Solo uno de los heridos en el festival Medusa de Cullera permanece hospitalizado
Otros cuatro asistentes que tuvieron que ser ingresados han sido dados de alta a lo largo de las dos últimas semanas
Una joven es la única paciente que permanece ingresada en un hospital de la Comunidad Valenciana tras el incidente registrado en el Medusa Festival de Cullera hace dos semanas. El derrumbe de parte del escenario y del acceso principal por las fuertes rachas de viento características de un reventón térmico que se produjo de madrugada dejó un joven muerto.
Según ha informado este viernes la Consejería de Sanidad, el paciente que estaba ingresado en el hospital de Sant Joan d’Alacant ya ha sido dado de alta, por lo que únicamente queda ingresada una joven, de 19 años, en el Hospital La Ribera, que [según informó en su día la consejera de Interior Gabriela Bravo], sufría de fractura en la columna. El propio titular de Sanidad, Miguel Mínguez, confirmó que los dos heridos más graves en el suceso ocurrido la madrugada del sábado 13 de agosto presentaban lesiones vertebrales pendientes de operación.
El juzgado de Sueca que investiga el accidente, en el que falleció un joven de 22 años y otras 40 personas requirieron de asistencia sanitaria, acumulaba hasta el pasado viernes nueve denuncias de perjudicados, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana: cinco de ellas presentadas en esa instancia judicial y las restantes cuatro ante la Guardia Civil y la Policía Nacional. Los familiares del fallecido se han personado en la investigación como acusación particular.
De las cuatro decenas de heridos que se produjeron tras los derrumbes, ocho fueron atendidos por efectivos sanitarios en el mismo recinto del festival y 32 trasladados a hospitales por ambulancias o por sus propios medios. Cinco de ellos se quedaron ingresados y a lo largo de los pasados 15 días han ido recibiendo el alta hasta quedar ingresada únicamente una afectada.
El accidente se registró sobre las cuatro de la madrugada a consecuencia de unas fuertes ráfagas de viento, en el marco de un reventón cálido [una corriente de aire que desciende a gran velocidad desde la troposfera y, al llegar a la superficie, originó aquella madrugada rachas de viento de hasta 82 kilómetros por hora], que provocó el desprendimiento de parte de los elementos del escenario y de la entrada principal.
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