El sector cerámico calcula un millar de despidos por la crisis energética y factura un 16% más en 2022
Ascer presenta un estudio que cifra en 13.000 los empleados en ERTE. Las ventas descienden un 13%, pero aumenta la facturación por el incremento de precios. Reyes Maroto se reúne con el sector
Los efectos en el empleo en la industria cerámica de la crisis energética se traducen en 1.017 despidos de trabajadores desde julio de 2022 y 13.000 empleados en expedientes de regulación temporal de empleo, de los que un 30% sigue sujeto a las medidas de ajuste, según las cifras facilitadas por la patronal azulejera Ascer a partir de un estudio de PriceWaterHouseCoopers.
En las propias empresas, tres han cesado su actividad al no poder seguir haciendo frente a la coyuntura y otras han cerrado plantas de producción, y en general los márgenes de las empresas del sector han caído en 1.000 millones de euros, añade el estudio.
El sector gasintensivo ha aumentado los precios de sus productos para intentar compensar el alza de los costes, sobre todo energéticos, y las empresas que compiten por diferenciación de producto han tenido unos precios medios de venta más altos, entre un 20% y un 30 % de media ponderada. Reflejar la totalidad del aumento de los costes en el precio del producto habría supuesto pérdida de clientes, por lo que las empresas han asumido parte de ese incremento, según ha explicado el presidente de la patronal azulejera Ascer, Vicente Nomdedeu, en una rueda de prensa ofrecida en el marco de la feria Cevisama que se celebra esta semana en Valencia.
El volumen de ventas del sector cerámico ha descendido un 13% durante 2022, si bien ha aumentado en un 16,2% su facturación debido al trasladado de los costes de la energía a los precios. La facturación total estimada del sector en 2022 fue de 5.538 millones de euros (+16,2%), de los cuales un 77%, 4.273 millones de euros (+16,6%) se destinaron a los mercados internacionales. Las ventas en el mercado doméstico se estima que alcanzaron los 1.265 millones de Euros, según ha explicado Ascer en un comunicado.
Pese a ser cifras a priori positivas, el presidente de Ascer ha matizado que “el aumento en la facturación se debe principalmente al aumento del precio medio de los productos que han aplicado las empresas para tratar de absorber parte del incremento de los costes de producción, básicamente el de la energía”. 2022 ha sido un año que ha estado muy influenciado por la crisis energética y el impacto del coste del gas en las empresas ha sido importante, pues el peso de la energía sobre el total de facturación ha podido alcanzar el 40%, según Ascer.
Por cada 2 euros de costes, la industria ha abonado casi uno en pagar la factura energética, un dato que da cuenta de la necesidad de recibir ayudas por parte del Gobierno de España, como han hecho otros gobiernos europeos de países competidores del sector azulejero, ha manifestado Nomdedeu, que ha insistido en que todo lo que suponga retrasar el apoyo al sector por parte del Ejecutivo es “retrasar la recuperación de la competitividad perdida”.
“Estocar no es la solución cuando el dinero no es barato y la liquidez no fluye, y esperamos que cuanto antes se arregle lo que estamos pidiendo porque este es un sector viable”, ha dicho Nomdedéu en relación a las ayudas de 450 millones de euros que el Gobierno se ha comprometido a conceder a las empresas cerámicas.
En este sentido, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha insistido ante los medios de comunicación en Almassora (Castellón) en que las ayudas del Gobierno deben llegar “directamente lo más rápidamente posible” a las empresas de un sector que es viable.
El presidente de Ascer ha señalado que si los precios de la energía vuelven a ser los que corresponden, algo que no es fácil para un país que importa energía, el sector volverá a la situación anterior a la crisis de concentración de empresas para ganar en economía de escala.
Sobre la posibilidad de recuperar cuota de mercado este año, Nomdedeu únicamente ha afirmado que 2023 va a ser un año en modo de espera “siempre que se solucionen los temas que estamos tratando”.
Las ventas de la industria azulejera española al mercado ruso han descendido en el último ejercicio desde los 5,6 millones de metros cuadrados de 2021 (71 millones de euros) a 2 millones de m2 (28 millones de euros), un 60 %, y en los últimos cinco años la Federación rusa ya no se sitúa entre los principales destinos de la exportación.
El sector estima que genera 17.000 empleos directos y hasta 60.000 indirectos en España. La industria suma 102 empresas (92 azulejeras y una decena de atomizadoras, empresas que manipulan las arcillas que luego se utilizan para hacer cerámica), el 95% concentradas en la provincia de Castellón.
El presidente de Ascer ha precisado que la patronal y sus asociados son clientes de Cevisama, donde la presencia de empresas socias de la patronal ha caído de las 97 que estuvieron presentes en la última edición de 2020 a las 47 que participan este año.
Nomdedeu ha afirmado que algunas empresas han decidido no asistir por cuestiones de tesorería y oportunidad de costes en una situación difícil para el sector. No obstante, ha manifestado que Cevisama es una herramienta de marketing y ventas importante para las empresas y lo seguirá siendo, aunque “tal vez tenga que adaptarse a la realidad de los tiempos”, ya que el sector no puede sacar colecciones continuamente como se hace en el mundo de la moda.
Visita no programada de la ministra
Precisamente, la ministra de Industria, Reyes Maroto, se reúne esta tarde en la feria con la patronal cerámica Ascer para intentar llegar a una solución que permita el acceso a las ayudas de 450 millones de euros del Gobierno para la industria gasintensiva. Maroto ha acudido a la feria Cevisama este martes en un visita no programada después de participar en la presentación del clúster del hidrógeno HyVal en Castellón, y ha avanzado que iba a reunirse con el sector dentro de los encuentros que mantiene regularmente para definir la hoja de ruta que permita a las empresas regularizar sus facturas para que puedan concurrir a las ayudas.
La ministra ha afirmado que la ley Crea y Crece que establece el cumplimiento de la ley de subvenciones y del periodo medio de pago, de 60 días marcado por ley, “hay que cumplirla”, y se está intentando encontrar la vía para ello sin hacerlo a costa de la pymes y autónomos, que también están sufriendo retrasos en el cobro de sus facturas.
Ha asegurado que el compromiso del Gobierno con el sector cerámico es “muy importante” y el Ejecutivo va a acompañarles, y en este sentido se ha referido a la línea ICO dotada con 500 millones de euros con avales públicos del 90 %, carencia de 3 años y periodo de amortización de diez años, que va a ser “un salvavidas” para esta industria.
Ha aludido a la posibilidad de que a través de esa línea puedan acceder a financiación y regularizar facturas, ya que, ha insistido, detrás del no cumplimiento de la ley de morosidad, están las pymes y autónomos.
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