_
_
_
_
_

La CUP se divide ante la decisión de si debe respaldar o no al nuevo Gobierno catalán

ERC y la CUP celebran su primera reunión para sondear posibles pactos pese a las dudas de los anticapaitalistas

La exdiputada de la CUP Maria Sirvent, este miércoles, durante la rueda de prensa.
La exdiputada de la CUP Maria Sirvent, este miércoles, durante la rueda de prensa.EUROPA PRESS (Europa Press)

Esquerra Republicana ha priorizado a la CUP para formar un nuevo Gobierno catalán tras las elecciones del 14-F, pero ha recibido un jarro de agua fría. Los republicanos se han reunido este miércoles con los anticapitalistas, pero estos están divididos sobre si deben implicarse o no en el nuevo ejecutivo. Dolors Sabater, líder de la candidatura, afirmó este martes que su objetivo es condicionar la legislatura. La cuestión es que, al menos hasta ahora, las dos entidades más representativas de dicha candidatura, integrada por una docena de grupos, han emitido sendos comunicados y mensajes en sentido opuesto. Poble Lliure plantea contribuir a formar un Govern que presente una serie de mínimos tanto en el área social como en la soberanista mientras Endavant rechaza no solo entrar en el Ejecutivo, sino también ser una “muleta” del mismo.

Más información
La CUP quiere condicionar la legislatura y avisa de que no negociará con prisas
La CUP muestra sus cartas para negociar
La CUP dobla sus escaños y tiene la llave del Govern

Los dos partidos, ERC y la CUP, se han emplazado a una segunda reunión. Dolors Sabater, que afirmó este martes que su objetivo es condicionar la legislatura, no ha participado en el cónclave. La corriente Poble LLiure, que encarna una vía más pragmática, propuso el lunes un plan de choque contra la crisis; otro de desconexión con el Estado que culmine con un referéndum y un eventual reconocimiento internacional en 2025 y la lucha por la “amnistía, los presos y los exiliados”. Endavant, por su parte, considera en su comunicado del martes que Junts y ERC, con matices, solo buscan negociar un referéndum cuando es del todo imposible, creen, que el Gobierno lo acepte. “La ideología y la concepción del orden del independentismo liberal les impide concebir que la independencia solo puede ser fruto de una revuelta política” y desdeñan fórmulas del pasado como la de una transición legal ordenada y “promesas fraudulentas” en abstracto. “No seremos una muleta para aceptar recortes y privatizaciones que impongan el Estado y la Unión Europea y menos aún avalaremos la idea de que el referéndum se conseguirá a través de una negociación”, dicen.

Las divergencias entre las dos almas de la organización han aflorado de forma periódica y ya se visualizaron por ejemplo en la investidura (frustrada) de Artur Mas o en la decisión de Poble Lliure de presentarse a sus primeras elecciones generales en 2016 frente al criterio de la CUP. Finalmente, concurrieron en las de diciembre de 2016 y lograron dos diputados: Mireia Vehí (Endavant) y Albert Boltrán (Poble Lliure). En el caso de que se reedite un Govern entre ERC y Junts, Pere Aragonès necesitaría tres votos de los nueve de los anticapitalistas para ser presidente. Endavat, cuya cara más conocida es Anna Gabriel o los diputados electos Carles Riera y Eulàlia Reguant, apela en el comunicado al acuerdo que adoptó la CUP el 23 de enero que reforzaba el planteamiento de “oposición” al soberanismo gubernamental o a los amplios frentes liderados por el PSOE.

Es muy difícil la unidad cuando se ve esa brutalidad contra la disidencia política”, afirma la exdiputada Maria Sirvent

La CUP está marcando sus tiempos y ya avisó este martes de que no tiene prisa: analizará los resultados el 27 de febrero y empezará entonces el debate de la militancia. Pere Aragonès deberá de esperar. Los anticapitalistas, tras su reunión este mediodía con ERC, han afirmado en un comunicado que han valorado los diferentes escenarios a corto, medio y largo plazo tras el 14-F y han constatado que el electorado ha virado a la izquierda y “un avance” hacia la “república catalana”. En la reunión han participado Riera, Reguant, Xavier Pellicer (diputados electos por Barcelona) y Pau Juvilà (por Lleida).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Las negociaciones se adivinan complejas, no solo por la división interna de la CUP. La actuación de los Mossos d’Esquadra en las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél las han enturbiado. María Sirvent, exdiputada anticapitalista, ha advertido de que será muy difícil generar ningún tipo de unidad con esas conductas. “Es muy difícil la unidad cuando se ve esa brutalidad contra la disidencia política”, ha afirmado, subrayando que utilizaron balas de foam.

Las protestas se saldaron con 18 detenidos y 33 heridos en Barcelona, Girona, Lleida, Reus (Al Camp) y Vic (Osona), donde hubo altercados con barricadas que, además, causaron daños materiales. En Vic, parte de los manifestantes provocaron destrozos en la comisaría de los Mossos y en Barcelona se incendiaron casi un centenar de contenedores. La alcaldesa de Vic, Anna Erra, criticó la actitud de los manifestantes afirmando que cruzaron una línea roja.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_