Cierra la campaña más reñida con empate entre izquierda y derecha en la Comunidad Valenciana

Cierra la campaña más reñida en la Comunidad Valenciana, que arroja, según los sondeos electorales, un empate técnico entre los bloques políticos de izquierda y derecha en un territorio considerado decisivo en el mapa de equilibrios políticos español. ¿Conservará la izquierda el gobierno de la Generalitat después de ocho años o habrá vuelco y pasará a manos de la derecha? Las encuestas apuntan a que el PP podría ser el partido más votado pero no sumar los escaños necesarios para gobernar la Generalitat.

Los principales candidatos a la presidencia de la Generalitat echaron ayer el cierre a la campaña con actos festivos, mítines, visitas a mercados, paseos ciudadanos o cenas, acompañados de sus alcaldables, en ciudades como Alicante, Castelló, València, Elche, Alzira, Burriana o Torrent, y con la presencia de líderes nacionales como Alberto Núñez Feijóo o Pablo Iglesias.

El socialista Ximo Puig, presidente de la Generalitat y candidato a la reelección, cerró la campaña con una llamada a la participación: “La vía valenciana es votar porque cuanto más apoyo tenga el proyecto socialista más se garantiza un futuro de convivencia, bienestar y empleo”. Los socialistas han apelado a la mejora de todos los indicadores socioeconómicos en la Comunidad Valenciana, lo que avala su gestión, y reiteran que han superado “el paradigma de la corrupción y los recortes del PP”. La frase “O Gürtel o Volkswagen”, resume como ha defendido Puig la campaña, que ha contado con el respaldo varios ministros del Gobierno de España. Para refrescar la memoria de los electores, el secretario de Organización del PSPV y candidato autonómico José Muñoz se fotografió la última jornada ante los 7.342 folios y 30 sentencias “que tiene [el PP] por casos de corrupción”.

Puig echó ayer el cierre a estos intensos días electorales en Alicante junto a la candidata a la alcaldía de la ciudad, Ana Barceló. Por la mañana, Feijóo eligió también la capital alicantina, donde arropó al alcalde. Luis Barcala. La provincia alicantina es una plaza electoral crucial para los partidos que aspiran a gobernar la comunidad autónoma.

Enfrente, el PP, con Carlos Mazón de candidato a presidente autonómico, y María José Catalá, a la alcaldía de Valencia, han apoyado su campaña en una bajada de impuestos y en las críticas al presidente socialista Pedro Sánchez. “El fin del sanchismo empieza en Valencia”, ha sido una de las consignas más repetidas por Mazón ante el líder nacional de su partido, Alberto Núñez Feijóo, muy presente estas dos semanas en tierras valencianas. Por momentos, la campaña ha discurrido más en clave de política nacional que autonómica o local y se ha planteado como un anticipo o primera vuelta de lo que sucederá en las elecciones generales de final de año. Feijóo visitó ayer Alicante, una plaza electoral crucial para todos los partidos que aspiran a gobernar la comunidad autónoma. Mazón quiere concentrar el voto de Ciudadanos y Vox, apelando a que será el único modo de provocar un cambio político después de ocho años de gobiernos de izquierda.

“Ni Génova ni Ferraz”, dice Baldoví

Compromís, la formación valencianista que encabeza Joan Baldoví, ha subrayado su perfil autóctono: “Somos una formación que trabaja aquí, piensa aquí y se queda aquí” mientras otros “hablan de cosas que no tienen nada que ver con los problemas, los deseos y las dificultades de los cinco millones de valencianos”, manifestó por la mañana en la despedida de campaña en Castellón. Su voto, subrayó garantiza un (gobierno de coalición del) Botànic más reivindicativo en Madrid y más ambicioso con las políticas sociales”. Según lo ha expresado Baldoví a lo largo de la campaña, no dependen “ni de Génova ni de Ferraz”, en alusión a las sedes nacionales de PP y PSOE. Íñigo Errejón, el líder de Más Madrid, ha apoyado a Baldoví en campaña, al igual que la vicepresidenta Yolanda Díaz, de Sumar, ha pedido el respaldo para que el alcalde de Valencia y candidato de Compromís Joan Ribó continue al frente del gobierno de la tercera capital de España.

Unides Podem-Esquerra Unida, cuya entrada en el Parlamento valenciano es decisiva para que se pueda reeditar por tercera vez el pacto del Botànic, ha reforzado su campaña con las visitas de las ministras Irene Montero, Ione Belarra y Alberto Garzón. Ayer el exsecretario general de Podemos Pablo Iglesias participó en el cierre de la campaña en Valencia.

Iglesias soliviantó a los centenares de militantes que se agolpaban bajo el puente de la Exposición de Valencia, criticando a los poderes mediáticos y al presidente del Real Madrid, Florentino Perez, al orquestar una campaña que llama racistas a todos los valencianos por los insultos del pasado domingo en el estadio de Mestalla. Claro que hay racismo en el fútbol, en España y en Europa, que impide a un trabajador racializado encontrar un piso alquiler, pero no se puede generalizar como antes se hizo con la corrupción, dijo entre aplusos. Podemos es el único que se atreve a “señalar a los mafiosos”, añadió.

También hablaron la líder de Esquerra Unida, Rosa Pérez Garijo y la candidata al Ayuntamiento de Valencia Pilar Lima, entre otras. Lima afirmó que es la priemra candidata sorda y la segunda candidata lesbiana en Valencia. “Ya tuvimos una que era bien mala, Rita Barberá”. El candidato de UP-EU a la presidencia de la Generalitat, Héctor Illueca, que animó a “hablar con todo el mundo” para que vaya a votar. Solo así se podrá reeditar un gobierno progresista y parar la alianza de la derecha y extrema derecha.

Ciudadanos, con la mayoría de sondeos a la contra —los dejan fuera de las Cortes Valencianas y del Ayuntamiento de Valencia— se ha reivindicado como el único partido de centro frente al PSPV y PP. “No queremos ser los ninis del agua”, apuntó su candidata Mamen Peris, que pasó por Orihuela, al sur de Alicante, donde el electorado está muy sensibilizado ante la falta de agua y las vicisitudes del trasvase Tajo-Segura. “Ni tenemos agua, ni PP ni PSOE han hecho nada para solucionarlo”, denunció ayer sin olvidarse de denunciar la corrupción de otros partidos y la falta de propuestas de regeneración política.

Vox, que busca ser determinante en un futuro Gobierno valenciano liderado por el PP y en el que aspira a ocupar la vicepresidencia, ha recibido en campaña la visita de su líder nacional, Santiago Abascal, a Valencia y Alicante, mientras que el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha estado en la capital valenciana y en Castellón. Un concejal de la formación en el Ayuntamiento de Valencia presentó a la Fiscalía una serie de indicios por presunta financiación ilegal.

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