El juez ordena buscar ADN en la ropa interior de las tres niñas de Alcàsser
Las técnicas de amplificación del material genético actuales pueden permitir encontrar muestras donde no se obtuvo en los años 90
Un juzgado de Alzira ha ordenado realizar nuevos análisis de ADN en la ropa interior de las tres niñas asesinadas en el caso Alcàsser y otros restos encontrados en varios escenarios relacionados con este suceso, como la alfombra en que fueron envueltas tras su violación, tortura y asesinato.
Así consta en una providencia, a la que ha tenido acceso EFE, del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, cuyo titular atiende así el requerimiento de la acusación popular que ejerce la Asociación Laxshmi, para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, que a finales de mayo solicitó estas nuevas diligencias de investigación.
En sus informes presentados ante el Juzgado, la entidad reclamaba que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses trate de encontrar ADN de diversas muestras. Concretamente, de una sábana blanca que cubría un colchón de espuma en la caseta de La Romana (el paraje donde se hallaron los tres cadáveres), varias fibras del forro de un colchón hallado en el mismo lugar, ropa interior de Toñi, las camisetas de Desirée y Miriam, un pedazo de tapizado del Opel Corsa de Miguel Ricart, unas raspaduras tomadas del interior de la citada caseta y de un trozo de madera del mismo lugar, así como de la moqueta en la que se envolvió a las víctimas.
Según el experto en genética y director del Laboratorio de Genética Forense del Instituto de Medicinal Legal de Las Palmas, José Juan Pestano, y el criminólogo y responsable de la asociación Laxshmi, Félix Ríos, las técnicas de amplificación de ADN actuales pueden permitir encontrar ADN donde no se obtuvo en los años 90.
Algunas de esas muestras, según explicó entonces esta acusación, dieron positivo en los años 90 en pruebas orientadoras sobre semen o sangre, “pero no dieron confirmación en pruebas posteriores o no se practicaron por falta de tiempo, ni se obtuvo ADN, posiblemente por la baja sensibilidad de las pruebas y tecnología de ADN de la época”.
Ahora, el Juzgado une esas peticiones a la causa abierta y pide al citado Instituto madrileño que proceda al análisis genético de nueve piezas, así como de la moqueta.
Con esta última petición el equipo que lidera Ríos considera que “queda concluida la revisión forense del caso Alcàsser”, con siete informes de revisión sobre los vehículos de Miguel Ricart y Antonio Anglés, pelos y otros elementos hallados en los escenarios, sobre aspectos antropológicos del caso, recomendaciones en la búsqueda internacional de Anglés, sobre la huida de este prófugo, sobre interpretación de posibles manchas de sangre en el Opel Corsa, y viabilidad de pruebas genéticas en determinadas piezas de convicción.
“Ya se han abarcado todas las posibles áreas forenses que podían reevaluarse en el presente caso, siempre dirigidas a los objetivos que permite la pieza separada del sumario que se encuentra activa en la actualidad”, añaden desde Laxshmi.
El pasado enero se cumplieron 29 años del hallazgo de los cadáveres de Miriam, Toñi y Desirée, las tres chicas de entre 14 y 15 años que habían desaparecido dos meses antes. Fueron dos apicultores quienes los hallaron semienterrados en un paraje cercano al pantano de Tous denominado La Romana.
La sentencia dictada en septiembre de 1997 por la Audiencia de Valencia, y confirmada posteriormente por el Tribunal Supremo, dictó que “Miguel Ricart, en compañía de otro varón identificado y que no se encuentra a disposición del Tribunal -en referencia a Antonio Anglés-, y posiblemente de alguna otra persona más”, secuestraron a las tres adolescentes para satisfacer sus deseos sexuales.
Las víctimas fueron sometidas a violaciones y torturas extremas y al amanecer del día siguiente fueron ejecutadas y enterradas en una fosa que sus asesinos conocían, pues les había servido con anterioridad para ocultar una moto robada.
La investigación judicial sobre lo sucedido, de la que es responsable el citado juzgado de Alzira, está completamente agotada, aunque queda abierta una pieza dedicada exclusivamente a la localización de Anglés, uno de los prófugos más perseguidos de toda Europa.
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