Muere un anciano tras ser embestido en los ‘bous al carrer’ y la cifra de fallecidos en los festejos valencianos se eleva a ocho

Un hombre de 80 años ha fallecido este jueves en el hospital de Sagunto (Valencia), al que fue trasladado ayer después de ser embestido por una vaquilla en un festejo de bous al carrer celebrado en Canet de Berenguer, según han confirmado fuentes de la consejería de Sanidad. El anciano eleva a ocho los fallecidos en festejos taurinos de calle durante este verano en la Comunidad Valenciana, algo que ha abierto el debate sobre su continuidad y las medidas de seguridad.

El hombre herido se despistó, creyó que el animal ya estaba en los corrales y fue alcanzado por una vaquilla que lo arrinconó, corneó y embistió violentamente durante unos fatídicos segundos. Se ensañó con él hasta que otros asistentes al festejo lograron quitárselo de encima. El anciano, que no era vecino del municipio valenciano, fue trasladado de inmediato al hospital de Sagunto y quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la que no ha salido con vida. Sufrió la rotura de varias costillas y la fisura de un pulmón a consecuencia de la embestida.

El consistorio planteó la posibilidad de declarar un día de luto y de suspender durante el mismo los festejos previstos hasta el viernes, lo que finalmente se descartó debido a que la organización “tiene cerrados los seguros y la asistencia de ambulancias y toda una tramitación administrativa bastante densa”, según señaló el alcalde, Pere Antoni Chordá. El Ayuntamiento convocó tres minutos de silencio con la intención de transmitir las condolencias y la “consternación” del pueblo tras el “impacto” de lo sucedido, así como para “dar visibilidad a este tipo de riesgos que para muchos de nosotros son intrínsecos pero que están ahí”, dijo Chordá, en declaraciones recogidas por Europa Press.

El alcalde apuntó que Canet es una localidad “con tradición taurina” y defendió la actuación del consistorio con el fin de celebrar estos eventos “con seguridad”. Apuntó que, desde la competencia municipal, se han nombrado seis operativos policiales para que velen “en todo momento” por la seguridad de los participantes en los festejos taurinos y para que ningún menor acceda al recinto y que ninguna persona lo haga bajo los efectos del alcohol o las drogas.

La víctima mortal anterior al anciano, la séptima fallecida en un festejo de bous de carrer, fue una mujer de 73 años que fue corneada también tras un despiste. En ese caso ocurrió en la localidad valenciana de Beniarbeig cuando la vaca iba a ser devuelta a los corrales y se dio la vuelta, encarando el recinto por el que acababa de pasar. Otro de los ocho fallecidos fue un hombre de 71 años que participaba en un festejo en Almedíjar (Castellón).

Durante el mes de julio murieron otras tres personas, en apenas 24 horas, en Meliana, Picassent y Pedreguer. A principios de agosto las víctimas fueron un chico de 18 años que fue corneado por un toro en Soneja y otro de 24 que murió en Vallada.

Las ocho muertes, que convierten el verano de 2022 en uno de los más sangrientos, han ido abriendo el debate político sobre estas celebraciones, aunque apenas ningún partido habla de la abolición de estos festejos, muy arraigados en las fiestas populares de los pueblos de la Comunidad Valenciana, donde se celebran unos 7.000 festejos.

La Generalitat valenciana ha pedido prudencia mientras la vicepresidenta y portavoz del Consell, Aitana Mas, de Compromís, reclamó “valentía” para abrir un debate sobre el futuro de los bous al carrer (que incluyen la suelta de vaquillas, el toro embolado, los encierros, el bou a la mar y el toro de cuerda, entre otros).