personajes más relevantes de la Galicia contemporánea”, sentencia el historiador Xavier Castro, uno de los organizadores del homenaje que Fortes recibirá este 31 de mayo en su tierra natal.

El tributo a Fortes (Caroi-Cotobade, 1934) nace de sus compañeros de la Tertulia Café Voltaire de Vigo, un concilio de filósofos, psicólogos, médicos, filólogos, historiadores o juristas que desde hace casi un cuarto de siglo se reúne los últimos jueves de cada mes para “arreglar el mundo y sus misterios de forma distendida y cordial, sin tensiones”, explica Castro. Fortes cuenta que empezó a participar en tertulias con apenas 20 años. Para él, estos coloquios de café que hoy están en peligro de extinción son una forma de “compartir con los demás” y “pulsar” el estado del mundo. Con la humanidad enfrascada de nuevo en una carrera armamentística, este militar de carácter alegre y fino sentido del humor admite sentir un pálpito “muy pesimista”.

El coronel Fortes no ve “ningún sentido militar” a disparar el gasto en armamento cuando la capacidad de destrucción de las principales potencias, desde EEUU a Rusia pasando por China, ya es “planetaria”. “Ante un arsenal nuclear, seguimos jugando a la guerra como niños pequeños. ¿Para qué competir por tener más cañones si ya hay un arma que destruye el mundo? Lo que hay que encontrar son formas de entendimiento”, defiende. Hace 40 años, él ya era crítico con el gasto militar estadounidense. En este tiempo, la cifra “se ha multiplicado por diez”. Si el bum armamentístico es un sinsentido desde el punto de vista de la defensa, ¿responde entonces a un interés económico?: “Económico sí. España tiene un comercio de armas rentable y eso es terrible”.

El poder que está ganando la ultraderecha es otro de los nubarrones que preocupa a Fortes. “El PP necesita urgentemente un nuevo líder. Feijóo es un analfabeto político”, sostiene. Critica que el expresidente de la Xunta haya permitido al frente del PP que Vox “se metiera en [los gobiernos de] las comunidades autónomas como primos pobres” y ahora sea el partido de Santiago Abascal el que “está marcando la agenda”. “Negar la igualdad a las mujeres es negar los derechos humanos”, subraya este militar de 89 años, sorprendido de la incapacidad de buena parte de los hombres para ver los privilegios de los que han gozado y la histórica discriminación contra la que lucha el feminismo. “El machismo es una enfermedad más acusada entre los militares”.

Fortes, en la biblioteca de su casa en Pontevedra, el 27 de mayo.
Fortes, en la biblioteca de su casa en Pontevedra, el 27 de mayo. ÓSCAR CORRAL

Los libros son el “alimento” de Fortes, el secreto para que su cerebro siga en tan buena forma. Cuando estudiaba Bachillerato, la biblioteca era “su mueble más adorado”. Ya atesoraba entonces un centenar de obras. En la escuela militar, enseñaba a sus compañeros a leer y escribir. Tantas décadas después, aún recuerda el nombre de José Bello, un recluta de O Valadouro (Lugo) que entró en su tienda agitando la primera carta de amor que había conseguido escribirle a su novia. En el Ejército, Fortes fue ese oficial “raro” que leía a Sartre y Camus y organizaba concurridas conferencias sobre literatura gallega. Aquellas sesiones se las prohibieron por sorpresa el día que se abordó la figura del inventor del esperpento. “Valle Inclán está en el infierno”, le espetó su superior. Fue así cómo descubrió Fortes la insólita historia que escondía la censura. Por lo visto aquel jefe militar había conocido a la monja que presenció los últimos segundos de vida del célebre escritor. La religiosa contaba escandalizada que Ramón María del Valle Inclán había intentado agredir con su orinal al cura que pretendía darle la extremaunción. El brazo del dramaturgo cayó vencido por la muerte sin llegar a culminar la embestida anticlerical, pero desde entonces la salvación de su alma se daba por descartada.

Fue su participación en la creación de la UMD la que ha dado fama a Fortes. Le costó un año entre rejas y la expulsión del Ejército. Se reinventó como profesor y director de instituto y a principios de los ochenta concurrió a las elecciones locales en Pontevedra por el partido Unidade Galega. También entonces se dedicó a “innovar”, apunta el historiador Xavier Castro. Fue teniente de alcalde de urbanismo en el Ayuntamiento de la ciudad en la que vive. El arquitecto municipal dimitió en cuanto Fortes tomó posesión. Vislumbró lo que se le venía encima. “Nos llegaban solicitudes de licencia con dinero dentro. Era un caos terrible. Nadie quería estar en urbanismo si no era para forrarse”, recuerda. Limitó las alturas de los edificios y creo un protocolo contra las obras ilegales. También desplegó su visionaria conciencia ecologista impidiendo la construcción de una fábrica en el paraje natural de A Xunqueira de Alba, hoy todavía intacta: “Fue la única batalla que gané en la vida”. Su esposa recibió amenazas telefónicas y la prensa local intentó acorralarlo con ataques feroces.

Fundador de la primera revista infantil y juvenil en gallego (Vagalume), Fortes sigue leyendo mucho, “escribiendo algo” y “publicando poco”. En su ordenador, mantiene confinada una “autobiografía política” que pretende reservar para que sean sus nietos quienes la saquen a la luz cuando muera. “Es un vino demasiado joven, necesita la solera de unos años”, esgrime. Padre de tres escritores (Susana, Alberto y Belén Fortes) y un periodista (Xabier Fortes), es el patriarca de una familia con cerca de 70 obras publicadas. Castro asegura que es la segunda estirpe literaria de Galicia más prolífica. Como compañero de tertulia del coronel Fortes, este catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago destaca de él su “espíritu gozoso, alejado de la rata de biblioteca” y su “honradez”: “Fue un militar díscolo en la dictadura y también un político riguroso que evitó tropelías, una persona que no se vende y que impone el bien común”.


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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.
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