El CIS otorga por primera vez la victoria a EH Bildu en las elecciones vascas por un ligero margen sobre el PNV

La hegemonía del PNV en Euskadi está en entredicho. EH Bildu será la fuerza más votada en las elecciones vascas del 21 de abril según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este miércoles. La coalición abertzale se impondría por primera vez, aunque por un estrecho margen, con el 34,2%-35,1% de los votos al partido que siempre ha gobernado en el País Vasco desde la restauración de la democracia salvo la etapa en que el lehendakari fue el socialista Patxi López (2009-2012). El PNV obtendría entre el 32,6% y el 33,5% de apoyos frente a la estimación del 36,1% del anterior trabajo demoscópico del CIS. El 67,1% de los encuestados ya tiene decidido su voto pero el 30,1% aún duda sobre la papeleta que elegirá el 21 de abril. El 2,6% no votará.

El sorpasso de la candidatura de Pello Otxandiano, que en solo diez días gana hasta dos puntos (33%), abriría un escenario inédito. Fuentes de Sortu, la matriz de EH Bildu, auguraban hace semanas que podrían superar en votos a Imanol Pradales, el escogido del PNV para suceder a Iñigo Urkullu y revalidar la Lehendakaritza, pero veían más difícil hacerlo en escaños. El CIS no aclara la foto finish ya que, a diferencia de la semana pasada, en esta ocasión no ha realizado una proyección de escaños en el Parlamento vasco. La Cámara reparte a partes iguales sus 75 asientos entre Bizkaia, Guipúzkoa y Álava, la menos poblada y donde podría producirse el desempate en unos comicios a los que el PNV y EH Bildu llegan más igualados que nunca. En cualquier caso, lo que parece evidente es que a Pradales la campaña se le está haciendo larga y que la formación de Otxandiano experimentará un enorme ascenso -en 2020 obtuvo el 28% de los sufragios-, y superará con creces los 21 escaños actuales, diez menos que el PNV. El 21,9% de los encuestados consideran a EH Bildu el partido más cercano a sus ideas, por delante del PSE-EE (19,7%) y del PNV (18,9%).

El PSE-EE de Eneko Andueza, que ha convertido en uno de los ejes de su campaña la garantía de que no permitirá gobernar a EH Bildu, se consolidaría como tercera fuerza con entre el 13,3% y el 14,1% de papeletas, con una ligera subida respecto al barómetro de la semana pasada (13,1%). Sus diez escaños parecen asegurados y las expectativas son lograr algún asiento más en el Parlamento autonómico y revalidar la coalición de Gobierno con el PNV iniciada en 2016.

En cambio baja el PP -en 2020, en coalición con Ciudadanos, obtuvo 6 diputados-, que sería la cuarta fuerza con un 6,7%-7%, por debajo del 7,7% del sondeo anterior. La izquierda del PSE-EE lograría entrar en la Cámara vasca, que exige un mínimo del 3% de votos: Elkarrekin-Podemos -con 6 escaños ahora mismo- sacaría entre 3,1%-3,2% de los votos -el mínimo exigido es del 3%-, una mejora del 2,5% del CIS anterior. Sumar, que en el anterior CIS partía del 3,7%, lograría entre el 3,1% y el 3,6%. Vox se encuentra al filo de mantener su único escaño con el 2,7% y 3% de votos (1,9% hace una semana).

EH Bildu se confirma como mucho más que un fenómeno entre el electorado más joven: se convierte en el partido preferente en todas las franjas de edad por debajo de los 65 años. El PNV resiste como primera opción solo entre los más mayores. La fortaleza del partido de Pradales entre los votantes de más de 75 años, donde triplica a la izquierda abertzale -le votará el 36% y el 12,4% a EH Bildu-, no llega a compensar su caída entre los más jóvenes y la mediana edad. La candidatura de Otxandiano se dispara por encima de un respaldo del 30% entre los 18 y 44 años, entre los que el PNV no rebasa el 18%. Por su parte, el PSE-EE gana fuerza conforme aumenta la edad de los votantes, pasando de un respaldo testimonial del 2,6% entre los votantes de 18 a 24 años hasta el 11% entre los 65 y 74 años y el 13,2% por encima de esa edad.

En unas elecciones en las que debutan la mayoría de candidatos, el 71,8% da más importancia a las siglas del partido político a la hora de votar por el 14,4% que prioriza al candidato. Solo el 4,8% le da la misma importancia a ambos y el 3,2% al programa electoral. En este contexto Otxandiano, el candidato de EH Bildu es el mejor valorado con una media de 5,51 sobre 10 puntos posibles. El siguiente es Pradales, la apuesta del PNV (5,47). Nadie más aprueba. El socialista Andueza obtiene un 4,70, seguido de Miren Gorrotxategi (Podemos, 4,41), Alba García (Sumar, 3,93) y Javier de Andrés (PP, 2,79). La candidata peor valorada es la de Vox: Amaia Martínez solo obtiene un 1,96.

Dentro de la disputa entre EH Bildu y el PNV, Otxandiano es el candidato a la Lehendakaritza que se preocupa más por los problemas del País Vasco para el 25,7% de los encuestados, frente al 24,8% que se inclinan por Pradales. El cabeza de lista de EH Bildu también es quien inspira más confianza según el 22,8%, de nuevo con una diferencia muy pequeña en su pulso con Pradales (22,6%). Pero sí hay una diferencia menor pero llamativa: a la pregunta de quién preferirían que fuese el lehendakari, el 28,2% opta por Pradales y el 26,8% por Otxandiano. La posibilidad de que haya un lehendakari de EH Bildu es en todo caso nula, ya que el PSE-EE ha recalcado por activa y por pasiva que no permitirá gobernar a la coalición abertzale hasta que no condene la actuación criminal y terrorista de ETA.