Un fallo informático impide a afiliados de Vox asistir a su congreso
El partido ultra deja de emitir por vez primera su asamblea anual por un canal abierto y deja a miembros del partido sin posibilidad de seguirla
La asamblea anual, equivalente al congreso del partido, celebrada este sábado por Vox se convirtió en la más opaca de su historia. Por vez primera, no se difundió a través del canal de Vox en YouTube sino por el portal del afiliado en la página web del partido, al que se accede con una clave. Sin embargo, un fallo informático impidió que un número indeterminado de afiliados (Vox tiene 65.000) pudiera conectarse, según ha comprobado EL PAÍS, por lo que se quedaron sin poder seguir la asamblea, en la que tenían derecho a participar. Tampoco podían acudir personalmente, pues el acto se celebró en la sede central del partido (en la madrileña calle Bambú) y no en el Palacio Municipal de Congresos, donde a continuación tuvo lugar un mitin con más de 1.800 personas.
En la asamblea, en la que solo estuvieron cargos a sueldo del partido, se aprobaron reformas de los estatutos y de los reglamentos internos que permitirán castigar a los afiliados que no guarden secreto sobre las deliberaciones y acuerdos de los órganos de gobierno o grupos institucionales (una medida copiada del PP) o que incumplan las instrucciones sobre comunicación en las redes sociales o medios convencionales. También se faculta por vez primera al presidente de Vox, Santiago Abascal, a dictar “órdenes” de obligado cumplimiento sobre el funcionamiento interno.
Vox no ha informado de cuántos votos recibieron las propuestas de la dirección y se limitó a señalar que estas se aprobaron con entre el 93,82% (en el caso de los estatutos) y el 96,68% (cuentas anuales) de los sufragios emitidos por vía telemática, cuya cifra total se desconoce.
Jorge Buxadé, uno de los pocos dirigentes que intervino en el acto (junto al líder del partido, Santiago Abascal; el secretario general, Ignacio Garriga; y el tesorero, Pablo Sáez) justificó los cambios normativos por la necesidad de adaptarse “a la nueva realidad”. Según Buxadé, el “crecimiento extraordinario” en el número de concejales y representantes del partido en parlamentos autonómicos ha obligado a “adaptar los estatutos” para incluir “mejoras organizativas y técnico-jurídicas”.
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