¿Qué se sabe del incendio que ha devastado un edificio en Valencia? Dudas sobre los materiales y la incógnita del origen del fuego
Se desconocen las causas y el origen de las llamas. Las preguntas se acumulan, pero arquitectos e ingenieros señalan los materiales de construcción y la normativa aplicada en una construcción arrasada que ya está en manos de la justicia
El incendio de un edificio en Valencia, que ha quedado completamente devastado por las llamas, ha provocado la muerte de, al menos, nueve personas. El suceso ha provocado muchas preguntas sobre la virulencia del fuego, los materiales de construcción, el revestimiento de la fachada y la seguridad de los edificios. La investigación acaba de comenzar y la justicia ya ha abierto unas diligencias para investigar las causas y circunstancias del incendio. De momento, esto es lo que se sabe y lo que aún se desconoce de la tragedia.
¿Cuál fue el origen del fuego?
Es una de las grandes incógnitas. Según las primeras imágenes, tomadas minutos después de que el 112 recibiera la primera llamada de alerta, a las 17.35, el incendio comenzó en el piso séptimo por causas que, de momento, se desconocen. En la casa, no había nadie. La llamada a emergencias fue hecha por una vecina de otro edificio que avisó de que veía llamas en un balcón. En el incendio de la torre Grenfell, en Londres, que han recordado los ingenieros y los arquitectos al ver la voracidad de las llamas en Valencia, fue una nevera defectuosa, tal como determinó la policía una semana después del siniestro que acabó con la vida de 72 personas en junio de 2017. El piso en el que comenzaron las llamas en este caso está en la esquina noroeste del edificio.
¿Por qué el edificio ardió tan rápido?
Todos los expertos coinciden en que los materiales de construcción de la fachada exterior fueron los que provocaron la rápida propagación de las llamas. Se trata de unas placas de aluminio que, como si se tratara de un sándwich, contienen un material sintético combustible. Además, entre estas y la estructura del edificio se colocó un aislante. Al principio, una ingeniera que peritó el edificio hace unos años, Esther Puchades, dijo que la fachada contenía poliuretano. A través del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales al que pertenece Puchades, la perito ha precisado sus palabras, ha pedido prudencia y ha dicho no poder asegurar que se trate de un material en concreto. Sin embargo, el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia ha señalado en un comunicado que, según la documentación de la que disponen, “el certificado final de obra indica que el aislante de esta fachada no es poliuretano, como se ha dicho, sino un aislante mineral de lana de roca”. Además, el edificio tenía una fachada ventilada, que facilita que se produzca un efecto chimenea como el registrado en Valencia. El director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de Valencia, Iván Cabrera, añade el componente de las condiciones climatológicas, que eran “una bomba de relojería: viento del sur, extremadamente seco y potente, que alimentó el fuego”.
¿Son legales los materiales que se usaron para la construcción?
Sí. El composite es un material que se utilizó mucho durante la primera década de este siglo. Tal como describe el arquitecto David Calvo, se diseñaron miles de edificios con este revestimiento, sobre todo, los que presentaban fachadas muy grandes. “Se percibía como una estética moderna, una tendencia del high tech, y se vinculaba con un estatus medio-alto”, cuenta. El ingeniero técnico y experto en instalaciones en edificios David Higuera añade que son muy buenos aislantes térmicos, se instalan muy rápido y son económicos.
¿Se siguen utilizando actualmente?
Sí, su uso está autorizado, pero se utilizan menos. Según el ingeniero técnico David Higuera, actualmente al núcleo composite se le han agregado polvos minerales para ignifugarlo. Además, existen otros materiales, como la lana mineral que hace de aislamiento o las placas cerámicas para las fachadas, con las mismas prestaciones y más seguros también para fachadas ventiladas. Higuera sostiene que hay ciertos materiales que “nunca” deberían utilizarse en obra. La empresa Alucobond ha publicado en su página web un comunicado en el que asegura que en esa obra no se utilizó material de este marca, que es la que mencionaba la constructora en su vídeo promocional. El nombre se utiliza como genérico y la compañía, según indican, solo vende “productos con núcleos de materiales retardantes de fuego o no combustibles”.
¿Han cambiado las normas desde que se construyó el edificio?
Sí. El inmueble de Valencia se proyectó conforme a las Condiciones de protección contra incendios en los edificios que fue aprobado en 1996. En 2006 se aprobó el nuevo Código Técnico de la Edificación con un período de transición para su implantación y sobre el que estaban exentas las construcciones para las que ya se hubiera solicitado licencia de construcción, como en el caso del de Valencia. Además, en 2019 se restringió aún más el uso de materiales inflamables para las fachadas a raíz del incendio de Londres. El director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de Valencia señala que su uso está limitado, pero que en un edificio de nueve plantas se puede seguir colocando, “y el incendio se produjo en el séptimo”, añade. Además, la nueva normativa, por ejemplo, prohíbe el uso de un tipo de poliuretano. El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España ha lanzado un mensaje de tranquilidad, ya que la legislación española es garantista desde el punto de vista constructivo. El edificio se empezó a construir en febrero de 2006 y está inscrito en 2008.
¿Qué hubiera cambiado en el caso de aplicarse la nueva legislación?
Los expertos son prudentes a la hora de hablar de materiales, puesto que no se sabe con exactitud cuáles se escogieron. Aun así, destacan que, con la actual legislación, la fachada hubiera tenido una sectarización, unos cortafuegos entre plantas que evitan que los incendios progresen de una vivienda a otra, tal como ha ocurrido en Valencia. Según Ana María Cruz, profesora en la ETS Ingeniería de Edificación y del Máster de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de Granada, actualmente y dependiendo del número de alturas, la norma exige que haya extintores y bocas de incendio que con la norma del 96 no se requerían. Además, tampoco incluía que en las escaleras hubiera departamentos estancos que permitieran la rápida evacuación sin que el fuego llegue a ellas, así como el uso de un material resistente al fuego en el trayecto.
¿Quién comprueba la seguridad del edificio?
Ana María Cruz explica que el proyecto se diseña en función del uso que se le va a dar y que el equipo de arquitectos el que vela por el cumplimiento de las normas. Ese proyecto ha de estar visado por el colegio de arquitectos para, posteriormente, registrarlo en el Ayuntamiento. Los técnicos municipales revisan el proyecto, el cumplimiento urbanístico y los documentos del proyecto que afectan a la seguridad de las personas y del edificio. Por otra parte, la dirección facultativa de la obra es la que ha de hacer toda la verificación del control de calidad de materiales.
¿Quién tiene que indemnizar los daños?
En principio, la comunidad de propietarios debe tener un seguro colectivo y cada una de las viviendas los propios. Las principales aseguradoras se han puesto manos a la obra para ayudar a sus clientes y adelantar las indemnizaciones.
¿A quién se puede reclamar? ¿Intervendrá la justicia?
Al margen de los seguros, los afectados pueden reclamar ante la justicia. “Si la licencia se concedió acorde a derecho, no hay responsabilidad administrativa”, señalan fuentes jurídicas. Otra cosa es que las víctimas consideren que la legislación aplicada era demasiado laxa y permitió el uso de unos materiales peligrosos o que ha habido cualquier tipo de negligencia. En cualquier caso, la justicia ya está interviniendo. La jueza de guardia ha abierto unas diligencias para investigar las causas y circunstancias del incendio y, a petición de la policía, ha decretado el secreto de sumario, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
¿Quién investiga?
Los bomberos diseñarán un informe sobre el origen del fuego. La policía ya ha remitido un informe preliminar al juzgado y ha desplazado a Valencia un equipo multidisciplinar, formado por 15 miembros (seis de la Unidad Central de Identificación, dos de la Unidad Central de Análisis Científicos y siete de la Unidad Central de Investigación en la Escena del Delito), para participar, de forma coordinada con la Brigada Provincial de Policía Científica de Valencia, en la identificación de las víctimas y la investigación de las causas y circunstancias del incendio. Uno de los trámites es la recogida de muestras de ADN de familiares de quienes permanecen desaparecidos, dado el estado en el que se encuentran los cadáveres hallados. La jueza recogerá los informes que se elaboren y llamará a declarar a todos aquellos cuyo testimonio pueda arrojar luz sobre lo sucedido. Además, también puede encargar informes más allá de los de los bomberos y la policía.
¿Qué pasa con los afectados?
El Ayuntamiento de Valencia ha puesto a disposición de los afectados 131 viviendas de un edificio de nueva construcción que se iba a destinar a viviendas de alquiler asequible. La Generalitat aprobará un primer paquete de ayudas directas de entre 6.000 y 10.000 euros, según los miembros que conformen la unidad familiar, para cubrir gastos de primera necesidad y entre 1.000 y 1.500 euros al mes para quienes opten por alquilar una vivienda. Además, según Unespa, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, hay seguros que incluyen la cobertura de inhabitabilidad, que supone una ayuda para buscar un alojamiento temporal.
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