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La lluvia contiene el incendio del Vall d’Ebo y el viento reaviva el de Bejís

El agua durante la madrugada había reducido la llama del fuego de Castellón hasta casi desaparecer en todo el perímetro

Zona quemada por el incendio de Bejís, en la comarca castellonense del Alto Palancia, este jueves.
Zona quemada por el incendio de Bejís, en la comarca castellonense del Alto Palancia, este jueves.Biel Aliño (EFE)
El País

La lluvia caída en la madrugada de este jueves ha sido la gran aliada de los bomberos que trabajan en la extinción de los incendios de Alicante y Castellón. En este último, según Emergencias, las precipitaciones han provocado una reducción de las llamas de Bejís “hasta casi desaparecer en todo el perímetro” del fuego. A primera hora de la noche, las lluvias apenas descargaron agua. Poco después, el viento del sureste ha vuelto a soplar con fuerza pese a la bajada de las temperaturas y el aumento de la humedad, por lo que las llamas se han reavivado durante la tarde. Entre los dos incendios son ya 25.000 las hectáreas arrasadas.

En Alicante, en el incendio en el Vall d’Ebo, el acumulado de lluvias en las últimas 12 horas ha sido de cerca de 40 litros, y eso ha permitido que en la mañana de este jueves Emergencias informara de que no hay llamas activas en ningún frente. “El perímetro está más estable después de las lluvias. Ha habido una pequeña reproducción en la zona de Benimassot, pero ya está controlada”, según el 112.

Ambos incendios han calcinado más de 21.400 hectáreas de superficie y han obligado al desalojo de cerca de 3.000 personas.

En el del Vall d’Ebo se han quemado 11.500 hectáreas y el fuego obligó al desalojo de más de 1.000 personas de los municipios de Famorca, Facheca, Tollos, Beniaia, Benimassot, Benirrama y Beniali. La Generalitat valenciana anunció este miércoles la vuelta de los desalojados a sus casas de forma escalonada.

En el incendio forestal iniciado en Bejís, que ha llegado a traspasar a la provincia de Valencia, los cálculos provisionales apuntan a una superficie afectada de 13.100 hectáreas. Las llamas, en este caso, obligaron a la evacuación de alrededor de 1.500 personas de los municipios de Toràs, Bejís, Sacañet y Teresa, además del confinamiento, por el humo, de Viver. Los vecinos de Viver pueden salir de sus casas desde la mañana de este jueves, cuando han sido confinados los de Alcublas y Andilla (Valencia). Tras la lluvia, durante la tarde, se detectaron rebrotes originados por el viento que han hecho que las llamas se dirijan hacia el sur, lo que recomenienda el desalojo de las pedanías de Artaj, Oset y La Pobleta.

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Zona calcinada por el incendio forestal de la Vall d'Ebo, en el interior norte de la provincia de Alicante, este jueves.
Zona calcinada por el incendio forestal de la Vall d'Ebo, en el interior norte de la provincia de Alicante, este jueves. Natxo Francés (EFE)

Durante la jornada del miércoles, hasta 50 medios aéreos y un millar de efectivos trabajaron en la extinción de los fuegos. Así lo destacó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien acudió al Puesto de Mando Avanzado (PMA) del incendio de Bejís.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha participado este jueves en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), tras el que ha mostrado cautela. “En Vall d´Ebo, si no cambia nada, se podría dar por estabilizado en las próximas horas”, ha señalado. “Pero en Bejís la situación es peor, aunque ha ido muy bien la noche. El incendio aún está latente y hay peligro ante la posibilidad de un cambio en el viento o en las temperaturas. Es muy importante no generar falsas ilusiones porque la situación es aún compleja”.

Puig ha informado de que las tormentas registradas durante la noche han descargado 1.700 rayos en la Comunidad Valenciana, de los que 800 han llegado a tierra. Uno de estos rayos ha provocado un fuego en la Vall d´Albaida, que permanece activo, según Emergencias.

Ximo Puig ha avanzado además que estudian pedir al Gobierno la declaración de zona catastrófica en los terrenos forestales afectados por los incendios de la Vall d’Ebo y Bejís, aunque la “gran prioridad” de momento es extinguirlos y salvaguardar la seguridad de las personas. “El bosque mediterráneo se recupera, afortunadamente. Es resiliente”, ha declarado en una entrevista en la Cadena SER. Lo que está claro es que se tardará décadas en volver a tener un monte como el que teníamos”.


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