Arranca en Galicia la primera legislatura ‘postFeijóo’

Galicia ha vivido este lunes el arranque de la legislatura que pone punto final oficialmente a la era Feijóo. El primer paso en esta etapa del nuevo barón gallego del PP, Alfonso Rueda, ha sido continuista. El Parlamento gallego que emerge de la quinta mayoría absoluta consecutiva de los populares (40 de los 75 escaños) estará presidido por el mismo hombre que ha ocupado el cargo desde 2016: Miguel Santalices, que cumplió este domingo 69 años y que era ya vicepresidente de la Cámara en 2000, cuando Manuel Fraga y Xosé Manuel Beiras protagonizaban los choques entre gobierno y oposición en este hemiciclo. También repite la vicepresidenta, Elena Candia, que estrenó el puesto hace dos años. “Considero ya el Parlamento mi segunda casa, es mi octava legislatura”, admitió Santalices. El popular anunció, eso sí, que será su “última toma de posesión” y pidió un deseo: “La paz mundial. Acabemos con las guerras, si puede ser”. A su lado, la representante del BNG Montse Prado vestía un pañuelo palestino.

Desde la oposición, también se ha optado por respetar las tradiciones. El BNG, según los resultados del 18-F, tenía derecho a ocupar dos de los cinco puestos de la Mesa del Parlamento, es decir, todos los que no son del PP. Aunque hace cuatro años los nacionalistas cedieron uno de esos asientos al PSdeG-PSOE, hace unos días el partido de Ana Pontón advirtió a los socialistas que la distancia electoral entre ambos había crecido mucho y que ya no se sentía obligado a repetir la concesión. Quedar fuera de la Mesa sería otro golpe más para la formación de José Ramón Gómez Besteiro, sumida en su suelo histórico con solo nueve actas frente a las 25 de los nacionalistas. Finalmente, el Bloque ha vuelto a tender la mano a quienes son sus socios en multitud de gobiernos locales y en dos de las cuatro diputaciones y les ha otorgado un puesto en el órgano que gobierna la Cámara autonómica para, como reclamaba el PSdeG, “visibilizar la pluralidad”.

La sesión de constitución del nuevo Parlamento gallego, el único de España sin presencia de la ultraderecha de Vox, ha servido para conocer el primer cambio en el Gobierno de Rueda. Ethel Vázquez, que ha sido máxima responsable de Infraestructuras desde 2014, dejará la Xunta para ser secretaria de la Mesa de la Cámara. El sucesor de Alberto Núñez Feijóo no había tocado el Ejecutivo que este le dejó en mayo de 2022, cuando se fue a Madrid a liderar el PP tras la repentina defenestración de Pablo Casado. Se limitó a designar sustitutos para las dos carteras que Feijóo descabezó al llevarse a sus conselleiros con él. La caída de Vázquez es el primer movimiento de Rueda en la conformación de un equipo propio tras su contundente victoria del pasado 18 de febrero. Otra novedad ha sido el estreno de Democracia Ourensana en el hemiciclo con un único diputado, Armando Ojea, mano derecha del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.

Ha sido la Mesa de Edad la que ha dado el pistoletazo de salida al acto. Al frente de este órgano se ha situado el que ha sido alcalde de Paradela (Lugo) por el PP en los últimos 45 años, José Manuel Mato Díaz, protagonista de un “papel fugaz” otorgado por razones “cronológicas”, como él mismo admitió, por ser el diputado de mayor edad. Junto a él, los parlamentarios más jóvenes de esta legislatura, ambos veinteañeros. A su derecha, el popular Raúl Santamaría, conocido por formar parte de los Mozos de Arousa, el equipo que ha triunfado en el concurso Reacción en Cadena de Telecinco. Y a su izquierda, el nacionalista Iago Suárez, ataviado con un pañuelo palestino en solidaridad con las víctimas de la masacre de Gaza perpetrada por el Gobierno de Israel.

Pontón ha afirmado que su partido utilizará la “posición de fuerza” que le han dado las urnas al frente de la alternativa al PP para seguir “defendiendo la sanidad y educación pública” y un “nuevo modelo energético”. Ha prometido una “oposición en positivo” centrada en “mejorar la vida de los gallegos” y “poner sobre la mesa alternativas de futuro” y ha pedido a Rueda que “no confunda la mayoría absoluta con el absolutismo”, deje de “pasar el rodillo” y “escuche a la ciudadanía que apoyó a otras fuerzas políticas” buscando pactos. El socialista Besteiro anunció también una oposición “firme pero absolutamente constructiva”.