Carlos Mazón afronta una semana determinante para abordar sus planes de reconstrucción

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, empieza este lunes una semana en la que debería apresurarse para la puesta en marcha de sus planes para la reconstrucción. Desde la comparecencia en las Cortes, el viernes 15, el jefe del Ejecutivo valenciano ha pasado diez días prácticamente en blanco, al menos en lo que se refiere a su agenda pública. Tampoco se ha transmitido en qué está trabajando y, de lunes a viernes, únicamente ha dado a conocer los nombres de quienes ocuparán a partir de ahora un puesto en el Gobierno Valenciano.

Desde su intervención en el parlamento, Mazón se ha limitado a acudir a cuatro reuniones del Cecopi, órgano de coordinación de Emergencias, y a asistir telemáticamente a otras seis. En su despacho ha recibido la visita del consejero delegado del Banco Sabadell por la apertura de una cuenta solidaria para la reparación de daños tras la catástrofe que ha acabado con la vida de 221 personas. El viernes visitó un parque industrial, aunque en un acto que no se publicitó, y luego viajó a Alicante, a su tierra, con los suyos, y acudió a una entidad que ha repartido menús calientes en municipios afectados por la riada. Allí ha pasado el fin de semana hasta mediodía de este domingo, cuando se produjo el derrumbe del techo de un colegio en Massanasa en el que murió un operario. Mazón tenía previsto acudir al centro pero finalmente se fue al Palau de la Generalitat, donde convocó una reunión para analizar lo ocurrido puesto que el centro estaba precintado.

Los trabajos de rehabilitación, reparación, retirada de escombros y limpieza no han cesado. Pero los nuevos componentes del Consell, cuyos nombramientos son efectivos desde el pasado viernes, aún no han tomado posesión y no lo harán hasta este martes, con lo que durante esos cinco días, ni los salientes ni los entrantes han podido firmar decretos u órdenes. Tampoco han tenido agenda, aunque el nuevo consejero de Emergencias Juan Carlos Valderrama sí se incorporó telemáticamente el sábado a la reunión del Cecopi, el órgano de coordinación de Emergencias.

La toma de posesión de los nuevos miembros del Gobierno valenciano se celebrará tres días antes de que se cumpla un mes desde la catástrofe y tras una semana en la que la comunicación de los designados se ha ofrecido con cuentagotas.

Tampoco el teniente general retirado Francisco Gan Pampols, elegido como vicepresidente para la reconstrucción, se ha puesto en marcha, que se sepa. Y cuando lo haga, según dijo, abordará primero la elaboración de un cálculo de necesidades.

Según pasan los días crece el nerviosismo entre los afectados. Después de los altercados en Paiporta, este domingo también se vivieron momento de tensión tras la muerte de un operario en un colegio de Massanassa. El sábado la protagonista fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, que tuvo un encontronazo con un grupo de afectados que le reclamaban que el Ejército entrara en todos los garajes para su limpieza. Robles discutió con estos y con un tono exaltado les dijo que la dirección de la emergencia, que corresponde a la Generalitat, y los alcaldes, habían ordenado que primero se limpiaran los aparcamientos públicos. Tras el rifirrafe, la Generalitat criticó a Robles por su “falta de empatía” y la vicepresidenta primera y portavoz del Consell, Susana Camarero, le instó a pedir perdón después de negar que la dirección del Cecopi haya priorizado la limpieza en los espacios públicos. Sin embargo, este viernes el Centro de Coordinación de Emergencias anunció la publicación de orden “que permite la entrada en garajes, bajos y locales de las zonas afectadas por las riadas para limpiar y extraer el lodo y otros residuos que constituyan un riesgo para la salud pública”. Esta actuación, según dijeron, comenzará hoy lunes en 660 ubicaciones en Albal, Catarroja, Alfafar, Massanassa, Paiporta, Picanya, Benetússer y Sedaví.