Valencia soterra las vías de tren hasta el centro de la ciudad tras décadas de espera y amplía la estación Joaquín Sorolla

Era un largo sueño acariciado por los vecinos que se dilataba y se dilataba en el tiempo. Se proyectó cerca de dos décadas pero las sucesivas crisis económicas lo interrumpieron. Hoy, con la firma del acta de replanteo, se inicia una de las obras más complejas que vivirá la capital en los próximos cinco años: el soterramiento de las vías del tren que arriban hasta la Estación Joaquín Sorolla e interrumpen la conexión natural de los barrios situados al sur de Valencia desde hace más de 150 años. En 2028, cuando está previsto que acaben los trabajos, todos los trenes que llegan hasta el centro llegarán a través de un túnel bajo tierra.

El Ministerio de Transportes, la Generalitat y el Ayuntamiento —que han firmado este lunes el acta de replanteo que da inicio a las obras— financiarán con 443 millones de euros no solo la última fase del canal de acceso subterráneo sino también la ampliación de Joaquín Sorolla, diseñada como una infraestructura provisional hasta que se ejecutase la Estación Central, también situada en el centro pero soterrada. Esta última tendrá que esperar un tiempo.

Ahora comenzarán las campañas de topografía y sondeos complementarios, la gestión de los servicios afectados y los primeros movimientos de tierras. Después se abordará el desvío ferroviario de la línea de alta velocidad para ejecutar las pantallas de la estructura del canal de acceso. “Vamos a meter todas las vías en un cajón y las meteremos en el túnel que va desde el bulevar sur hasta Giorgeta. Es una obra compleja porque no vamos a interrumpir el tráfico ferroviario”, ha explicado uno de los responsables de la obra.

El túnel avanzará en algunos tramos con hasta tres niveles subterráneos para salvar el colector sur de aguas residuales y dar cabida a las líneas desviadas. El proyecto está condicionado también por los altos niveles freáticos de Valencia, por lo que se bombeará el agua del subsuelo a una especie de piscinas que permitirán excavar el túnel en seco e ir apuntalándolo. “En algunos tramos habrá tres niveles a más de 25 metros de profundidad”. Todo se hará en nueve fases.

Este conjunto de actuaciones permite un avance en el nudo central de Corredor Mediterráneo y, además, favorecerá el desarrollo urbanístico en el ámbito del Parque Central. “Estoy segura de que estos desarrollos abrirán un abanico de posibilidades de movilidad y comercio y que esto, a su vez, tendrá un impacto positivo en la vida real de muchas personas”, ha afirmado la ministra de Transportes, Raquel Sánchez.

La excavación del canal de acceso generará dos millones de metros cúbicos, 60.000 toneladas de acero, el equivalente a siete torres Eiffel, 480.000 metros cúbicos de hormigón, 7.500 metros de pantallas, 19 vías definitivas y 23 provisionales. Todo un desafío.

“Todas las grandes ciudades europeas tienen hitos, como lo tuvo Berlín en 2006. El impulso de Valencia ha tardado mucho, pero ya es una realidad y supondrá una transformación enorme. Las infraestructuras ayudan al crecimiento y a la sostenibilidad”, ha destacado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Se duplican los pasajeros

La liberalización del transporte de viajeros en España y el propio canal de acceso obliga además a ampliar la estación Joaquín Sorolla, por la que pasan en la actualidad 3,8 millones de viajeros anuales. “En cinco años, y de acuerdo con los estudios de demanda, podrían más que duplicarse”, ha precisado la titular de Transportes. La estación dispondrá entonces de 10 vías de ancho estándar: cuatro serán de 400 metros y permitirán trenes en doble composición, y el resto será de 200 metros. Actualmente hay seis vías en ancho estándar y solo dos tienen capacidad para 400 metros. El proyecto incluye la remodelación integral del edificio de viajeros con un nuevo vestíbulo elevado.

“Hoy es uno de esos días en lo que uno está orgulloso de ser alcalde de Valencia”, ha dicho Joan Ribó en el acto al que han acudido, además de la ministra, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la delegada del Gobierno PIlar Bernabé, la consejera de Transportes, Rebeca Torró, la vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, y la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez.

Conforme avancen las obras se caerá el muro que separa los distritos del sur de la capital desde hace más de 150 años. “Primero se recuperará la conexión entre Quatre Carreres y Jesús, con la apertura del bulevar Federico García Lorca; y después se suprimirá el puente de Giorgeta, conectando los distritos de Extramurs y L’Eixample, y que proyectará el final del Parque Central en un futuro que esperamos próximo”, ha enfatizado el alcalde.

Ribó ha lamentado que el retraso de estas obras haya mantenido a la capital valenciana en el furgón de cola de ciudades españolas y europeas en cuanto a su remodelación ferroviaria, “manteniendo una estación terminal en pleno siglo XXI [la mayoría son pasantes]. En este sentido, el alcalde ha pedido a la ministra que acelere la ejecución de la Estación Central de Valencia, todavía pendiente, y la doble plataforma ferroviaria entre Valencia y Castellón, cuyo estudio informativo se presentó hace 16 meses y todavía no se ha resuelto.

Otro de los aspectos más singulares del canal de acceso será la desaparición del viaducto de Giorgeta y las conexiones a nivel entre Peris y Valero, Giorgeta y Pérez Galdós. El famoso escalextric desaparece, de manera que los barrios de Russafa, Malilla, Arrancapins, Patraix y la calle de San Vicente quedarán conectadas a nivel.