La acumulación de agua pone en peligro de rotura la presa valenciana de Chera mientras los afectados claman por más ayuda

La lluvia sigue sin dar tregua a la Comunidad Valenciana. Desde las cuatro de la madrugada de este viernes, la dana que empezó a golpear la región el pasado martes —y que ha costado la vida al menos a 155 personas en la región— ha descargado una intensa tormenta en Castellón, en zonas donde la víspera ya llovió mucho. También ha habido chubascos “de intensidad muy fuerte o torrencial” en el sur de Valencia, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El Centro de Coordinación de Emergencias vigila el estado de la presa del embalse de Buseo, en el municipio de Chera (Valencia), que permanece en situación dos, lo que significa un escenario excepcional por la existencia de peligro de rotura o avería grave. Los niveles, de momento, se mantienen estables y parece que el agua empieza a bajar, según informa el 112 de la Generalitat.

Mientras, los valencianos se han despertado por tercer día consecutivo mirando al cielo y aumenta el clamor por una ayuda que no llega. Los afectados siguen pidiendo, de forma urgente, agua y comida. Niños, ancianos y enfermos son los más vulnerables y a ellos va dirigida, fundamentalmente, la petición. La solidaridad ciudadana de toda la provincia ha acumulado alimentos, ropa y mantas en los puntos de recogida, pero ahora el problema es distribuirlos. Para ello se han incorporado al dispositivo este viernes 500 militares que se unen a los 1.200 que ya participaron en las labores de rescate y que ahora trabajarán también en la distribución de ayuda. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón (PP), mantiene que hay coordinación entre la administración central y la autonómica.

Al menos 155 personas han fallecido en la Comunidad Valenciana —y otras tres en localidades de Castilla-La Mancha y Andalucía— por los efectos de la dana, que ya es una de las peores catástrofes naturales de la historia de España. Sólo en el municipio valenciano de Paiporta (27.000 habitantes), epicentro de la destrucción causada por las lluvias, han sido localizados por el momento 62 cadáveres, según ha confirmado esta mañana a Efe su alcaldesa, Maribel Albalat. “Muchos vivían en plantas bajas que, como nunca se inundaban, no salieron y permanecieron allí; otros estaban en comercios que quedaron bloqueados por coches empotrados contra las puertas, y otros fueron a sacar los coches de los garajes y ya no pudieron salir”, ha explicado.

Otros muchos municipios afectados siguen sin agua corriente, luz ni teléfono. Decenas de vehículos continúan volcados en los laterales de las carreteras, aunque ya se ha conseguido abrir un carril de la A-3, que une Valencia con Madrid y que, fundamentalmente, va a estar destinado al paso de las emergencias. “Esto va a durar mucho”, advierten los alcaldes de la zona, temerosos de que la atención se disipe en unos días. La alcaldesa de Chiva, uno de los municipios más golpeados por el temporal, ha narrado esta mañana la desesperada situación que viven los vecinos que permanecen aislados. “Seguimos pidiendo víveres, agua...”, ha dicho Amparo Fort en RNE. “Hay niños, ancianos... y los bocadillos ellos no los pueden gestionar. Necesitamos leche para bebés, comida triturada para bebés y para personas mayores. Han desaparecido casas enteras, no sabemos si con gente o sin gente”.

Unas 23.000 personas continúan sin suministro eléctrico en la provincia de Valencia, tras haberlo recuperado más de 132.000 afectados (el 85% de los inicialmente perjudicados), según los datos facilitados por Iberdrola al mediodía de este viernes, informa Servimedia. La compañía dispone de 80 grupos electrógenos que está procediendo a conectar en aquellas zonas “en las que técnicamente va siendo posible”.

Miles de ciudadanos se están desplazando a pie desde Valencia a las poblaciones del sur más golpeadas por la dana. Son voluntarios, muchos de ellos jóvenes, que se ofrecen a ayudar en las labores de limpieza y de suministro de comida y agua. Se están organizando solos, a través de grupos de telegram o whatsapp. Han marcado salidas desde diferentes puntos de la ciudad y avisan de los kilómetros que hay que recorrer andando y de las necesidades más perentorias: “Qué llevar: agua, comida no perecedera, cepillos y cubos, velas (siguen sin luz)”, señalan en algunos de los mensajes de organización de los grupos de telegram.

La Generalitat Valenciana ha pedido, no obstante, a los ciudadanos que no se dirijan a las zonas arrasadas, ni en coche ni a pie. “Se están colapsando las vías de acceso y los servicios de emergencias están teniendo problemas para poder hacer su trabajo”, indican. Un total de 126 carreteras de la comunidad siguen afectadas como consecuencia del temporal, de las que 39 permanece cerradas al tráfico, según recoge Emergencias 112, informa Europa Press. El Ministerio de Transportes ha habilitado 24,8 millones de euros para empezar a reconstruir de forma urgente las carreteras más gravemente dañadas en las provincias de Valencia y Cuenca: la A-7 (una autovía fundamental para la movilidad metropolitana de Valencia), la N-330 y la N-322.

La ayuda está llegando también de otras regiones. Un millar de operarios de limpieza y recogida de residuos del Ayuntamiento de Madrid se han ofrecido voluntarios para desplazarse a Valencia a colaborar con las tareas de retirada de lodos y escombros. De momento, el Ayuntamiento de la capital ha enviado 69 dotaciones con todo tipo de vehículos (baldeadoras, palas excavadoras, portacontenedores, góndolas, grúas, todoterrenos...) hacia las zonas catastróficas de Utiel, Torrent, Picanya y Eliana. Igualmente, cuatro voluntarios de Protección Civil de Tarragona se han desplazado a la localidad de Moncada (Valencia) con dos vehículos todoterreno con remolque y cisterna de agua. Y decenas de policías y bomberos de Murcia y Andalucía están colaborando en las tareas de desescombro.

Este viernes el Gobierno central se ha incorporado al órgano autonómico de coordinación del operativo, el Cecopi: allí estará el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho una visita cargada de simbolismo a la sede de la Aemet, contra la que ayer arremetió el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Sánchez, que ha estado acompañado por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha ensalzado el trabajo de este organismo, incidiendo en que su labor de “observación y predicción” es “fundamental”, y ha pedido “precaución” porque “la dana no ha terminado”. Después, el presidente tiene previsto acudir al Comité Estatal de Coordinación y Dirección del Sistema Nacional de Protección Civil (CECOD) y al Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM).

Inundaciones en Huelva

La situación de inestabilidad meteorológica en el este y sur de España va a continuar durante todo el fin de semana, según las previsiones de la Aemet, que colocan a Baleares en aviso naranja (el segundo en gravedad) y a la Comunidad Valenciana y el sur de Cataluña en amarillo (el más bajo). El peor escenario de lluvias está ahora en Huelva, donde se ha activado el aviso rojo (peligro extremo para la población), en principio hasta las 15.00 de este viernes, y donde durante la noche han sido atendidas cerca de 80 incidencias, la mayoría en Cartaya, Aljaraque, Punta Umbría, Gibraleón y la capital onubense, aunque no ha habido daños personales.

Tal y como han ido confirmando sus alcaldes a este diario desde primera hora, la mayoría de las actuaciones de bomberos y policía se han producido por anegaciones de bajos de hotel, sótanos, garajes, calles y viviendas de planta baja. En Huelva se ha inundado el bajo de una residencia de ancianos, mientras que en Punta Umbría una veintena de menores han quedado incomunicados durante unas horas en una casa de campo, según la información facilitada por el Gobierno andaluz. La situación en todos estos municipios ha ido mejorando a lo largo de la mañana y autoridades y ciudadanos se afanan ahora en limpiar y desaguar.

Con información de Victoria Torres y Eva Saiz.