El presunto pirómano de El Saler: tímido y solitario
J. C, abogado de 59 años y vecino de El Saler en Valencia, está en prisión provisional acusado de provocar al menos tres incendios en el bosque donde vive
J. C., abogado valenciano de 59 años, empalmaba un cigarro tras otro el pasado domingo en el balcón de su apartamento del bosque de El Saler (Valencia) sin dejar de mirar el teléfono móvil mientras un incendio, con claros indicios de ser intencionado, devoraba a poca distancia más de 16 hectáreas de terreno forestal de alto valor ecológico entre la playa y el lago natural de la Albufera, a 10 kilómetros de Valencia. El Seprona lo detuvo el miércoles y hoy está en prisión provisional y sin fianza, acusado de un delito de incendio forestal agravado. Hijo de un antiguo y conocido mando policial en la capital, J.C, de 1,65 de altura y complexión menuda, atraviesa desde hace un tiempo una situación personal y familiar complicada tras la separación de su pareja hace dos años, según información de su entorno. Vive solo y sus vínculos con la comunidad se han ido deteriorando. No se relaciona prácticamente con nadie en la urbanización y algunos miembros de su comunidad lo describen ahora como una persona tímida y solitaria, al que se le veía trajeado coger el autobús para ir a trabajar.
Cuando el fin de semana pasad se desencadenó el fuego al sur de la Devesa, cerca de El Palmar —otra pedanía de Valencia, como El Saler— y el Parador Nacional, había mucha inquietud entre los habitantes porque desde agosto se ha sucedido un fuego tras otro en el paraje natural, convirtiéndose en un constante desafío para policías y bomberos, que tienen un retén dentro del parque, y la policía. La mayoría de los siniestros no han sido muy importantes, pero han ido sumando hectáreas afectadas de una zona forestal muy rica y sensible. Fue entonces cuando muchas miradas se dirigieron a él, de vecinos e investigadores, por su relación con dos fuegos anteriores en el mismo bosque, ocurridos en los años 2000 y 2005.
La Devesa de El Saler es un bosque mediterráneo, de alto valor ecológico, con varias urbanizaciones y torres de apartamentos diseminados, construidas en pleno desarrollismo urbanístico del franquismo. Los cerca de 1.500 habitantes que residen permanentemente en la Devesa, una comunidad cuya población se triplica en verano, llevan toda la vida allí y se conocen. Y el abogado detenido es uno de ellos. Lo conocen desde siempre. Su entorno cercano. la gente de su quinta, no daba crédito ante la posibilidad de que él esté detrás de los siniestros, sobre todo, porque el acusado es uno de los residentes del lugar. “Puede que sea una persona inestable pero hay que dejar trabajar a la Guardia Civil y no caer en posibles linchamientos”, advirtió un hombre mayor, vecino del sospechoso. El detenido negó su participación en el fuego en su declaración ante la juez de guardia, que finalmente decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
En el Ayuntamiento de Valencia, gobernado por una coalición de PP y Vox, y responsable de la pedanía de El Saler, los continuos siniestros desde el verano han desatado cierto nerviosismo. La alcaldesa María José Catalá, del PP, se quitó la presión de encima —a propósito de los incendios, la oposición criticaba los 100 primeros días de su gestión forestal en la Devesa— cuando el lunes, dos días antes de la detención del presunto autor, aseguró públicamente que no había negligencia en su gestión sino “un loco que quería pegarle fuego a El Saler”.
El Seprona mantiene abierta su investigación por si el acusado está detrás del resto de siniestros en la zona y quiere que las actuaciones estén bajo secreto, un asunto sobre el que deberá decidir el juzgado de Instrucción 14 de Valencia. Estaba en el punto de mira después de que en marzo de 2000 fuese interrogado por tirar una bengala, que provocó un incendio. Cinco años después se le relacionó con otro fuego en el bosque. Un testigo afirmó haber visto al abogado salir de la zona incendiada, pero el caso acabó archivándose por falta de pruebas.
Otro propietario de la urbanización reconocía que la comunidad de la Devesa hervía estos días en los grupos de whatsapp. Han corrido vídeos, notas de audio, de todo… Un mando del Seprona reconocía el jueves que la colaboración ciudadana ha sido determinante en su detención. Desde el domingo, con todo el operativo policial desplegado, nadie de los consultados recuerda haberse cruzado con él. La investigación sigue abierta y el Seprona analiza sus dispositivos móviles. La instrucción judicial acaba de empezar y por su parte solo se conoce lo que él mismo ha escrito en su perfil profesional como abogado en una red social: “La realidad supera la ficción”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.