El CIS mantiene al PSOE como ganador de las generales por la mínima pese al batacazo del 28-M

El PSOE ganaría las elecciones generales si se celebraran hoy, con un 31,2% de los votos y una ventaja de apenas medio punto por encima del PP, según el barómetro del CIS de junio, elaborado con posterioridad a las elecciones autonómicas y municipales del 28-M y días después de que Pedro Sánchez adelantara al 23 de julio los comicios previstos inicialmente para diciembre. El organismo que dirige el socialista José Félix Tezanos, cuyos resultados cuestionan todos los partidos salvo el PSOE, indica que Sumar se colocaría en tercera posición, con el 14,3%, seguido de Vox, que se alza con el 10,6% y repite los datos de mayo. El sondeo muestra que la suma de las opciones de izquierda (PSOE y Sumar) obtendría el 45,5% de los apoyos ciudadanos, frente al 41,4% que acumula el bloque de la derecha (PP y Vox, puesto que Ciudadanos desaparece del Congreso).

El sondeo, que acumula 7.407 entrevistas, fue elaborado entre el 31 de mayo y el 7 de junio, por lo que, en teoría, debe reflejar el efecto luna de miel que, según los expertos demoscópicos, suele aupar los resultados del partido ganador. El estudio del CIS recoge una fuerte subida de los dos principales partidos con respecto al CIS de mayo, pero también empuja con fuerza al partido de Yolanda Díaz, que ya engloba a todos los firmantes de la coalición, incluido Podemos. La encuesta no ofrece dato alguno sobre Ciudadanos, ya que no se presenta a las generales, tras quedar prácticamente extinto el 28 de mayo.

El CIS, fuertemente criticado por el contraste entre sus encuestas previas a las municipales y los resultados reales del 28-M, mantiene un dibujo muy similar al que ofreció en mayo, con el PP y el PSOE en una pugna apretada. Los dos partidos crecen en el barómetro con fuerza, aunque el PP lo hace en mayor media. Los de Alberto Núñez Feijóo suben del 27,2% de mayo al 30,7% de este mes, es decir, tres puntos y medio; pero los de Pedro Sánchez pasan del 29,1% al 31,2%, dos puntos de incremento. Sumar, en tercera posición, por su lado, no recoge la totalidad del voto de Podemos. Los datos sumados de ambas formaciones en la encuesta de mayo ofrecían un porcentaje de votos para “la izquierda de la izquierda” del 18,4%, mientras que en este de junio se queda en el 14,3%. El trabajo de campo es previo al anuncio de Podemos, el viernes 9 de junio, de que irían con Sumar en las próximas generales, pese al veto a Irene Montero.

Las mejoras que el CIS otorga a PP, PSOE y Sumar contrastan con el estancamiento de Vox (10,6%) y la bajada de las expectativas de voto de ERC (baja del 2,4% al 1,8% del voto de toda España), frente a la subida de Junts (aunque no supera a los republicanos) y la de Bildu, que pasa del 0,9% de mayo al 1,1% de este estudio.

Un mes más, los ciudadanos suspenden de manera implacable a los principales representantes políticos. Y también de nuevo, Yolanda Díaz es la mejor puntuada (un 4,89), seguida de cerca por Pedro Sánchez (4,59) y Alberto Núñez Feijóo (4,37). Los últimos de la clase siguen siendo, siempre según el CIS, Santiago Abascal (con un 3 pelado) y Ione Belarra (con un 3,17). En cualquier caso, Sánchez genera más confianza por ahora que Feijóo, ya que el 63,6% tiene poca o ninguna en el primero, frente al 69,3% que dice lo mismo de Feijóo.

Los encuestadores del CIS preguntaron a los ciudadanos cuándo decidieron su voto en los comicios de mayo, con el aparente objetivo de conocer el impacto de las campañas electorales en el voto final. Así, el 62,7% lo tenía claro, con o sin campaña; pero en los 15 días oficiales para pedir el voto, un 36,8% decidió el color de la papeleta. Al comenzar la campaña, el 10% tomó la decisión; en la última semana de campaña, el 14,1% eligió partido para votar; pero es que en la jornada de reflexión, la víspera de la cita, se decidió el 3,8% y un 8,9% de ciudadanos decantó su sufragio el mismo día de la votación. Y lo que es aún más curioso: un 14,1% cambió de partido al menos una vez en los 15 días de la recta final hacia las elecciones. En los últimos comicios, esos días finales estuvieron marcados por las polémicas de Bildu (que incluyó a 44 exetarras en sus listas) y los escándalos de compra de votos en Melilla y Mojácar (Almería).

El anterior barómetro, publicado el 17 de mayo, apuntaba que el PSOE habría ganado unas elecciones generales si se hubieran celebrado ese mes, con un 29,1% de los votos, seguido a corta distancia por el PP, que obtendría el 27,2%. Sumar, el proyecto liderado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, se convertía, según el estudio del mes pasado, en la tercera fuerza política, superando a Vox, que hasta ahora ocupaba dicha posición en los sondeos. El barómetro reflejaba, cuando quedaban pocas semanas para el 28-M, cómo la distancia entre socialistas y populares era la menor de 2023 en cuanto a estimación de voto y que se había quedado a solo medio punto en la categoría de intención de voto directo. En esta, los de Sánchez obtenían el 21,1% de los votos (perdían de 1,1 puntos) mientras los de Feijóo se elevaban al 20,7%, a solo medio punto del PSOE, siempre según el CIS, cuyos datos son habitualmente cuestionados como manipulados por PP, Vox y Podemos.

Días después, el 22, el CIS divulgó una encuesta flash para las elecciones locales, donde los socialistas se dejaban punto y medio (del 31,7% del pasado día 11 al 30,2%), una cantidad de voto que recogía mayoritariamente el partido ultra de Abascal (sube 1,2 puntos, del 6,8% al 8%), y de menor manera el PP (pasa del 27,3% al 27,9%). En ese estudio, el PP superaba por primera vez en este año al PSOE en voto directo, y obtenía el 21% frente al 20,7% de los de Pedro Sánchez.

Sin embargo, la gran encuesta vino el 28-M, donde los populares ganaron las elecciones municipales con el 31,53% de los votos, frente al 28,12% que cosecharon los socialistas. Vox ocupó la tercera plaza, mientras Ciudadanos y Podemos quedaron casi extintos en los municipios. La consecuencia ha sido que la derecha ha extendido enormemente su poder municipal, a la vez que el partido de Feijóo y el de Abascal están cerrando alianzas en municipios clave, como Burgos o Toledo. En el caso de las autonómicas, el PSOE pudo conservar con holgura la comunidad de Castilla-La Mancha, con apuros finales retuvo Asturias, pero los resultados combinados de PP y Vox expulsaban al bloque de la izquierda de Aragón, Extremadura, La Rioja y, sobre todo, de la Comunidad Valenciana. En esta última región se ha constituido la primera sociedad de populares y voxistas (antes fueron el mismo partido) tras los comicios pasados.