Dos nuevas ofertas de compra de la fábrica de Marie Clarie en Castellón aterrizan en tiempo de descuento

Un grupo hispano polaco y otro de capital español e intersectorial se suman al tiempo de descuento para adquirir la unidad productiva de la centenaria textil Marie Claire con sede en Vilafranca, un pueblo de 2.200 habitantes del interior de Castellón. La compañía vuelve a tener dos ofertas de compra sobre la mesa tras la retirada, hace una semana, de la presentada por el fondo madrileño C2 Private Capital, que el propio presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tildó de “insuficiente”. La propuesta descartaba asumir la deuda, de 38 millones de euros, que arrastra la compañía especializada en la producción de medias y lencería, 24 de los cuales se adeudan al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).

Este aspecto es uno de los que “mejora, en parte”, una de las dos propuestas lanzadas ahora, la “presentada en tiempo y forma” ante el juzgado de lo mercantil de Castellón por el grupo hispano polaco integrado por Koltex Kolbuszowa, una firma especializada en tratamiento de hilo industrial, y Formen SA, una empresa española inactiva en este momento, según ha confirmado el administrador concursal, Jordi Caserras.

La propuesta incluye, como su predecesora, la compra de la planta por 250.000 euros, así como el mantenimiento de la plantilla en ERTE —de unos 100 trabajadores—, la contratación de nuevos empleados “porque lo ven necesario para reiniciar bien la actividad” y la inversión en las instalaciones. También asumirán parte de la deuda que queda pendiente por la adquisicion de las naves y que asciende a más de 1.400.000 euros.

Sobre la deuda con el IVF, y aquí radica la diferencia con la oferta de C2 Private Capital, el grupo hispano polaco se compromete a hacerse cargo de la parte del crédito adeudado al IVF especialmente protegido mediante privilegio especial y vinculado a la garantía de maquinaria. No ha trascendido el montante, y esta es precisamente una de las cuestiones “técnicas y administrativas” que deberá “pulir” el inversor, y que le ha requerido subsanar el administrador concursal “antes de dar trámite formal a la propuesta”, que no ha sido presentada todavía a los trabajadores. Además de concretar los términos del acuerdo con el IVF, deberá aclarar las formas de pago de la deuda inmobiliaria pendiente y cómo se subrogarán con los trabajadores de forma gradual. También se le ha solicitado un aval de su solvencia económica, “algo que no ha hecho y que se ha comprometido a acreditar”, indica el administrador concursal. “Cuando tenga la documentacion podré tomar una posición sobre la capacidad económica y técnica de esta compañía para poder asumir el proyecto de Marie Claire”, ha dicho Caserras.

La jueza de lo mercantil ha dado un plazo de 10 días al grupo polaco para subsanar y aportar documentación. En el mismo plazo ha decidido extender el periodo de presentación de nuevas ofertas de compra, y a esta prolongación se ha acogido la segunda de las empresas que toma el relevo a C2 Private Capital y se une a la carrera junto al inversor hispano-polaco. Ha comunicado su propuesta al administrador concursal, aunque no lo ha hecho todavía formalmente ante el juzgado. Caserras no ha dado su nombre, pero sí ha aclarado que se trata de un grupo “fuerte” y con varias ramas de negocio, desde el textil a la informática y a caballo entre Navarra, Euskadi y Madrid. “Podría tener capacidad para poder asumir un proyecto como Marie Claire”, ha señalado Jordi Caserras.

Hasta el 24 de abril de plazo

Los inversores tienen de plazo hasta el 24 de abril para remitir ofertas. Antes de que concluya el mes, la jueza se pronunciará sobre las mismas “y podremos cerrar, sí o sí, este proceso”, matiza el administrador.

Sobre la posibilidad de que ninguna de las ofertas contemple asumir la deuda o hacerse cargo de la misma al 100%, el administrador concursal señala que es “algo habitual” y no necesariamente las convierte en inviables.

Marie Claire cerró su planta productiva en junio de 2023. Con ella bajaba la persiana la última gran industria de la comarca rural de Els Ports, en el interior castellonense. Parraba máquinas tras 116 años de historia. 190 empleados de los casi 300 que llegó a sumar la compañía, fueron despedidos. El resto se mantiene en ERTE.