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Vote por mí, aunque no sepa quién soy

El arranque insólito de la campaña vasca dificulta la tarea de dar a conocer a los candidatos a lehendakari, mientras los dos principales renuncian a asistir al primer debate televisado

Ciudadanos pasan por delante de un tranvía con publicidad del candidato del PNV, Imanol Pradales.
Ciudadanos pasan por delante de un tranvía con publicidad del candidato del PNV, Imanol Pradales.LUIS TEJIDO (EFE)
Pablo Guimón

Imanol Pradales, candidato del PNV, eligió este martes la Plaza Circular de Bilbao para hablar de seguridad ciudadana y prometer “tolerancia cero hacia el delincuente”. Un asunto que, como se demostró en las pasadas municipales, se ha convertido en los últimos años en una de las principales preocupaciones sociales en la capital vizcaína y que en la campaña de estas autonómicas del 21 de abril constituye, a través del debate sobre el modelo de la Ertzaintza, uno de los frentes de la batalla entre PNV y EH Bildu.

El intenso ritmo de esta céntrica plaza bilbaína, llena como cada mañana de oficinistas en tránsito, paseantes, repartidores y vendedores ambulantes, no se vio en absoluto alterado por la presencia, en la acera misma, rodeado de cámaras, del candidato nacionalista. Apenas se paró un chico joven —que resultó ser turista y no tener ni la más remota idea de quién era el que estaba ante las cámaras— y dos señoras que miraban con sumo interés.

—¿Saben quién es?

—Sí, claro, el alcalde —respondió una de las señoras.

Es cierto que estaba ahí Juan Mari Aburto, regidor de Bilbao, pero estaba en un segundo plano, de acompañante de la persona que salvo mayúscula sorpresa será el próximo lehendakari. Esto sucede en el centro mismo de Bilbao. A apenas 200 metros del retrato suyo a todo color que cubre la fachada entera de Sabin Etxea. Y a otros tantos de la Diputación en la que, antes de que el partido lo propusiera como candidato a lehendakari a finales de noviembre, se desempeñó como diputado foral durante 13 años.

Hablamos del candidato más conocido por los votantes, según el sondeo de 40dB. para EL PAÍS y la SER, empatado con Eneko Andueza, del PSE. Ambos líderes eran conocidos solo por un 55% de los votantes al inicio de la campaña. Al resto de candidatos no los conocía ni la mitad de los votantes (Alba García, de Sumar, y Amaia Martínez, de Vox, no les sonaban ni a uno de cada cuatro).

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De los siete aspirantes a lehendakari, solo repite Miren Gorrotxategui, de Podemos AV, a quien la misma encuesta apenas da un 3% de intención de voto. Los demás son nuevos. Y el accidentado inicio de esta campaña vasca no ha contribuido mucho a darlos a conocer. Tampoco ha ayudado el hecho de que los candidatos a lehendakari de las dos principales fuerzas, Pradales y Pello Otxandiano (EH Bildu), así como la candidata de Podemos, declinaran la invitación a asistir la noche de este martes al primer debate televisado, en RTVE.

Fuentes del PNV atribuyen la ausencia de Pradales en el debate a problemas con las fechas, y argumentan que “nunca ha habido un debate con los candidatos a lehendakari en TVE en anteriores elecciones vascas”. También fuentes de Podemos hablan de “problemas de agenda”. Desde EH Bildu explican que la razón de la ausencia de Otxandiano es que la formación ha “defendido desde el principio que la campaña se tiene que ceñir a temas vascos”, y que entendieron que el primer debate al que fuese “no tenía que ser en un medio estatal, sino vasco”.

“No sé a lo que están jugando”, lamenta Ramón Etxezarreta, exdirigente de Euskadiko Ezkerra y exconcejal en San Sebastián. “Normalmente, la campaña debería servir para dar a conocer a los candidatos nuevos, pero los dos principales ni siquiera van al primer debate. Se diría que están intentando ocultarse, para que no les pillen en un fallo. La campaña va por los túneles, por las catacumbas. Tienen miedo a la exposición pública y a defender sus ideas con nitidez. Se mueven en el absoluto eufemismo. Todo buena voluntad, todo desmemoria. Nadie tiene un pasado, nadie es heredero de nada. El PNV defenestra a Urkullu, con un alto índice de aceptación, para sustituirlo por un candidato plano. Y, en contrapartida, Bildu también planta un candidato que lo único claro es que no quiere el tren de alta velocidad y que opta por el modelo lingüístico D”.

El hecho de que los candidatos fueran nuevos, recuerda Jonatan García Rabadán, profesor de Sociología de la Universidad del País Vasco, convirtió la precampaña en “una especie de proceso para dar a conocer y limar los perfiles de los candidatos”. Fueron comentados la presencia en redes sociales de Pradales y el notorio cambio de estilismo de Otxandiano, atribuido a la estilista catalana de ERC, Marta Pontnou, a quien EH Bildu contrató para que les asesore en la imagen que proyectan sus portavoces.

La precampaña —y, con ella, ese proceso de construir el perfil público de los candidatos— quedó eclipsada por la Semana Santa y por la convocatoria sorpresa de elecciones en Cataluña. Después, en los primeros días de campaña, vinieron la victoria del Athletic y el fallecimiento del lehendakari Ardanza, cuya capilla ardiente reunirá a todas las autoridades y atención mediática este miércoles en Ajuria Enea, un día antes de que Bizkaia se paralice por el esperadísimo paso de la gabarra con los jugadores rojiblancos por la ría.

“No hay ambiente electoral”, resume García Rabadán. “La campaña no ha explotado, y eso se nota en los candidatos. Su proyección pública se está viendo afectada. Tampoco hay que olvidar que el hecho de que sean candidatos desconocidos puede tener un factor positivo de evitar rechazos. Sin mochilas, ya sea por la gestión institucional o la vinculación con otras épocas, es más fácil a veces. Hay estudios que apuntan a que todavía hay marcas que generan de por sí rechazo o miedo en la sociedad vasca. Ser nuevo te obliga, pues, a darte a conocer, pero evita también el rechazo directo”.

El sociólogo cree que la campaña “cambiará mucho la semana que viene”. “Sí va a haber más intensidad, los partidos se están reservando”, concluye. “Las elecciones autonómicas previas, las de la pospandemia, tuvieron una participación que fue de las más bajas de la historia. Los partidos, aunque sea con candidatos nuevos, saben que eso no se puede repetir”.

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Sobre la firma

Pablo Guimón
Es el redactor jefe de la sección de Sociedad. Ha sido corresponsal en Washington y en Londres, plazas en las que cubrió los últimos años de la presidencia de Trump, así como el referéndum y la sacudida del Brexit. Antes estuvo al frente de la sección de Madrid, de El País Semanal, y fue jefe de sección de Cultura y del suplemento Tentaciones.
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