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Los médicos gallegos arrancan mejoras salariales a la Xunta tras nueve días de huelga y 1.600 operaciones aplazadas

Las cesiones del Gobierno gallego que ponen fin a la protesta del sindicato médico excluyen medidas con más impacto en los pacientes, como poner un tope diario a las agendas que saturan los centros de salud

Concentración de médicos en el hospital de Santiago el pasado 13 de abril.
Concentración de médicos en el hospital de Santiago el pasado 13 de abril.ÓSCAR CORRAL
Sonia Vizoso

La huelga de médicos en Galicia ha llegado a su fin después de nueve días y el aplazamiento de más de 1.600 operaciones, 32.000 consultas y casi 2.700 pruebas diagnósticas. A las puertas de la campaña electoral del 28-M, la Xunta ha logrado parar la protesta aceptando parte de las numerosas demandas del sindicato médico CESM, el único convocante, fundamentalmente las medidas que suponen mejoras salariales. Se quedan fuera de este pacto reivindicaciones históricas en la atención primaria, la rama más castigada de la sanidad pública gallega, como el tope de pacientes al día o la planificación y cobertura de todas las ausencias de facultativos por bajas o vacaciones. Según ha explicado el CESM, la negociación de esos cambios, fundamentales para aliviar el agotamiento de los médicos de familia, se aplazan a julio, pasadas las elecciones municipales del 28 de mayo.

El toma y daca con la Xunta ha sido “arduo”, asegura la central convocante, y se zanjó en la medianoche de este miércoles tras una reunión de seis horas en la que intervino directamente el consejero de Sanidade, Julio García Comesaña. El secretario general del sindicato médico, Enrique Marra-López, señala que los ocho puntos acordados son “positivos” y “amplios”, los “fundamentales” de la lista de 30 medidas con las que arrancó la protesta el pasado 11 de abril.

Los médicos gallegos cobran actualmente casi 26 euros brutos por la hora de guardia, sea cual sea el día. El acuerdo establece que el importe de las guardias en día laborable de presencia física se elevará a partir del 1 de julio a 27 euros/hora y, a partir del 1 de enero de 2024, a 28 euros/hora; mientras que el precio de las guardias de presencia física domingos y festivos se pagará a 30 euros. A partir de la quinta hora, el pago se elevará a 37 euros. Los MIR recibirán este incremento en la misma proporción que el personal estatutario. Por las guardias localizadas que ahora la Xunta paga a 12 euros la hora sea cual sea el día, los profesionales cobrarán 14 euros los laborables y 15 los sábados, domingos y festivos. Los facultativos especialistas de más de 55 años podrán estar exentos de hacer guardias con presencia física.

La Xunta también subirá las retribuciones de los médicos de la sanidad pública que compaginan su puesto con un trabajo en la privada. El complemento específico que hasta ahora cobraban los que solo ejercían en el servicio gallego de salud (Sergas), que hoy es de 900 euros mensuales, lo ingresarán también los demás aunque con una cuantía menor que no podrá ser inferior a 720 euros.

La demanda de las 35 horas semanales, que sí disfrutan los médicos del resto de comunidades salvo Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia, se ha logrado “en la práctica aunque no formalmente”, explican desde CESM Galicia. La jornada de los médicos del Sergas seguirá siendo de 37,2 horas, pero 2,5 de ellas no serán presenciales y deberán dedicarlas “a temas de organización y estudio”, una fórmula similar a la de los profesores. Marra-López añade que los facultativos de hospitales y centros de salud continuarán trabajando un sábado de cada tres, pero “salarialmente” se convertirá en una guardia de siete horas.

Las claves de la atención primaria, después del 28-M

Lo que no ha logrado este paro ha sido poner coto a las agendas que cada día tienen que atender los médicos de familia, y que suelen llegar a superar las 50 personas. El CESM convocó la protesta en Galicia reclamando un máximo de 30 pacientes diarios (25 en el caso de los pediatras). También exigía una planificación que permitiese cubrir todos los puestos de los facultativos ausentes en los ambulatorios, tanto por bajas como por vacaciones, sin cargar el trabajo sobre los hombros de sus compañeros. El sindicato médico ha aceptado negociar estos dos asuntos a partir de julio. “Hemos cedido, pero con el compromiso de que dentro de tres meses nos sentaremos a negociar”, explica Marra-López.

El CESM asegura que sigue convencido de que se deben “topar las agendas”. “El problema es quién ve las urgencias cuando la agenda ya esté llena. Nosotros proponemos que el Sergas pague aparte [la asistencia a esos pacientes] con un precio unitario”, plantea su secretario general en Galicia. A su juicio, la solución al deterioro de la atención primaria en esta comunidad de población dispersa pasa por una “reorganización territorial” que elimine los centros de salud más pequeños en los que el poco personal impide formar equipos que puedan organizarse para cubrir las ausencias. “No queremos cerrar centros de salud sino reorganizarlos formando núcleos. Como los parques de bomberos. Pero los políticos no quieren eso, y menos a las puertas de unas elecciones municipales”, esgrime.

El acuerdo que ha puesto fin al paro indefinido ha suscitado críticas entre algunos huelguistas y en la Asociación Galega de Defensa da Sanidad Pública. Esta organización acusa al sindicato médico de buscar solo “una subida de sueldo” para los facultativos. Censura especialmente que se beneficien de ella los profesionales que trabajan en la sanidad privada y concluye que los intereses de CESM “no son los de la población”: “El acuerdo no solo no resuelve los problemas de la sanidad pública ni de la población, sino que contribuirá a avanzar en el camino de su debilitamiento y privatización”.

La Consellería de Sanidade expondrá el acuerdo con el CESM en la mesa sectorial que se celebra este mismo jueves y en la que no tiene asiento el sindicato médico. El fin del conflicto se produce precisamente a tres semanas de las elecciones sindicales en el servicio gallego de salud, unas votaciones que serán el 11 de mayo. En plena huelga, el CESM pactó con CSIF concurrir juntos a las urnas, en un intento de no volver a quedar fuera del órgano donde el Gobierno gallego y los representantes de los trabajadores de la sanidad pública negocian las condiciones laborales.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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